S i e t e

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Alonso.

Caminaba hacia la habitación en donde Bella me dijo que estaría empacando.

Había decidido mandar a mi familia lejos de aquí para evitar que Charlotte la viera y que, en todo caso, lograra reconocerla.

Por supuesto no me arriesgaría a que comenzaramos una nueva disputa los Blair y los Villalpando después de más de diez años de aquella situación. Así que esa sería mi manera de evitar todo peligro: alejar a Isabella del país por unos días junto a mis hijos. Y obviamente deben llevar protección, así que mandaré a Jos y a Bryan con ellos, quién mejor que mis dos hombres de confianza para cuidar de mi familia.

—Mami, también quiero llevar a Barbie. —dijo Claire mientras le entregaba a Bella su muñeca para que la empacara.

—Bien, pero solo a ella. No quieres que se te pierda durante el viaje, ¿o sí? —mi pequeña negó con la cabeza haciendo bailar su ondulado cabello castaño rojizo, le sonrió a su madre y dirigió la mirada a mí para después lanzarse a mis brazos.

—¿De verdad no irás papi? —cuestionó haciendo un adorable puchero mientras sus ojos azules me miraban con atención esperando una respuesta.

—Me encantaría, pero no puedo nena. Lo lamento. —ella hizo una mueca pero asintió comprendiendo.

—Hija, ¿por qué no vas a buscar a Braulio? Dile que necesito que me traiga lo que se quiere llevar. —le dijo Bella a nuestra hija, ella asintió mientras salía de la habitación y yo comenzaba a ponerme nervioso porque sabía que ella querría hablar conmigo.

Me adentré más a la habitación para sentarme en la orilla de la cama mientras mi esposa no me quitaba la mirada de encima.

—Bien, ¿me dirás por qué nos quieres mandar hasta Brasil? —cuestionó finalmente cruzándose de brazos, me encogí de hombros y solté un suspiro.

—Necesitas despejarte de todo esto, Bella. Sé que las labores reales pueden atormentarte un poco y... Quiero que te tomes unos días. —finalicé mi mentira, pero Isabella continuaba mirándome sin creerme, así que me puse de pie y tomé sus manos. —Disfruta estos días con nuestros hijos. —se soltó de mi agarre y ahora fue ella la que se sentó en la orilla de la cama.

—¿Recuerdas cuando te conté que estaba embarazada? Te preocupaste porque sabrías que no tendrías tiempo para tus hijos, ¿y ahora nos quieres alejar unos días de ti? Alonso... No creo que sea buena idea. —caminé de nuevo hasta ella y una vez que estuve enfrente me arrodillé y tomé nuevamente sus manos.

—Solo será una semana, Bella. No es como si los estuviera alejando para siempre de mí. Son lo más valioso que tengo en mi vida y me dolería perderlos como no tienes idea. —ella miraba hacia el suelo, levanté su rostro con un dedo para que me mirara con sus bellos ojos y le sonreí. —Todo estará bien, puedes sobrevivir sin mí. —finalmente logré hacer que sonriera y se acercó a abrazarme.

—De acuerdo. —dijo en mi oído y la abracé aun más fuerte.

Aliviado. Así me sentía al saber que lo que pretendía salió a la perfección.

No me arriesgaré a que Charlotte le haga algo a las personas que más amo.

(...)

—¿De verdad puedo ir? —preguntó Jos mirándome emocionado.

—Sí, pero irás como trabajador. —su sonrisa se borró de su rostro transformándose en una mueca cuando escuchó a Bryan hablar.

—Necesito que ambos cuiden a mi familia. —el cejón soltó un suspiro y se dejó caer en el sofá.

—Así no podré divertirme, ¿sabes hace cuánto no salgo con una chica? —se quejó pero guardé mis comentarios.

—Los cuidaremos, no te preocupes. —dijo Bryan poniendo una mano sobre mi hombro y le sonreí como agradecimiento. —Aunque aún quiero saber por qué los mandas tan lejos. —mi sonrisa desapareció al escuchar aquello.

—Es... Un poco complicado. —él rodó los ojos y se sentó en el sofá.

—Tengo tiempo, así que comienza a contar todo. —resignado tomé asiento junto a él.

—Bien, pero ninguna palabra de esto a Isabella. —Bryan asintió y prestó total atención.

Así que comencé a contarle.

(...)

—Papá, ¿seguro que no puedo quedarme contigo? Puedo trabajar y ayudarte. —me dijo Braulio antes de que subieran a nuestro avión.

—Estaré bien, campeón. Necesito que cuides a tu hermana y a tu mamá, ¿podrás? —hizo una mueca y finalmente asintió.

—Estarán bien papá, lo prometo. —revolví su cabello y lo abracé antes de que se alejara para que me pudiera despedir de Claire.

—Te voy a extrañar mucho, papi. Te traeré un recuerdo. —le sonreí a mi hija y la abracé.

—Me parece bien. También te voy a extrañar nena. —le di un beso en la mejilla y se alejo para ponerse a un lado de su hermano.

—¿Seguro que no quieres que nos quedemos? Puedo ayudarte en lo que quieras cariño, te puedo.. —negué con la cabeza ante la insistencia de mi esposa.

—Disfruta de tus días libre, cariño. Estaré bien. —soltó un suspiro resignada y asintió, le sonreí y la besé esperando que estos días se pasen rápido y con ningún inconveniente para poder tener a mi familia de regreso lo antes posible.

—Vamos, vamos. Tendrán su segunda luna de miel otro día. ¡Perderemos el vuelo! —exclamó Jos llamando la atención, llevaba sus lentes de sol y un par de maletas.

—¿Si sabes que vamos en nuestro avión, verdad? —preguntó Bella al desesperado cejón.

—Ah... Sí claro, ya lo sabía. —mis hijos soltaron una risa y siguieron a su tío hacia donde saldrían para abordar el avión.

—Tío, ¿qué es una luna de miel? —preguntó Claire inocente, sentí a mi esposa tensarse a mi lado.

—Iré a intervenir antes de que le de la respuesta. —asentí riendo. —Te amo. —dijo después de darme un último beso.

—Yo más. —respondí y se fue junto a Bryan a abordar el avión.

(...)

—Mi señor, tiene correspondencia. —habló Georgina entrando a mi despacho.

—Gracias, déjala en la mesa. —escuché el resonar de sus zapatos por toda la habitación al entrar y salir.

Bien, supongo que debo revisarla.

Cuentas.

Un dibujo de Claire colado entre las cartas.

Carta de los Blair.

Hice a un lado todo lo demás y me dispuse a abrir el sobre de la carta de los británicos. Me sentía nervioso pero a la vez tranquilo al saber que mi familia estaba lejos de aquí.

Esto solo sería una pequeña batalla entre los Blair y yo.

Querido Villalpando:

Probablemente te resulte extraño recibir una carta de una familia tan importante como la mía, pero tu familia y la mía tenemos asuntos pendientes por arreglar.

Espero que no te sea sorpresa el saber que una parte de mi linaje y yo estaremos en tus tierras este viernes.

Hay algo que quiero negociar con usted, mi rey.

Atte.
Charlotte Blair.

My King #2 Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang