Remember Me

Prólogo

-Vuelo numero cuarenta y tres con destino a la ciudad de Nueva York, por favor abordar en la compuerta E-Cinco - Anuncio una mujer por los altavoces, inmediatamente me puse de pie al igual que mi familia y otras pocas personas que también se encontraban en el aeropuerto, tome la pequeña maleta con ruedas de color gris y la arrastre por el lugar, mi familia iba por delante, adelantándose a la compuerta.

-Necesito otra taza de café - Comento mi hermano menor, Aaron, tenía quince años, el nueve de Octubre cumpliría dieciséis.

-Eso llevas diciendo hace más de dos horas - Le respondió mamá quien llevaba de la mano a mi hermanita pequeña, Kathy - Bebiste cinco tazas, eso debería darte energía suficiente para llegar hasta Paraguay - Finalizo entregándole nuestros boletos a las azafatas que estaban en la puerta para ingresar al pasillo que nos conduciría al avión.

-Entonces el café que sirven aquí en los aeropuertos no contienen cafeína o quien sabe, pero aún sigo teniendo sueño - Recalco mientras seguía a mi papá quien ya estaba caminando por el túnel, Kathy estaba dando saltitos mientras caminaba, detrás de mi papá.

-Ahora ya podrás dormir como tanto quieres, tienes como unas quince horas de vuelo, así que disfruta el tiempo - Le respondió mi papá quien ya estaba adentro del avión, puso a Kathy delante de él, seguidamente entro Aaron, luego mi mamá y finalmente yo, buscamos nuestros respectivos números de asientos, me toco sentarme al lado de Aaron y Kathy, mis padres estaban atrás nuestro con un desconocido acompañándolos.

Aaron inmediatamente se puso la capucha de la campera color bordo que tenía, al igual que sus auriculares blancos, el seguía molesto, estaba más que claro, digamos que esta mudanza no le sentó muy bien. Incluso para mí, es algo bastante difícil, con solo pensar que mudarse de Instituto es difícil, mudarse de país es más difícil, pero mudarse de continente es algo tal vez incomparable, con el océano Atlántico separándote de tus amigos, era algo... complicada la situación. Kathy estaba jugando con sus manitos, mientras terminaba de ponerle el cinturón de seguridad, ya que la azafata había empezado a dar sus explicaciones para el vuelo en todos los idiomas, una de ellas era abrocharse el cinturón de seguridad.

-Dylan - Desvié mi mirada hacia Kathy quien me había llamado.

-¿Si? - Le di una sonrisa a Kathy, ella me dio una igual pero no tan segura como las que suele tener, bajo la mirada a sus manos por un momento, pero luego me observo nuevamente con esos grandes y hermosos ojos azules que tiene.

-¿Cómo es Nueva York? - Me dio un golpe de nostalgia su pregunta.

Nueva York, después de tantos años volvería a esa ciudad donde nací, no recuerdo muchas cosas de allí, más allá de los grandes rascacielos, el parque central, especialmente unos columpios donde iba diariamente luego de clases, también jugaba mucho el balón por allí, desde pequeño tenía una fuerte influenza en el futbol, mi madre me decía que desde que aprendí a caminar, prácticamente ya pateaba el balón.