El 8vo Infierno © [PsiSammy]

Capítulo 11

Al ver a Leyla, me aterrorizo y no encuentro que hacer, la cueva es muy pequeña para ambos, no me dejaré devorar, ni violar por esos otros espíritus, pero tampoco puedo dejar que le hagan daño a ella.

Entre miradas desconcertantes, la tomo por su mano derecha y huimos de aquel lugar, en donde se estaban acercando las temibles animas y además, se escuchaban rugidos de bestias feroces y hambrientas.

Tras correr por todo el oscuro bosque, tratando de escapar de las animas y las bestias, encontramos una cueva un poco más grande, allí entraríamos los dos perfectamente.

Ambos entramos y nos quedamos en silencio un largo tiempo, esperando y escuchando las animas y las bestias cruzar por el frente de la cueva, hablando en diferentes lenguas: lenguas antiguas, lenguas modernas e incluso lenguas desconocidas. Era difícil entender, creo que ni siquiera ellos mismo se entendían perfectamente.

Luego de pasar más de tres horas en esa oscura cueva, torturados por las voces y los pasos de aquellas almas infernales; el silencio se hace presente y por fin decido calmarme.

Al llegar la calma e irse los tormentos, empiezan a llegar las dudas:
¿Que es este lugar?
¿Porque estoy aquí?
¿Como puedo llegar al octavo infierno? ¿Que hay en el octavo infierno?
¿Por que me encontré a Leyla en este lugar?

Solo me quedo observando a Leyla, no le pregunto nada, no digo nada, no hago nada; solo la observo por un muy largo tiempo.

Hasta que el silencio se hizo incómodo y le pregunté con cara de idiota: - ¿que tal tu vida?.

Ella solo rompe a reír y me dice:
- estamos en el infierno idiota, aquí todos estamos muertos.

- ah si!, cierto pero, ¿si estamos muertos, por que huimos de esas animas? Digo, ¿ya estamos muertos, no pueden matarnos o si? Y además. ¿Que es eso de llegar al infierno que nos han enviado o nuestras almas desaparecen?. - le digo

- ella contesta. - huimos porque quizás no podemos morir, pero si sufrir, esas animas hambrientas de deseo sexual podrían fornicarnos por nueve meses sin parar y devorarnos por varios años, pero lo peor de todo es que en este lugar el dolor se intencifica: lo que en la tierra se sentía como un pequeño golpe en una pierna, acá se siente como si te la torcieran y la arrancarán.

- le pregunto. - ¿y que hay sobre las almas que desaparecen si no llegan al infierno al que fueron enviados?

- Ella responde. - bueno, hay 7 Infiernos, uno por cada pecado capital, dirigido por los 7 príncipes del infierno:

~Asmodeo: es el demonio que impulsa el deseo carnal, la traición y la infidelidad, este es su infierno, aquí están pagando sus pecados todos y cada uno de los lujuriosos, los infieles, los que vivían solo para el sexo y se olvidaban del amor y además, lo hacían lejos de las leyes de Dios.

También están los Infiernos de:

~ La ira.
~ La soberbia.
~ La gula.
~ La pereza.
~ La envidia.
~ La avaricia.

Cada uno de ellos con su respectivo príncipe, amo, señor e impulsador de tal pecado.

Pero estos infierno solo son para reflexionar y comprender tus pecados, a parte de sufrir y pagar por ellos; es decir: son una especie de purgatorio para que pagues tus pecados e intentes sobrevivir y arrepentirte.

Aquí no todo esta perdido, puedes salir de aquí y buscar la redención luego de que tus pecados están pagados, pero si no llegas a tu infierno, tu alma desaparece y eres enviado al verdadero infierno, donde nunca podrás salir, ni tienes oportunidad de arrepentirte. Es el calabozo mugriento, el fuego eterno.

Ese el segundo lugar más temible para todas las animas del inframundo, allí no hay salvación, no hay oportunidades. Solo fuego, llamas, dolor y sufrimiento.

- le pregunto. - ¿como que es el segundo lugar más temible? Entonces, ¿cuál es el primero?

- ella dice. - el primero, es el famoso "octavo infierno". Las personas que son enviadas allí prefieren quedarse vagando hasta ser enviadas al verdadero infierno, aquel lugar es la peor creación  que Dios ha hecho y se dice, que el príncipe de aquel lugar, es mil veces peor que el mismísimo Lucifer.

[Al escuchar estas palabras muero de miedo y me asombro bastante, Leyla lo nota y me pregunta]

- ¿Que pasa?. - pregunta Leyla.

- aterrorizado, corrompido y mil veces arrepentido de mis estúpidas palabras hacia Dios, le digo: fui enviado ahí.

Ella solo se aleja de mi lado y dice....

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