Capítulo 6

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No es un Adiós

-Te voy a extrañar mucho -susurra Yurio, abrazando a su amigo. 

-Yo también te extrañaré- Otabek corresponde el abrazo y observa a los demás. 

Uno a uno se van acercando con la finalidad de despedirse del Kazajo, ya es lunes, el chico ha rendido los exámenes y su madre lo espera para irse. 

Yuuri llega apresurado, esperando encontrar a Ota, suspira aliviado al ver que no se ha ido. Observa como los niños tratan de no llorar, se acerca a ellos y los abraza, a cada uno de ellos los reconforta y trata de hacerles saber que él estará ahí para cada uno de ellos. 

Otabek está triste, su madre está triste, no quiere ver a su pequeño sufrir pero es lo mejor, porque ante todo está la familia y su madre necesita de ella.

-No es justo -susurra Jean, mientras estrecha entre sus brazos a Otabek. El Kazajo se acurruca contra él. 

-Te quiero -susurra, para que solo el mayor lo escuche. 

-Yo también te quiero -deposita en beso en la frente de su mejor amigo y lo deja ir. 

Los demás niños lo acaparan de nuevo tratando de pasar el mayor tiempo juntos. 

Yuuri toma la mano de Jean tratando de confortarlo, Jean agradece el gesto con un pequeño apretón y entonces el llanto de Otabek se deja escuchar.  

-Mi niño, se que no quieres esto pero debemos irnos -la madre del pequeño trata de tomarlo pero este se retuerce, tratando de salir de los brazos de su madre. 

Jean suelta la mano de Yuuri, los demás niños han empezado a lagrimear y destacan los gritos de Beka, los demás niños y adultos observan con tristeza la escena que se lleva a cabo en el patio de la escuela. 

-No me quiero ir -trata de decir entre llantos. 

-Pero debemos hacerlo -trata de convencer a su hijo. 

-No, tu debes hacerlo, yo no quiero, no me quiero ir -Otabek lucha contra su madre, quien a empezado a llorar también. 

-Tu abuela nos necesita -susurra. 

-Pero yo necesito a mis amigos, a mi profesor, a mi me gusta vivir aquí -Otabek siente un par de brazos abrazarlos por detrás y deja de forcejear. 

-Tienes que irte -susurra Jean, sintiendo a Beka tensarse. 

-No puedo - se da la vuelta y encara a Jean, este no suelta su agarre. 

-Tu familia te necesita -acaricia los cabellos del menor, tranquilizándolo. 

Se quedan así, los niños se acercan y hacen un abrazo grupal, todos tratan de tranquilizarse y susurran palabras de apoyo hacia el Kazajo. 

La madre del menor observa la escena, se siente triste e impotente al saber que su hijo a hecho un lazo muy grande con esos niños y ahora tienen que separarse. 

Observa a Jean, quien mantiene su mirada fija en ella, trata de sonreír en forma de agradecimiento, pero el menor frunce el ceño y abraza a Yurio y Phichit, quienes no pueden dejar de llorar en silencio. 

-Se que está pasando por un momento difícil y que esto lo hace aún más, pero creo que debió pensar mejor en como decirle lo sucedido a su hijo -habla Yuuri, llegando al lado de la mujer. 

-Tenemos que irnos ya -contesta, un poco molesta. 

-¿Y usted considera sano decirle todo a Otabek? Sin tiempo a reflexionar y asimilarlo, no estoy tratando de corregirla, pero considero que usted debería sentirse culpable por todo lo que estos niños están sintiendo en este momento -Yuuri cierra sus manos ante la impotencia de ver a sus pequeños tan tristes. 

-Fue muy fuerte para mi, no esperaba la noticia de que mi padre había muerto, no puedo con esto -la mujer baja la mirada. 

-La entiendo, pero no debería darle más dolor a su hijo, usted debe mostrarse fuerte ante él, porque también él la necesita a usted, así como usted necesita a su madre ahora-. 

-Usted no sabe nada -la mujer observa con enojo a su profesor. 

-Mi padres murieron cuando yo tenía 12 años, mi hermano tenía 19 años para ese entonces, ella se hizo cargo de mi, me cuidó, alimentó y me ayudó a sobre llevar todo lo que estaba pasando, ella era una joven cuando eso pasó y supo tomar buenas decisiones, yo también quiero que tome buenas decisiones -. 

-Otabek, ya es hora de irnos -la mujer se aleja del profesor. Los niños se dan un último abrazo. 

-¿No crees que fuiste un poco duro con ella? -pregunta Viktor. 

-Ella necesitaba que alguien le abriera los ojos, solamente falta esperar a ver si ella lo a entendido -Yuuri voltea a ver al peligris. 

-Vamos  a despedirnos -camina hacia el Kazajo y se agacha para darle un gran abrazo y revolver sus cabellos. 

Yuuri también se acerca al menor y lo abraza fuertemente. 

-Te quiero mucho, Ota, te extrañaré -el niño lo abraza de vuelta y besa la mejila de su profesor. 

-Yo también -es lo único que dice antes de marchar detrás de su madre. 

Yuuri solo debe esperar a que la madre de ese pequeño niño comience a tomar decisiones para el bien de todos, no únicamente el de ella. 


Tardé mucho y lo siento, pero oficialmente estoy devuelta. 

Espero que les haya gustado esta capítulo, hasta a mi me duele escribir esto, pero la vida siempre da vueltas y vueltas  no sabe donde parar, va de la felicidad a la tristeza y viceversa. 

Gracias por leer, nos vemos pronto. Lo quiero mucho, ByeBye. 💖 



Yuuri-sensei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora