Tercera carta

501 155 11
                                    

11 de Junio del 2017

Para Jeon Wonwoo

¿Sabes lo delicioso que es el helado de frambuesa con queso? La heladería donde fuimos hace año y medio, en nuestro aniversario, acaba de crear un nuevo menú del que estaba seguro te encantaría.

Seokmin y Soonyoung se han decidido ha probar todos y cada uno de ellos, me he visto obligado a seguirlos, más por propia voluntad que por obligación. Tal vez al final no sea tan buena idea, pero quiero intentarlo, a lo mejor resulta algo bueno de todo eso.
Mi madre incluso me ha llegado a decir que también quiere probar, supongo que en los últimos meses nos hemos ido acercando más. Ella teme de que yo siga tus pasos y decida irme contigo a donde sea que estés, sin importarme lo que ellos puedan llegar a sentir.

Y sí, me ha pasado por la mente hacer algo de esa calaña, solo que últimamente ese tipo de pensamientos suicidas han ido desapareciendo conforme la terapia va haciendo efecto.

Conforme tú también lo haces.

Me han ofrecido un trabajo en una revista de modas, como modelo, lo que me será de gran ayuda una vez que termine la carrera y busque un empleo al ya llevar esas referencias.
Siempre dijiste que tenía cierto tipo de "talento" para hacer que mi cara bonita reluciera entre las hojas de papel, destacando.

Bueno, ahora no dudo de tus palabras. Me hubiera gustado que te quedarás más tiempo, que soportaras todo lo que acontecía en tu vida cotidiana y de lo que yo no estaba al tanto, pero es claro que eso no puede ser. Y yo no controlo el tiempo como para regresarte a la vida.

La primera cosa que lamentaré es no haber hablado contigo y escuchar tus problemas, incluso sospechar de si los tenías o no. Fui un idiota, un pésimo novio.
De hecho no es necesario reafirmarlo, Seungcheol ya lo hizo, justo una semana después de tu funeral; el mayor llegó a mi casa, tocó reiteradas veces y una vez que finalmente le abrí, me molió a golpes.

Dijo que era tu novio, que debí de haberte cuidado más, que fui un imbécil, un idiota sinvergüenza, que nunca te merecí.
Obviamente dejé que se desquitara, que sacara todo su dolor, porque él, al igual que yo, estábamos rotos por tu partida, casi destruidos. Eras su mejor amigo y eras el amor de mi vida, y siempre será así, dudo encontrar a alguien como tú.

Eres único, Wonwoo.

Tú y yo éramos como aquella pareja de pájaros que se posaron en el árbol frente a la ventana de tu cuarto; inseparables, como dos gotas de agua que vivían para hacer feliz al otro.

Yo no sé siquiera si lo logré, yo no sé cuán feliz habías sido junto a mí, de hecho nunca me lo había puesto a pensar con detenimiento. Tal vez sí como tal vez no, no había una respuesta exacta.

Fuimos estrellas fugaces, solo que tú dejaste de brillar entre las demás constelaciones.
Mingyu.

Cartas a un suicida「Meanie」Where stories live. Discover now