"Es mi vida"

224 23 9
                                    





[Pasado]


Mika.







Fui a la librería y encontré el libro, el corazón me latía tan rápido, y yo pensé en llamarle a Eren porque quizá tenia un ataque cardiaco.

Camine hasta una de las mesas que estaban llenas de estudiantes, quizá elegí un mal momento, así que deje las mesas de enfrente a ellos y me sumergí en el fondo de la biblioteca, donde los sonidos se escuchaban demasiado lejos y el olor a paginas se me colaba por la nariz.

Me sentí muy relajado, y al menos mi corazón se calmo por un rato.

El titulo de libro era: Ese instante de felicidad.


Sonaba a ese típico libro de auto-ayuda que yo no quería leer. Así que me fui directo a la hoja de registros, pero no había nada allí. Casi me muero porque habían pasado dos semanas desde que me encontré con ese mocoso y no quería pasar mas tiempo.

Sin nada mas que hacer comencé a hojear el libro y me dije, ¿por qué no?

Resulto ser lo contrario a lo que yo esperaba, hubo algo que llamo mi atención, pero en ese entonces yo no lo entendí, quizás si era un niño después de todo.

Pedí el libro prestado y lo lleve a casa, completamente abatido y decepcionado. Y al llegar sólo me encontré con Eren echo un ovillo en el suelo viendo una película llamada Titanic. ¡Eso era tan cliché!

Cuando me vio me comenzó a lloriquear como un niño de cinco años.

—¡Cabían los dos! ¡Maldita tipa! ¿Como dejo morir a Jack? ¡Estando tan bueno!— dramatizó.


Me senté a su lado a ver el final porque era muy divertido verlo llorar por una película tan... Básica.

Eren estaba peor que Magdalena. Sollozaba y maldecía al universo y a la tal Rouse por no dejar subir a Jack a la tabla, fui al baño a buscar papel porque de otro modo dejaría sus mocos por todos lados y ew.

Cuando la película acabó, el gigante ese parecía estar traumado.


—¿Estas bien?— le pregunte medio en broma, medio enserio.

—...NO, COMO PUEDE SER TAN PUTAAAAA— ahí vamos de nuevo— CABÍAN LOS DOS. CARAJO. CABÍAN LOS DOS, ESA MALDITA QUE NO LO DEJO SUBIR, AH CLARO, PERO BIEN QUE SE LO FOLLO EN EL CARRO ESE-


Huí a mi habitación.


Una vez ahí saque el libro de mi mochila y encendí mi teléfono para poner algo de musica, después de una hora Levi asomo su cabeza en mi puerta.

—¿Qué?— pregunté.

—Necesito que distraigas a Maria Magdalena en persona, esta en la sala y no creo que se mueva hasta que Siempre a tu lado, termine.— ya que abrió la puerta un poco más note que iba envuelto en unos pantalones demasiado pegados que le marcaban mucho el culo. Así que fruncí el ceño y pregunte;

—¿A donde vas?— Levi casi lloriqueo como adolescente siendo cuestionada.

—Voy a salir.

—Te pregunte a dónde, no que si ibas a salir, estúpido.

—Con Erwin, ¿bien? Iré a un bar con él en el centro.

—¿Y luego?— presione.

—Quizá a su casa.

Mi Peor Perdición.Where stories live. Discover now