15. Petirrojo del paraíso

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Después de un largo viaje lograron llegar finalmente a India, donde los esperaba el príncipe Soma, él se había marchado unas horas antes mientras sus invitados se acomodaban en sus respectivas habitaciones.

-Bienvenidos a mi palacio!!!- gritó el joven, dándoles a conocer lo feliz que estaba al recibirlos en aquel lugar- espero que las ropas les hayan quedado bien, todo esta hecho con seda así que no deberían de tener molestias-

-para nada príncipe, estamos realmente agradecidos que nos recibiera de forma tan hospitalaria- habló la joven con elegancia-  por otro lado, el conde Phantomhive no se ve muy contento-

-usted lo ha dicho Catherine, no estoy nada contento. Nadie le pidió a Soma que enviara a un montón de mujeres a desvestirme para ponerme esto- dijo señalando su vestimenta

-pues a Sebastian parece no haberle molestado en absoluto- rió el joven moreno

Éste solo sonrió recibiendo como respuesta el ceño fruncido de la condesa. Al ver el efecto que había causado en ella se sintió satisfecho. Objetivo cumplido, pensó para si mismo.

-muy bien, vamos a celebrar su llegada con un gran festín!- dijo Soma feliz- Agni! Quiero que arreglen todo lo mas pronto posible-

-si mi señor- contestó el sirviente para luego retirarse de la gran habitación

Luego de un par de horas ya estaban todos celebrando, bailando y comiendo. Soma y Ciel se encontraban hablando mientras en otro lugar de la habitación se encontraba una pareja observando las danzas que ejecutaban un grupo de jóvenes.

-Sebastian, no crees que el ladrón tenga otras intenciones?-

-De qué habla mi lady?- preguntó un tanto confundido el demonio

-creo... que el robo de la medalla de mi madre está ligado a la muerte de la familia real, mi familia-

-no estoy seguro señorita, pero de lo que si estoy seguro es que la protegeré con mi alma-

La joven rió, sabía que el demonio no tenía, pero había comprendido el mensaje perfectamente.

-otra cosa Sebastian, deja de tratarme de señorita, después de todo no somos una pareja?-

El demonio se sintió jubiloso, ella había dicho que eran pareja, eso significaba que podría estar con ella por siempre.

- por supuesto Catherine-

Los dos jóvenes enlazaron sus manos. Sebastian observaba atentamente a Catherine, y Catherine observaba a Sebastian, esperando a que éste realizara algún movimiento que terminara con la distancia entre sus bocas.

Y así lo hizo, Sebastian acercó su rostro al de la joven y unieron sus labios de manera suave. Ambos continuaron de este modo hasta que la voz del príncipe Soma interrumpió en el lugar-

-ésta a sido una celebración magnífica, todos reunidos hablando, bailando, comiendo y besándonos, lo digo por ustedes dos par de tórtolos- dijo señalando claramente a la condesa que se encontraba ruborizada hasta las orejas y al mayordomo que sonreía por la reacción de su amada- lady Catherine, nos haría el honor de cantarnos. He escuchado de Ciel que usted posee una hermosa voz-

La condesa dirigió una mirada fulminante al conde, el nunca la había escuchado cantar.

-con gusto lo haré- dijo finalmente para luego observar nuevamente al conde y diciéndole con la mirada que esto no quedaría así

La joven se dirigió al centro de la habitación y comenzó con la canción.


Era la primera vez que tenia a humanos como público, lo cual la emocionó un poco. Mientras la joven cantaba Ciel se atragantó con su propia saliva, no esperaba que la condesa tuviera tan hermosa voz. Sebastian no se quedó atrás, el también estaba expectante ante tan bella melodía que producía la joven al mover aquellos labios que hasta hace poco había besado.

Una vez terminó de cantar todo quedó en silencio, el público se encontraba en completo silencio. La joven se preguntó cual había sido la causa de  que sus voces callaran.

-ejem- tosió con falsedad para lograr captar de algún modo  la atención de alguna persona

-eso... fue...- comenzó el príncipe Soma

-espléndido- dijo Sebastian terminando la oración

Luego de la respuesta de Soma volvió el bullicio junto con los bailes, las risas y los cantos. Todos habían quedado maravillados con aquella voz.

-bueno... veo que le hace honor a su otro nombre- habló Ciel

-cuál? El de los bajos mundos?- dijo Catherine encarnando una ceja

-no, por su puesto que no- sonrió el conde con cariño- en la alta sociedad la conocen como "petirrojo del paraíso"-

-pero... si ésta es la primera vez que tengo a humanos como público- comentó algo extrañada la condesa- ¿por qué me llamarían así, si nunca me han escuchado cantar?-

-la persona que comenzó con este nombre fue una marquesa llamada Kalliope, lamentablemente ella desapareció hace ya dos meses. No logramos encontrarla en ningún lado-

-eso es obvio- dijo riendo al recordar aquel apodo que le había dado una de las personas mas preciadas para ella. Ciel no lograba comprender el origen de aquella risa. Mientras Catherine reía Sebastian se había aproximado a ellos para acompañar a su amo y a su doncella- como no me enteré antes? Ella ha sido la única que me ha llamado por ese nombre-

-ya conocía a lady Kalliope?- preguntó Sebastian uniéndose a la conversación

-por su puesto. Ella es una musa, una diosa de la música, de las artes, eso explica ya varias cosas. La conocí cuando aun era pequeña, fue mi maestra durante una gran cantidad de años, ella me enseñó todo, incluyendo cantar-

-ya veo, debo felicitarla por formar tan hermosa voz-

-muchas gracias conde, espero que haya disfrutado de mi voz-

-por su puesto mi lady. Ahora, si me disculpan iré a descansar un poco- dijo sonriendo Ciel- no es necesario que me acompañes Sebastian-

-que descanse mi lord- se despidió el demonio- Catherine, deberías también ir a dormir. Mañana viajáremos a Grecia y tenemos que madrugar-

-está bien vamos a dormir- dijo la joven tomando la mano del demonio y enlazando sus dedos con los de él

Los dos jóvenes se despidieron de Soma y se retiraron a su habitación tomados de la mano. Al llegar, él la recostó suavemente en la cama y la beso deseándole buenas noches.

Ambos cayeron de inmediato en un profundo sueño, sin percatarse si quiera del intruso que los observaba atentamente desde la ventana de su habitación.

~Kurd, ya falta poco para que nos encontremos nuevamente~

Susurró la voz para luego desaparecer completamente del lugar.


Un ángel para el demonio. (EDITANDO)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz