16. Kalliope

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Mi querida Catherine: 

Aún me cuesta algo llamarte por ese nombre, estuve tantos años llamándote Kurd que se me hace un poco extraño mencionarte de este modo, pero bueno, el nombre solo es la ropa  que nos identifica como seres aún viviente, ya que al morir lo único que queda es nuestra alma y las acciones que realizamos a lo largo de nuestras vidas.

Mi dulce cielo, haz crecido tanto, y yo no tuve la oportunidad de quedarme a tu lado y protegerte como es debido, de solo pensar en ello me entrar las ganas de llorar. Recordarte sonriendo es lo único que me alegra los días y me recuerda que tengo que seguir adelante para no dejarte sola, y por esa misma razón te escribo esta carta, ya no me necesitas. En realidad, siempre fuiste una mujer fuerte, independiente y audaz, sin la necesidad de depender de otros, pero ahora que te pude ver ya estoy segura de todo. 

Tienes un hombre que te ama y que te cuidara pasa lo que pase, lo descubrí anoche mientras dormías en sus brazos, en un comienzo no me agrado el hecho de que fuera un demonio, después de todo, esa es una de las criaturas mas odiadas por nosotros los dioses y las musas. Pero luego de un rato, me di cuenta que tú eres diferente,no juzgas la apariencia ni el corazón, si no que ves el alma del ser. Realmente me di cuenta hace años atrás, cuando aun eras una niña, no importaba el  animal, criatura o dios con el que te encontraras, eras felices con todos aquellos que se sintieran arrepentidos por sus actos cometidos en el pasado, y eso mi cielo, uno lo hace observando el alma.

Yo... dentro de poco dejare este mundo, para convertirme finalmente en lo que toda musa quiere, arte y amor. Lamento no poder haber estado mas tiempo contigo, lamento dejarte de esta forma, a través de una simple carta, pero quiero que tengas en cuenta que pase lo que pase, yo siempre estaré a tu lado sin importar qué.

Catherine, ya es hora de que comiences a ser feliz, olvídate del odio, del rencor, del pasado. Se que duele recordar aquello que te separo eternamente de tu familia y que destruyo tu vida tan pacifica, pero quiero que también recuerdes que después de todo el dolor viene la alegría. Se feliz con el pequeño conde y con el apuesto mayordomo, jajajaja. Se feliz, ten hijos, críalos, para que sean igual que tú, puros de corazón.

Mi hermosa y preciada Kurd, en este momento estoy llorando mientras termino esta carta, porque sé que será la ultima que tengas de mi parte, no me olvides y no olvides a tu familia, porque ellos siempre estarán a tu lado aun que tú no logres verlos.

Te amaré por siempre sin importar el lugar en el que me encuentre.

Te quiero




                                                                                                                  Kalliope.



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Catherine se encontraba llorando destrozada por la carta que había leído recientemente, el solo hecho de no volver a ver a la mujer que fue una madre para ella causaba un gran dolor. Pero la carta no quedaría en su cabeza dando vueltas únicamente, cumpliría lo que Kalliope le pedía, tendría una familia, y la cuidaría hasta el final de los tiempos, olvidando el dolor que había dejado aquel extraño ser que alguna vez la destrozó.

-oh mi lady, mi hermosa Catherine, lamento lo ocurrido. Avanzamos tanto buscando, para que luego lady Kalliope nos dejara de tal manera. ¿Qué haremos ahora?-

-continuemos, regresemos al reino de mi padre. Ya es hora de volver y terminar con esto-

-estas segura? No quiero que te hagan daño- dijo Sebastian rozando su mano con la mejilla de la joven

-si, después de todo es mi reino, el reino que se me fue dado tras la muerte de mi padre. Volveré y afrontaré al pasado, sin importar que es lo que se interponga en mi camino. Cumpliré el último deseo de Kalliope y viviré por el resto de mis días. Aun si el futuro es oscuro, sé que estando contigo, con Ciel y con todos los demás lograré llegar a mi meta-

El demonio sonreía, la mujer a la cual amaba le  demostró que había algo mas fuerte que el odio y el deseo de venganza. El coraje.

-muy bien marchémonos, ya no tenemos nada mas que hacer en este lugar- decretó el joven conde con una sonrisa en el rostro. "Definitivamente es el ángel guardián que salvará a su reino" pensó Ciel

-¿a dónde nos dirigimos mi lady?-

-a un lugar helado-


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~ Chaterine! Chaterine! Oh mi querida Catherine! No te preocupes, ya pasará porque cuando hay cura, hay esperanza. Todo lo que sana, alberga esperanza, de una cascada congelada ella aparece y avanza lentamente desde el frío cielo, así que no te preocupes porque pase lo que pase siempre tendrás el apoyo de todos~





Un ángel para el demonio. (EDITANDO)Where stories live. Discover now