CAPITULO 3: CAPRICHO DEL DESTINO

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CAPÍTULO 3

Después de que el esposo de su hermana, Carlos McGregor, saliera de viaje Molly la invitó a ir de compras ya que no le parecía adecuada la vestimenta de su hermana.

— Necesitas tener ropa, no esos harapos que traes puestos — Maggy se miró sus jeans algo desgastados y el suéter de punto que su madre había tejido para ella.

— Pero esta ropa me gusta — dijo ella mienttas Molly la miraba con desprecio.

— Claro y puedes quedártela pero necesitaras algo más devente para cuando tengamos visitas, no te presentaré asi vestida — Maggu suspiró resignada, no había manera de poder llevarle la contraria a Molly, ella siempre había sido la gemela dominante.

— Está bien — salieron y el chofer las llevó a yna zona exclusiva donde Molly le elegía toda la ropa que Maggy jamás hubiera imaginado, su hermana le había comprado todo un gurdaropa entero incluso hasta ropa interior de las mejores marcas, esas que Maggy solo veía en las revistas o en la televisión.
Después de qje terminaron Molly la envió de vuelta a casa con el chofer mientras ella se quedaba a resolver unos pendientes, al menos era lo que le había dicho a su hermana. Después de que las chicas del servicio la ayudaran a subir todo se puso a acomodar toda la ropa nueva que Molly le habia comprado, en el fondo nonpodia negar que se sentía un poco emocionada ya que jamás habia tenido ni una sola prenda fina.

Decidió salir a caminar, se puso una chamarra negra y unas botas de piso a juego  y salió de esa casa con un rumbo indefinido, estaba el clima helado. Había momentos en los que odiaba sentir tanto frío, se le hacía increible que los cuerpos humanos aguantaran temperaturas tan bajas y otras veces tan altas. 

Vió un parque y se detuvo  para descansar un momento ya que habia caminado bastante y se sentia exhausta, estuvo sentada mirando la gente pasar y reflexionando sobre lo que haría ahora que estaba en la ciudad, tendría que buscarun empleo y en cuantonpudiera rentar un apartamento para no depender de Molly, estaba tan ensimismada que cuando se dió cuenta ya estaba a punto de anochecer y había una ligera brisa helada. Decidió irse antes de que acabara completamente mojada y congelada por ese invierno que le calaba hasta los huesos, pero a los cinco minutos de salir de allí la brisa se volvió una lluvia torrencial, empezó a correr pero el frío la estaba matando, un auto se detuvo y un hombre bajó el cristal del auto y le dijo que subiera, ella lo pensó unos segundos y se negó. Pero despues de caminar unos metros más se arrepintió y subió corriendo sin pensar en quien era ese desconocido tan amable, solo el frío que le calaba hasta los huesos.

— Hace mucho frío alli afuera, ¿que hacías mojándote? — Preguntó ese hombre, era muy guapo, quizá el mas guapo que ella hubiera visto, alto, cabello oscuro y unos ojos negros que la miraban fijamente y la ponian demasiado nerviosa.

— Es que estaba de paseo y ahora que regresaba a casa de mi hermana empezó a llover — No dijo nada solo asintió, siguió manejando hasta que llegaron a una casa, mas pequeña que la de su hermana pero una casa hermosa.
La casa era de una sola planta en colores claros, guardó el auto en el garage y ambos bajamos del auto. Maggy se sentia como una tonta, no se había puesto a pensar quien era ese hombre y mucho menos que intenciones tenía al llevarla a su casa y ella que no se había resistido a nada.

— Pasa, te llevaré al cuarto de lavado para que puedas secar tu ropa — le dijo el desconocido y es que aún no sabía ni su nombre.

— Sí, muchas gracias.

— Te dejaré aqui mientras yo voy a la cocina para preparar algo caliente.

El salió y no lo volvió a ver hasta que terminó de secar la ropa y vestirse, salió de allí y se dirigió a lo que parecía ser la cocina, allí estaba ese hombre preparando algo.

— Siéntate y toma un poco de chocolate caliente, tu cuerpo necesita calor en este momento — dijo sonriendo, wow ese hombre era demasiado guapo, parecía un sueño hecho realidad. Creyó que estaba loca, ¿Desde cuando ella pensaba así? 

No pudo evitar ruborizarse por sus pensamientos  y se sentó alrededor de esa mesa.

— Mi nombre es Nicolas... Nicolas McLean, ¿Y tu? — no estaba seguro si lo reconocería por sus libros o por el parecido que tenía con James, ya que habia usado el pseudónimo que usaba para escribir y no su verdadero apellido.

— Margaret Tyler, Maggy . Tu nombre me es familiar pero no recuerdo de donde— Por que le había dado mi diminutivo, estaba loca, apenas y lo conocía y en cuanto a su nombre creo que si lo había escuchado antes.

-Me disculpas en un minuto regreso — nonpido evitar sentir hervir de ira su sangre.

Nicolas salió de la cocina y tardó en regresar un poco pero ella lon esperó.

— Creo que te tienes que ir, te llevaré a tu casa, ¿Te parece bien? — preguntó en cuanto volvió a la cocina.

Maggy asintió y en el trayecto a casa de Molly supo que ese hombre la miraba de de una manera distinta, era algo que le pareció muy raro. Le dió su número de teléfono por si necesitaba algo y le pidió el suyo a lo que ella accedió.

Llegaron y Maggy le dió las gracias por haberla ayudado. Se despidieron y el prometió llamar para ver si quedaban para comer o salir a cenar.

Ella se metió corriendo a la casa y como una tonta al llegar a la habitacion empezó a sonrreir, un hombre guapísimo la invitaría a salir, no lo podía creer. A punto de dormirse y no sabía nada de Molly, ¿Dónde estaría? de repente suena su móvil y no se lo puedo creer, es Nicolas pidiéndole que salga mañana con él, le envía un mensaje y por supuesto que acepta. Mañana a las 6 pm lo verá de nuevo y eso la hace sentir muy emocionada.

Debe estar volviéndose loca para aceptar esa invitación pero ese hombre no la deja pensar claro, es tan atractivo. Quizá sea su falta de experiencia lo que hace que reaccione como adolescente enamorada. ¿Enamorada? No, eso no podía ser puesto que apenas y lo conocía aunque ella moría de ganas por que llegara la hora en que se volvieran a ver nuevamente.

AMOR O VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora