CAPITULO 5: CONFESIONES

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CAPÍTULO 5

Cuando entró a la habitación daba saltos de alegría, no podía creer que una chica tranquila como lo era ella había besado a un hombre, el hombre del que se estaba enamorando. Eso si que era una verdadera sorpresa. Se tiró en la cama y de pronto sonó su teléfono, lo tomó para revisralo y era un mensaje de Nicolas.

"Bonita, paso mañana por ti para llevarte a un lugar que se que te gustará mucho y gracias por el beso. Espero que aceptes la invitación, hasta entonces."

Oh, Dios mío! Penso Maggy, estaba relamente nerviosa, mañana lo volvería a ver y realmente deseaba besarlo de nuevo, sentir sus manos acariciándola como antes lo hizo y no pude evitar pensar en otras cosas un poco perturbadoras. Sonrió para sus adentros.

Maggy sale de la habitación y se dirige a la de su hermana, quería hablar con ella sobre lo de su amante, esperaba que Molly lo negara, llegó a su habitación y tocó la puerta, esta se abrió y allí estaba Molly con su bata de seda negra, parecía que estaba a punto de irse a la cama.

- ¡Hola Molly! ¿Puedo pasar? - preguntó dudosa al ver la expresión molesta de su hermana.

- Pasa, pero por favor que sea rápido, estoy muy cansada - le respondió mientras caminaba hacia su cama y se sentaba

- No hemos hablado desde que llegué a tu casa. Ni siquiera has preguntado por nuestra Madre y su muerte - su voz sonaba triste y quebrada pero se dijo que no lloraría - Pero el punto es que a pesar de ser hermanas gemelas eres una completa desconocida para mi.

- Por favor Maggy no quiero hablar del tema ya te dije que estoy cansada. - volvió a insistir.

- Yo también estoy cansada ¿Y sabes por que? Por que yo vi a nuestra madre consumirse por culpa de tu ausencia, nos abandonaste solo para venir aquí a casarte con un hombre millonario, al cual para colmo engañas - Molly la miró sorprendida pero no dijo nada, al contrario siguió escuchando loq su hermana tenía para decir - ¿Crees que no lo sé? - la miró retándola con la mirada, ella solo la veía de una forma tan cínica que creí que Molly no le importaba nada de lo que había dicho.

- ¿Crees que me importa que lo sepas? Me da igual Maggy - se dió vuelta y se sentó en la cama - Por supuesto que me casé por dinero y por obvias razones tengo un amante joven y guapo, no como el gordo y viejo de Carlos - ella estaba que no lo creía, Molly era realmente perversa y malvada - Y para que no te quede duda de nada te diré que por supuesto las extrañaba pero por nada ni nadie abandonaría mi sueño de ser millonaria ¿Y que crees? Que lo logré Maggy, tu siempre has sido tan insignificante, tan tonta que no te permites disfrutar los placeres que la vida tiene y el dinero es el mejor de todos.

- Pues yo te diré algo Molly, no creo que llegues a ser feliz pensando así - Maggy esta realmente decepcionada de su hermana - El dinero no puede comprar el amor.

- Ja ja ja, ¿Crees que me importa el amor? Por supuesto que no, lo tuve y lo dejé ir ¿Sabes por qué? Por que no hay nada como el dinero, ese pobre estúpido me amenazaba con matarse si yo lo dejaba - Maggy se tapó la boca, estaba relamente sorprendida por todas las cosas que su gemela había ñasado para estar donde estaba, a ella no le importaba pasar por encima de quien fuera para lograr lonqie quería - Yo lo amaba pero el poder del dinero siempre será más fuerte que el "amor" - al decir esa ultima frase Molly se quebró un poco.

- Eres una interesada Molly, no tienes amor por ti ni por nadie y dudo que lo hayas conocido.

-Si no te gusta te puedes ir de mi casa. Por que te recuerdo hermanita que vives bajo mi techo - la última frase se la recalcó para que a su hermana no le pasara desapercibida.

- Tienes razón, me voy en este momento - salió dando un portazo, estaba tan harta de su hermana, harta de escuchar sus tonterías. A ella solo le interesaba el dinero y los lujos que podía tener, Maggy se preguntaba por ese pobre hombre que abandonó su hermana y que sería de él, se preguntaba si habrá cumplido sus amenazas de quitarse la vida. Y su pobre madre sufriendo por una hija que jamás pensó en ella, que nunca le importó nada ni siquiera su familia. Ahora debia pensar a sonde iría, no tenía dinero ni conocía a nadie. Un nombre vino a su mente, era la unica persona que podría ayudarla aunqke noe staba segura de que le diría. Algo tenía que hacer pero rápido, no aguantaba estar un minuto mas bajo el mismo techo que Molly. Tomó el movil y lo llamó, sonó una, dos, tres veces cuando por fin le contestó.

- ¿¡Hola!?, ¿Maggy eres tú? - preguntó con la voz un poco mas grave de lo normal.

- ¡Hola! Perdón por llamar a esta hora pero ¿Crees que puedas venir por mi ahorita?

- Si, claro. en veinte minutos llego -no preguntó nada, eso era bueno por que ella no quería contarle la verdad, no por ahora.
Maggy se apresuró a hacer su equipaje guardando sus pertenencias, iba a dejar la ropa que su hermana le había comprado pero al final la guardó ya que ella no tenía casi nada de ropa. Cuando terminó bajó con su maleta y salió fuera de esa casa, la noche estaba fría y la nieve caía como dardos en su cuerpo pero no sentía el frío, solo el dolor de sentir que una parte de ella había muerto, la imagen de su hermana gemela se quebraba y dudaba que algún día pudiera unir esas piezas sin que quedaran grietas.

Un auto se detuvo frente a ella y de él bajó un hombre alto, era Nicolas, él miró su maleta y preguntó.

- ¿Qué pasó Maggy? - la miraba de forma muy extraña, sus ojos oscuros lo eran aún mas.

- Es que tuve una discusión con mi hermana.... y me ha corrido de su casa - bajó la mirada - ¿No se si pueda quedarme contigo en lo que consigo un lugar para rentar?

- Claro que sí, venga vamos sube al auto. - subió el equipaje al maletero y despuea se dirijieron en silencio hasta que llegaron a la casa de él. Entraron Nicolas dijo - Te dejaré la cama y yo dormiré en el sofá - ella solo asintió apenada.

Nunca había dormido con un hombre tan cerca y menos con uno por el que sintiera aquellas mariposas revoloteandole la panza y mas abajo. Maggy se ruborizó al pensar aquellas cosas. Entraron a la casa y Nicolas llevó el equipaje a su habitación.

- Ya es tardes creo que tenemos que descansar. Yo tomaré esta almohada y la sabana para dormir en el sofá - le dijo mientras tomaba sus cosas.

Le dió las buenas noches y cuando iba a salir de la habitación Maggy lo detuvo tomándole el brazo, él solo la miraba con una ceja levantada y una vocecita dentro de ella le gritaba que le pidiera que se quedara con ella. La cama era enorme y bien dormiriamos los dos sin necesidad de tocarnos, ¿Realmente eso quería? Pensó ella, debatiéndose entre lp que debía y lo qie quería hacer. Por supuesto que no, lo que deseaba era que el la besara, acariciera y que la hiciera mujer por primera vez. No podía decir eso, era algo pecaminoso, ¿Pero es que acaso soy una monja? Por supuesto que no, soy una mujer que quiere vivir.

- Nicolas.... puedes dormir en la cama, es muy grande y cabremos los dos muy bien. ¿Que opinas? - él la miró con los ojos entrecerrados como analizando la situación.

- ¿En verdad es lo que quieres?

- Sí, estoy segura, duerme conmigo - me sorprendí por como se escuchaba eso, era como una invitación a tener sexo - Me refiero a dormir en la cama, no veo que tendría de malo - la mirada de Nicolas era indescifrable y por un momento Maggy creyó que rechazaría su oferta.

- Está bien, después de todo el sofá no es para nada cómodo - agregó mienttas se acostaba en el extremo derecho de la cama y se cubría con su sábana. Maggy hizo lo mismo y se acostó en el otro extremo sin tocarlo, se cubrio con su colcha y se quedó completamente dormida sin siquiera ponerse una pijama. Por su parte Nicolas no podía conciliar el sueño, la cabeza le daba vueltas de tanto pensar. El destino le habia servido en charola de plata a la asesina de su hermano así tenía que pensar muy bien cual seria el próximo paso que daría para lograr sus planes, vengar la muerte de James y la destrucción de Maggy Tyler.

AMOR O VENGANZAWhere stories live. Discover now