Te odio pero...TE AMO - Andy Biersack (Terminada)

Capítulo 27

Rendido, caminé hasta mi casa, bueno, a la de Oliver, caminaba junto a él.

— Sigo insistiendo en que a ti te pasa algo — dijo, mirándome. Todo el día decía que yo tenía algo.

— Terminé con Juliet — dije, él sólo se quedó callado.

Pero algo cruzó mi mente.

«No es sólo eso lo que te pasa» mi subconsciente.

<Es eso lo que me pasa>

«Te conozco, eres yo»

<Lo sé maldito subconsciente>

Y mi amigo querido, Oliver, me dio una bofetada de repente. Para después carcajear.

— JAJAJAJA FUE ÉPICO — dijo, viendo cómo yo me giraba masajeando mi mejilla, después del golpe.

— ¿Por que demonios...? — pregunté, el paró un poco su risa.

— No reaccionabas, al parecer tenías una pelea con tu consciencia — dijo, adivinando.

— Buen motivo para golpearme así — suspire.

— Lo sé, méritos a mi conciencia — presumió, arrogante...

Puse los ojos en blanco, intentando no reír. Llegamos a su casa, el ya sabía que pasaba con mi familia, y ya que el vive con su familia aquí en su casa con la cuál yo me llevo de maravilla, pues...

— Te quedarás — me afirmó.

Él entró, y yo pasé detrás de él, los dos caminamos a el living después de cerrar la puerta. En el living se encontraba su hermano Tom, su madre Carol, su padre Ian y su hermana Natalia.

— Hijo! Andy! — gritó Carol, me pidió que le hablara a todos de tú.

— Hola Carol — saludé amablemente y nos dio un beso en la mejilla a cada uno.

— Hola hijos — dijo Ian, era un amor xD.

— Hola chicos — saludó Tom, concentrado en su videojuego, un muy buen chico.

— Ho...la Andy — saludó Natalia tímida — Ah, y hola hermano — le dijo a Oliver.

Nos saludamos entre todos.

— Papá, mamá, necesito hablar con ustedes sobre Andy — dijo, pidiéndome permiso con la mirada de hablar sobre mis padres, yo asentí.

Ian y Carol confundidos asintieron, y fueron con su hijo a una habitación. Tom estaba muy concentrado el el videojuego, y sorprendí a Natalia mirándome.

— Lo...siento tanto Andy — dijo, con un leve sonrojo, QUE LINDA .

— No, no importa — dije sonriendo, me senté a su lado.

— Ahora no estés zorreando con Andy — le dijo Tom, ladeándose hacía un lado.

— Que? — pregunté, y él explicó.