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El chico que amo tiene otra chica tal vez esta follandosela en este momento.

K.flay - blood in the cut  

El frío viento de Busan pasaba entre las personas nocturnas. Eran más de las 8 de la noche y aun así la vibrante ciudad estaba despierta. Parejas tomadas de la mano compartiendo una taza de café, otros saliendo del trabajo ansiosos por llegar a casa, y jóvenes amigos divirtiéndose.

Pero había una chica que caminaba al contrario de todas aquellas personas. Tapaba su boca por el frío con una mano, y con la otra arrastraba una maleta roja de ruedas, mientras su gabardina cafe se levantaba haciéndola estremeserse. Su rostro empapado de lágrimas por una escena que acababa de ver hace unos minutos atrás.
Era su noche de bodas, y mientras ella sufrió resfriado durante el vuelo, su recién esposo no podía desaprovechar que su recién esposa estaba en un estado como la Bella Durmiente, y salio unos minutos con sus dos hermosas vecinas coreanas de aquel hotel que ya las había visto y coqueteado desde el lobby.
Quería volver el tiempo, tal vez nunca despertar de aquel sueño e ir a buscar a su esposo, para escuchar su voz dentro de la habitación 126 y tocar, para que pensaran que era el servicio a la habitación, abriendo la puerta un casi desnudo joven recién casado y en el fondo dos chicas totalmente desnudas mirando asustadas a la pobre chica de nariz roja y cabello rojizo ondulado. Hubo gritos, amenazas, suplicas, un poco de golpes y un "estas acabado".
Aquella chica salio tan rápido del lugar después de aquel espectáculo para los demás elegantes huéspedes, que solo tomo sus pertenencias y salio de ahí. No podía pasar vergüenza una pareja occidental y de tan alto status social como ellos, o al menos eso pensó él, la chica dejo aun lado su elegancia y se convirtió en una joven con un lenguaje muy fuerte que nunca había utilizado. Llevaba un rato caminando con ira y llanto que cuando se dio cuenta de su alrededor no tenia ni idea de donde estaba.

Un mal paso hizo que uno de sus tacones se rompiera, llego a una banca de un desolado parque y se sentó, quito su botín y examino aquel tacón cuadrado de madera colgando del cuero negro, exhaló cansada y dejo caer el calzado.
De su abrigo saco su celular, tenia llamadas perdidas de su esposo, ver aquellos diez intentos de llamada la hizo entrar en un estado de enojo que sus dedos se pusieron blancos por apretar aquel aparato electrónico.
—idiota -saco con furia, para luego comenzar a marcar de su lista de favoritas a Papá. Timbro una, dos, tres veces y cuando por fin escucho el Hija, un chico paso corriendo arrebatando el móvil de las manos de la desconsolada chica- HEY -grito histérica y trato de correr detrás del criminal, pero solo con un zapato, iba desnivelada corriendo extraño, no había nadie cerca que la ayudara, entonces recordó su maleta, la dejo a un lado de la banca con su otro zapato, se detuvo y se devolvió corriendo- ¡no! -exclamó al ver a otro chico de gorra negra como él anterior agarrar sus pertenencias, menos el tacón, y salir corriendo, la chica hizo lo mismo pero el delincuente ya había desaparecido. Dejo de correr y se volvió a sentar en aquella banca. Quito su otro zapato y sobo ambos pies cubiertos por unos calcetines blancos con estampado de corazones rosas.
Estaba totalmente perdida, pero recordó que camino derecho, no dio ninguna vuelta, así que, si regresaba por donde vino, llegaría al lujoso hotel y pediría ayuda, además, después de todo el alboroto la recordarían. Se puso de pie decidida, descalza, con frío, ojos hinchados por tanto llorar, aun un poco enferma y con el corazón hecho pedazos, comenzó a caminar.—
—Esto no se puede poner peor -dijo entre dientes mientras sus brazos cruzados se aferraban a sus zapatos, pero, como si su mala suerte hubiera escuchado, comenzó a llover—
La calle estaba sola al igual que los autos comenzaron a ser mas escasos, fijaba la vista cuando veía luces, tal vez un taxi vendría bien en estos momentos. Y por fin, encontró uno, pero paso tan rápido que comenzó a correr, no se fijo lo que había enfrente de ella por seguir el auto, y se topo hombro a hombro con una persona.
—¡Hey, fíjate! -se quejo un chico en coreano, pero la chica no dejo de correr para alcanzar al taxi, aquel malhumorado coreano, quien sostenía un paraguas y una bolsa con comida, se quedo quieto mirando a la chica correr, solo veía su gabardina y su cabello rojizo mojado, y unos húmedos calcetines, dejo salir una risa sarcástica- gente loca -se quejo, mientras la chica, al cruzar la calle no se fijo, y unas luces venían hacia ella, su corazón se acelero y dio un salto hacia atrás, los tacones salieron volando y su cabeza pego contra el pavimento, aquel calzado cayo directamente en su rostro pegando fuerte. El chico del paraguas vio todo a lo lejos, el auto que casi la golpeo no se detuvo, la chica se quejaba en el suelo, solo veía las gotas ir hacia ella y sentía un dolor insoportable. De pronto dejo de sentir la lluvia y apareció un angelical rostro- ¿estas bien? -pregunto una voz suave pero varonil, comenzó a hacer más preguntas, pero la chica solo veía los labios carnosos de aquel ángel, su piel blanca y suave, unos hermosos ojos y cabello medio desordenado, de pronto todo se nublo y cayo desmayada—.

Begin Again [Park Jimin]Where stories live. Discover now