Clima del Viernes

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¿Recuerdas aquel día de esa conversación incomoda? Solo me fijaba en tus ojos profundos, turbios de rubor por esa vaga situación. Sentí tu miedo, y por dispersar la tensión que inundaba tu pulso, me dijiste:

- Oye! ¿y si hablamos sobre el clima?

Solo bastó un segundo para darme cuenta que aunque pongas todas las trabas mundanas y trascendentes, siempre serás mi temática favorita. Así, que te conteste de una forma muy incauta:

Tus cejas reflejadas por el sol matinal, son el puente que comunica un sendero hacia la perdición de mis sentidos

Tus labios son ese lugar favorito del verano donde avivo mis momentos más frescos, es esa evocación de aquella sinfonía de sabores que incita tu paladar.

Tus pechos son esas montañas perdidas bajo una neblina densa, a las cuales quiero fotografiar sin alterar ningún detalle, es allí, que por primera vez sentí la adrenalina que provoca ese fugaz acantilado.

Tus caderas son ese contraste entre el estado del arte y el marco teórico de una investigación sin precedente. Son esas dos líneas curvas sutilmente definidas las que cautivan mi ser, arraigando ese lienzo imperfecto para futuras odas féminas al verde vivo.

Tus piernas van más allá de los estereotipos implantados en esta sociedad calcinada, contaminando en trozos grises esas extremidades que predominan tu otra mitad, realzando la sensualidad contemplada desde el placer benévolo hasta un espacio hostil.

En sí, eres un raro desastre natural, pero tu cuerpo inspira pura poesía..

Delirios de una Persona InsensataWhere stories live. Discover now