XXI. Photography

317 45 24
                                    

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, créditos a Sir Arthur Conan Doyle y a los creadores de la serie Sherlock BBC.

AU/Johnlock/OoC/ Dark Sherlock/ Possesive Sherlock.

Enjoy.

▬▬▬▬   

XXI. Photography.

▬▬▬▬ 

" La fotografía, como sabemos, no es algo verdadero. Es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado " — Arnold Newman

   ▬▬▬▬   

04/01/17

—Entonces, ¿Eres feliz? — preguntó, observando los detalles de su camiseta. Los ojos de Mary repasaron su nuca, taladrando con insistencia su imagen en la penumbra de la habitación. Siempre había creído que jamás podría recomponerlo totalmente, pero ¿Qué más podría hacer? Ella lo quería de todas formas. Completamente. Relamió sus labios, deslizando sus dedos por las suaves sábanas en el pequeño espacio que separaba sus cuerpos.

Él soltó un suspiro, seguido de una ligera risa. El pecho de la rubia se contrajo por la melodía de la voz de John. —¿A qué viene eso? — preguntó el rubio, volteándose hacia la dirección de su pareja, mostrando aquella ínfima y suave sonrisa que entristecería a cualquiera. Los pliegues de su rostro achinaban sus grandes ojos oceánicos, y las comisuras de sus labios se alzaban levemente. Mary no pudo hacer más que contemplarlo recostado en aquella cama, observándole con cariño. Sintió como sus mejillas comenzaban a encenderse, probablemente otorgándole un tono carmín. Ella frunció sus labios con pesar producto de la calidez que se expandía por su pecho.

Lo amaba.

—¿Lo eres, John? — inquirió Mary, soltando una despreocupada risa, buscando con sus manos llegar al rostro del hombre. Lo único que había querido desde que lo conoció era hacerlo feliz. Producir en él el mismo sentimiento que ella sentía cada vez que lo tenía cerca, cada vez que él le hablaba o la abrazaba como un niño pequeño. Quería quitar aquella sombra de tristeza y desdicha de sus profundos ojos; quería que por primera vez, se sintiese aceptado por el mundo.

John afianzó su sonrisa, cerrando sus labios para ocultar su dentadura. El silencio se expandió entre ellos y Mary quiso tener la mentira por verdad. —Claro que lo soy, ¿Por qué no lo sería? — la mano de John acarició su rostro con sutileza. Su tacto era frío y suave. —Pensé que el sentimental era yo. — John repasó las facciones de la mujer con las yemas de sus dedos, depositando en las caricias el cariño que sentía por ella. Mary dejó exhalar un corto suspiro, inflando sus mejillas, sacándose la incertidumbre de encima. —Gracias. — musitó el rubio.

—Ya cállate. — responde Mary, provocándole un nuevo atisbo de una risa a John. Ella vuelve a observarle, mientras que él aleja lentamente la mano que acariciaba su rostro para dejarla reposando bajo su cabeza. Su corazón volvió a contraerse. Él la miraba fijamente, sin rehuir de ella, sin escapar. Sabía que ese momento era uno de los pocos en que John parecía tranquilo, en paz. De esos momentos que no se repiten y que significan más que una vida cuando puede percibir que en esos dos luceros no existe alguna sombra, ninguna oscuridad. Que las heridas sanan y ya no hay cicatrices adornando su cuerpo y su alma. Es ese momento donde Mary puede ver en los ojos de John un brillo que destella humanidad. Y ella pagaría por tenerlo así, por siempre, entregándole su corazón para que ella lo cuide y lo sane. Es en esos momentos cuando se siente realmente correspondida.

❝Photography❞ ↬ JohnlockWhere stories live. Discover now