Capítulo 2: No es un sueño

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Después de un rato Ikki se levantó, observó delante suya una ciudad la cual tenía ganas de investigar todo, y sobre todo saber qué o quién era la voz femenina.

A primera vista se podía ver varias razas conviviendo felizmente, desde elfos, como Rina, hasta lo que parecían hombres-bestia. lo poco que se veía desde la puerta del hospital, dejaba ver que las casas eran de techos altos, puntiagudos, de madera y con unas altas chimeneas de piedra - muy rústicos y acogedores - era como Rina los describe.

- Bueno, pues bienvenido a Will, la ciudad con más diversidad y con el mejor comercio. - dijo Rina alegremente y cruzándose de brazos - Antes que nada sería registrarte en un gremio - prosiguió ella -.

- Un gremio... - pensó Ikki - Pero gremio de que? - dijo mirando directamente a Rina -.

- Hay gremios de todo tipo aunque se ha puesto de moda últimamente los gremios de aventureros.

Yo siendo aventurero pensó Ikki, se imaginó a sí mismo, encima de muchos cadáveres de enemigos muertos riendo y levantando una gran espada mientras su capa ondeaba con el viento.

- Vale, decidido quiero ser aventurero - dijo Ikki con una sonrisa de oreja a oreja -.

Pero una cosa en la que Ikki no había caído, era que, no tiene equipacion, necesitaría conseguir todo pero el no tenia dinero.

- Entonces hagamos equipo juntos - dijo Rina ilusionada - llevo tiempo buscando alguien que quiera unirse a mi equipo, trabajar sola a veces es agotador - añadió ella mientras suspiraba -

Pero Ikki le explicó que no tenía dinero a lo que Rina no se preocupo mucho.

- Si vas a hacer equipo conmigo, te daré un pequeño préstamo y así podrás comprar la equipación necesaria por ahora - sonrió Rina -.

De repente Ikki irradiaba felicidad, no podía estar más contento, estaba en un mundo de fantasía a la cual existían los aventureros y encima le habían ofrecido hacer equipo, nada podía mejorar.

Sin más dilación se pusieron rumbo hacia el gremio.

El camino era irregular y de guijarros, sin perder el toque rural de la ciudad. De camino al gremio pasaron por delante del mercado e Ikki como buen chico curioso en un sitio nuevo se paró en todas las tiendas para ver lo que vendían, tiendas de comida, pociones, armaduras, armas incluso esclavos, esta última le hizo que su estómago se revolviera, como podía ser que la gente pudiera vender personas como si fuera lo más normal del mundo, claro está, a Ikki le parecía extraño ya que, en su mundo no existía la compra venta de esclavos.

A Ikki lo que más le fascinaba eran las tiendas de armas y armaduras, ya que necesitaba equiparse para poder ingresar en el gremio de aventureros.

- ¿Ves algo que te interese Ikki? - pregunto Rina - Por cierto en los gremios la gente no suele usar su nombre para inscribirse, así que vete pensando un nombre para registrarte en el gremio. - añadió -.

Ikki lo tenía claro, ya sabía que nombre usar para registrarse en el gremio.

- Veo un par de espadas que me gustan - dijo Ikki señalando una tienda que había visto -.

- Pues vamos a comprarlas - remarcó Rina -.

Fueron a la tienda que estaba un poco destartalada, pero el material que vendía parecía de buena calidad.

- Hola chicos, ¿os gusta algo de mi pequeña tienda? - preguntó el vendedor -.

Ikki le señaló dos espadas que eran iguales.

- Veo que tienes buen ojo chico, estas espadas son nuevas, recién salidas del herrero, no se si me entiendes - le guiño a Ikki -. Son Gladius - añadió -.

El nuevo mundoWhere stories live. Discover now