Parte I

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NICO pov

Cuando uno es hijo del dios del inframundo no se necesita nada más para causar una impresión, esto lo sabía Nico di Angelo desde que todos se enteraron que aquel niño que jugaba Mitomagia podía convocar a los muertos, desde ese momento parecía que Nico tenía pegado un letrero en la frente que decía “peligro, aléjese, hijo de Hades”, al principio no le había importado, sus planes de revivir a su hermana lo habían absorbido demasiado, luego estuvo la guerra, creía que con eso los demás lo iban a aceptar, después de todo era el único hijo de los tres grandes dioses que se mantenía cerca de su padre, e incluso había participado en la guerra junto a Hades, pero estaba equivocado, al igual que su padre, todos los dioses y semidioses se alejaban de él, poco a poco se fue acostumbrando a eso, incluso en el Argo II podía manejarlo, tenía a Hazel cerca por lo que no importaba lo demás. Sin embargo, después de toda esa misión suicida Nico seguía solo, sabía que Jason y Hazel se preocupaban por él, pero tenían también una vida, Jason por su parte se encontraba viajando junto a Piper, y Hazel estaba en el campamento romano, y bueno también tenía a Percy, pero bueno, ese era un asunto delicado. Con el tiempo se había acostumbrado a que los demás se alejaran de él, pero eso no significaba que le agradaba que esto pasara cada que su padre lo hacía ir a observar el campamento, normalmente eso significaba que algo iba a ocurrir por lo que Nico no se oponía, pero trataba que su estancia fuera breve. Tenía su propia cabaña, en donde nadie lo molestaba, no se había molestado en arreglarla mucho por lo que tenía un par de cosas, pero a diferencia de su habitación en el inframundo, la cabaña 13 podría considerarse vacía.

Nico hubiera preferido que esta visita no fuera en verano, sin embargo su padre había sido muy claro, tenía que ir al campamento, por desgracia Hades no era muy elocuente, siempre iba al punto, Nico había aprendido eso casi al instante, por lo que sabía que tenía que hacer lo que le decía y preguntar después. Su cabaña estaba alejada de todas, así que tuvo que pasar frente a todas las demás cabañas y ver a los campistas instalarse, había mucho alboroto, recordaba estar parado hacía 8 años frente a la cabaña de Hermes, emocionado por estar en un lugar tan increíble como este y deseando que su padre divino lo reconociera, sin embargo Hades consideró que su hijo podría darse cuenta solo de su ascendencia divina, fue así que la siguiente vez que regresó al campamento ya contaba con una cabaña propia.

Al entrar se dio cuenta que su cama estaba hecha y no había polvo en el lugar a pesar de que no había puesto un pie en el lugar por más de 8 meses, fue hacía las cortinas y las cerró dejando el lugar más oscuro, dejó su espada en el pie de la cama y se acostó con los tenis puestos, tanteando el buró alcanzó su iPod. Por lo regular los semidioses no utilizaban aparatos tecnológicos, pero después de todo lo que había vivido, Nico ya no tenía miedo de los monstruos, así que utilizaba su iPod cada que estaba lejos del palacio de su padre ya que los espíritus del inframundo parecían afectar al aparato y no funcionaba allá abajo. Dentro del buró estaban los restos de su colección de Mitomagia, la figura de Hades por la que Bianca había muerto y una foto vieja de él, su hermana, su madre y Hades.

Se sentía pesado después de que Percy lo hubiera obligado a probar de su cena, por lo regular él cenaba ligero, pero su primo parecía tener un estómago del doble o triple que Nico, a pesar de esa ligera incomodidad se sentía bien, las otras veces que había estado en el campamento Percy había estado desaparecido u ocupado por lo que Nico había deambulado solo por el lugar, no tenía mucho interés en las clases por lo que había recorrido el bosque hasta conocerlo a la perfección; pero esta vez Percy siempre aparecía para acompañarlo a todos lados. En el fondo esto le agradaba, siempre que él aparecía para hacerle compañía, el estómago de Nico daba un pequeño tirón, como diciéndole “es ÉL”, claro que era él, siempre había sido él, desde que se dio cuenta que tenía sentimientos hacía Percy Jackson, Nico había intentado por todos los medios hacerlos a un lado, por desgracia eso nunca había funcionado, y ahora se encontraba con Percy asistiendo a todas las clases que se le ocurrían, ya que no podía decirle que no al hijo del dios del mar. Resultó que no sólo en las clases Percy le hacía compañía, en la cena también estaban juntos, todo gracias al señor D, que no había dispuesto de una mesa para Nico, por lo que las otras veces que había estado de visita tuvo que cenar entre el dios del vino y Quirón, gracias a los dioses Percy le había ofrecido un lugar a Nico en su mesa y ya no tenía que escuchar a Dionisio quejarse, aunque le agradaba que el dios tomara Coca-Cola, y siempre le aparecía una a Nico en la cena.

El ascenso y caída de Nico di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora