Sacrificio de Amor

Capítulo 12

Emma se la había pasado todo el fin de semana hablando de Matt. Que si era el mejor del equipo de baloncesto o bueno en literatura, lo que le había contado de cuando era niño, los lugares más increíbles que habían en la ciudad que le había dicho que la llevaría a conocer algún día; en fin, todo lo que sabía de él de los últimos tres meses. 

Sabían mucho el uno del otro excepto de sus padres. A ella no le gustaba hablar mucho del asunto ya que siempre llegaban al punto de que no tenía papá y que nunca en su vida lo había conocido, ni por fotos.

—¿Por qué quieres conocerlo? —inquirió Emma con cara de pánico.

—Dijiste que quería ir a tu competencia así que, ¿por qué no conocerlo antes? —sonrió y alzó una de sus cejas al ver a su hija—. Sólo dile que lo invitamos a almorzar mañana y luego lo llevo a su casa si quieres.

—Mañana es miércoles y trabajas.

—Conoces a su madre y a algunas de sus hermanas. ¿Por qué no puedo conocerlo?

—No dije que no puedas pero...

—¿Te avergüenzas de que me conozca? —preguntó al escuchar como ella se seguía negando. "Quizás para una adolescente no sea muy bueno presentar a su madre y que sea Capitana de la policía de New York" pensó algo triste.  

—¡¿Qué?! —puso cara de desentendida.

—Cariño no importa. Esta bien. No me lo presentes —tomó aire—. Sólo olvida lo que te pedí. Entiendo que no sea muy bueno andar presentando a tu madre y menos cuando es policía.

—¡Para! Mamá, detente por favor. Déjame asimilar lo que acabas de decir —resopló y se cruzó de brazos visiblemente molesta—. ¿Cómo me dices eso? ¿Yo avergonzarme de ti? Perdóname lo que te voy a decir pero —se levantó de la mesa y exhaló el aire retenido—, ¿te volviste loca acaso? 

—Emma...

—No, no, no. Es que estoy nerviosa porque lo vas a conocer y a interrogar pero me gusta eso —caminó de un lado a otro. Se suponía que estaban terminando el desayuno cuando surgió la plática—. Me amas y sé que lo haces por eso. Interrogo a todos lo que se te acercan también. Tengo claro que la mamá eres tú pero me importa también quien se te acerca.

Olivia sonrió. Claro que interrogaba a todos y sin vergüenza alguna. Directa como lo había aprendido de ella misma. 

—¿Cómo voy a avergonzarme de la mejor madre del mundo? Les he contado a todos de ti —sonrió al recordarlo—. De hecho te he presumido... pero es lo de menos.

—Ven aquí —pidió extendiendo su mano para que su hija se acercara—. Te amo. Te amo muchísimo y siempre serás lo más importante en mi vida.

Después de esa charla extenuante cada una se fue a sus respectivas labores diarias. Olivia a Víctimas Especiales y Emma al colegio.

Apenas llegó a la escuela le dijo a Matt que necesitaban hablar a solas. No lo quería asustar pero sin duda tenía que estar preparado para el interrogatorio de la Capitana. Seguro y su madre lo asustaba un poco pero después de todo iba a disfrutar verlo.

—Emma, no le tengo miedo a tu mamá. Sé tratar con policías —sonrió Matt recordando a su padre.

—No es cualquier policía —se quedó pensativa—. ¿A qué te refieres con que sabes tratar policías? —tapó su boca—. ¡Dios! Tienes antecedentes. Mi madre te enviará a la cárcel de nuevo por acercarte a mí.

Matt soltó una sonora carcajada por la ocurrencia de su ahora novia.

—Mi padre es policía —confesó.