Bright

Capitulo 16 - "Nos vemos después, mi ángel"

Dustin POV.

-Voy a llegar un poco tarde hoy –le aviso a Paris.

Está sentado sobre la barra de la cocina, vistiendo únicamente la parte inferior de su pijama gris, con una cucharada de mantequilla de maní en su boca.

-¿Tienes entrevista? –me pregunta.

Volteo el Hotcake que me ha quedado perfectamente circular, y le hecho una ojeada al tocino en el otro sartén.

-No, eso es mañana –le informo-. Hoy quedé de acompañar a Tea a su escuela. Tiene convivio familiar y tú dejaste en claro que no irías. ¿Lo recuerdas?

Sonríe.

-¿Necesitas que te ayude con algo?

-No –contesto y me acerco a él para darle un rápido beso en los labios-. Pon la mesa.

Asiente, vuelve a besarme, y da un salto hacia el suelo, dejando la cuchara en el lavaplatos.

Yo puedo arreglármelas para preparar Hotcakes, tocino, jugo de naranja, café y fruta, así que no lo necesito por aquí solo interrumpiéndome.

Paris había insistido en tener personal de servicio día y noche, dijo que la casa estaba preparada para tener personal, pero le aseguré que no era necesario.

Toda mi vida me he encargado de las labores del hogar, y puedo hacer lo básico aquí.

Por supuesto, la limpieza y jardinería se quedarían a cargo del personal, pues la casa es demasiado grande como para hacerlo yo mismo, y aunque pudiera hacerlo, no creo que Paris me deje.

Así que mientras tenemos tiempo nosotros nos encargamos de las comidas, aunque la verdad es que a medio día no estamos en casa, y prácticamente todas las cenas las damos con Elizabeth, así que solo tenemos que hacer el desayuno.

Y es algo bueno, porque la cocina es el corazón del hogar, es lo que le da el calor a la casa, y lo que nos hace estar cerca de ella. Además las comidas son las que nos reúnen como familia.

Qué horror, ya estoy usando las frases de mi madre.

Termino de preparar el desayuno y sirvo todo en los platos.

Tomo uno con cada mano y me dirijo al comedor.

-¡Paris! –le grito.

Un segundo después entra casi corriendo.

-¿Qué pasa? –me pregunta.

-Te dije que prepararas la mesa –lo fulmino con la mirada.

Este simplemente sonríe, caminando hasta mí.

El punto es que nuestro comedor es de mármol y granito, y no pienso colocar los platos de porcelana directamente sobre este material, así que necesito tapetes, servilletas y obviamente los vasos y cubiertos.

-Dejalos ahí –masculla Paris, colocándose a mis espaldas.

Apoya ambas manos sobre mis hombros, y desciende lentamente por mis brazos al tiempo que junta su cuerpo al mío.

Me obliga a colocar los platos sobre la mesa, y después besa mi cuello.

-¿Qué haces? –le pregunto.

-Nada –responde sonriendo.

Y lleva sus manos desde mis muñecas hasta mi abdomen, descendiendo lentamente.

Me doy media vuelta entre sus brazos, para quedar de frente a él.

-No –me niego-. Se enfriará la comida.