Capitulo 7

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Dediqué la tarde y gran parte de la noche a reflexionar acerca de la advertencia de Tina y la ubiqué dentro del guión interno de mi mente para que se ajustara en su nuevo papel: La fuerza en poderosa pero el chico tiene mucha ira

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Dediqué la tarde y gran parte de la noche a reflexionar acerca de la advertencia de Tina y la ubiqué dentro del guión interno de mi mente para que se ajustara en su nuevo papel: La fuerza en poderosa pero el chico tiene mucha ira. Buen consejo, Obi Tina. Zed  era demasiado complicado para mí. Debería dejar que el Hombre Lobo meditara acerca de su propio resentimiento. Mientras intentaba comprender lo sucedido, una parte mí se alejaba instintivamente de las emociones violentas como esa, ya que sabía que podía lastimarme . Tenía una molesta sensación de que había vivido muy cerca de alguien que sufría ataques de furia, alguien de la época anterior a ser abandonada. Sabía que las palabras duras se transformaban en puñetazos y magullones. Además, estaba muy enojada conmigo misma. Tenía que ser una tonta de remate para creer que escuchaba la voz de Zed dentro de mi cabeza cada vez que me hallaba en peligro. Debía recuperar la calma y mantenerme al margen de todo lo que estuviera relacionado con él.

Mis buenas intenciones seguían intactas a la mañana siguiente cunado crucé con Tina el estacionamiento de la escuela. Eso fue hasta que vi cómo me miraba Zed. Se encontraba con los otros chicos junto a las motocicletas, los brazos cruzados, observando a los grupos que entraban al edificio. Al verme llegar, me estudió largamente y luego, como si hubiera decidido que yo no estaba a su altura, apartó la vista.

-Ignóralo -murmuró Tina al ver el intercambio de miradas. Era imposible. Quería ir hasta él y darle una cachetada pero, tengo que ser sincera: no soy el tipo de chica que tenga las agallas para hacer una escena semejante. Estaba segura de que cuando estuviera cerca de él perdería el valor. Me había prometido mantenerme al margen.

Vamos, hazlo, me dijo la ira.¿Mujer o ratón?

Siempre ratón.

Siempre salvo esta vez. Había algo en Zed Benedict que era como el fósforo que encendía mi mecha y yo estaba a punto de explotar.

-Discúlpame un momento, Tina.

Antes de que reaccionara, había cambiado de dirección y enfilaba hacía él. Podía escuchar en mi cabeza a Aretha Franklin cantando a todo volumen Sisters are doin'it for themelves, lo cual me dio el coraje temerario que necesitaba para atravesar la distancia que nos separaba. La decisión que se escondía detrás de mi furiosa arremetida debió haberse transmitido a los demás compañeros, porque alcancé a ver cómo las cabezas giraban hacía mí.

-¿Tienes algún problema? -guau, ¿realmente era yo la que había dicho eso?

-¿Qué? -Zed metió la mano en el bolsillo, sacó los anteojos y se los puso, de modo que me vi reflejada en los lentes. Los otros cuatro chicos me miraron con expresión burlona esperando que Zed me rechazara.

-Gracias a ti, ayer casi me  ahogo y me hiciste quedar como si yo hubiera tenido la culpa.

Permaneció mirándome en silencio: una táctica intimidatoria que casi funcionó.

Sky - Finding LoveWhere stories live. Discover now