Eva

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Tan tierna,
tan impaciente, tan valiente,
tan dramática, delicada o atrevida,
y a veces tan loca...

Mira que mereces que te quieran
en cada una de tus facetas,
porque perfecta quizá no eres,
pero única serás siempre.

Jairo Guerrero

Camila

Ver películas con Axl siempre es divertido, pero también es una experiencia irritante. Es adorable oírlo repetir los diálogos con lujo de sincronía, pero cuando tengo trabajo y él no se calla cinco segundos y ha visto la maldita película a diario durante un mes y además exige mi atención en las escenas que él considera importantes (las cuales pueden ser muchas), destruye mi concentración y aviva mi exaltación, obligándome a tomar profundas inhalaciones para no terminar gritando cual Shrek en la fiesta de cumpleaños de sus ogritos; porque sí, Axl es ese niño molesto que lame su paleta y dice «gruñeme» hasta que lo consigue.  

Pero no me puedo quejar, después de todo las películas cumplen su cometido: hacerlo practicar su español, aunque sea a cuesta de mis nervios. Sonrío al verlo recargar los codos sobre el sofá, me está dando la espalda y mira atento el televisor sin soltar la pieza de lego azul que trae en la mano izquierda, su espalda hace una curvatura chistosa que lo lleva a sacar pancita. Ladea la cabeza, haciendo a un lado las puntas de su cabello con el cuello. Liam no tiene idea de lo que se está perdiendo.

Acaricio su cabeza, siento la suavidad de sus hebras doradas y mis labios se estiran con melancolía al observar su perfil. Es demasiado parecido a su padre. Por dentro y por fuera. Alto, de cejas tupidas y nariz perfilada. Igual de impaciente, caprichoso y ensimismado a veces. Por supuesto también le heredó lo determinado. Mío sólo tiene los labios y mis noches sin dormir, aunque hay días que me parece que también le falla el filtro verbal, una cuestión que no sé si deba a su corta edad o a mi imprudencia acomedida que presta quiso sumarse a su personalidad.

Mis dientes asoman al escucharlo carcajear. Está viendo "Río 2" y Thiago acaba de ser aplastado por un panqueque. Y es así como la irritación y la frustración se van, ya no existen gritos escalando por mi garganta y ha dejado de importar el montón de trabajo que me desvelaré haciendo mientras él duerme sólo por darle gusto y estar aquí en el sillón viendo su actual película favorita con él. Cuando él ríe y sus ojos se rasgan con diversión todo el mundo se desdibuja y la tierra deja de girar. Cuando él ríe y gira para ahogar sus carcajadas en el sofá no me acuerdo que hubo un hombre que amé y me echó a la calle, que por su culpa estoy atrapada en un país que no es el mío y lejos de las personas que me aman. Sólo está Axl y su risa musical, sin espacio en mi mente para un cantante melancólico y asustado. 

Más de un mes ha pasado y no sé nada de él. Marzo se ha presentado, el aire huele menos a frío y más a rocío y poco y mucho ha cambiado, dependiendo a quién se le pregunte. Las revistas dicen que el vocalista de Toxicity ya está divorciado, es de lo único que se habló el mes pasado. Las fotos de él y su hasta ese día aún esposa llegando a la firma de la separación legal inundaron las redes sociales. Ni siquiera la presencia de la banda en los Grammys consiguió capturar la atención, las imágenes de ellos en la alfombra roja sólo le sirvió de portada a la prensa rosa para seguir con el tema de su divorcio y lo triste que parecía Maya al poner fin a su matrimonio de casi seis años. Por supuesto también hicieron mención del abogado responsable de conseguir que Lex mantuviera su patrimonio casi intacto. Y yo sólo podía pensar en Liam mientras leía la cartilla de victorias conseguidas por el letrado, el cual, como dijo Scott, es uno de los mejores abogados penales en el país. 

Nunca digas que no te amé [Sin editar]Where stories live. Discover now