Capítulo 4

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Me encontraba frente al armario, pensativa, intentando decidir que me iba a poner para ir a las fiestas del pueblo de al lado. Andrea me había invitado a ir con ella y luego quedarme a dormir en el bar de su tía, que ya estaba adaptado con varias habitaciones en la planta superior.
Al final opté por ponerme unos shorts vaqueros y un crop-top blanco con una lazada en la parte inferior delantera que servía de cinturilla. Me pinté los labios de un granate rosado, me delineé la línea del ojo de color negro y me apliqué varias capas de rimel con efecto de volumen y longitud. Me acomodé mi pelo, unos rizos salvajes indomables en verano con la humedad, y me puse mis Adidas Superstar. Cogí dinero, el móvil y la bolsa con las cosas de noche y me despedí de mis padres.

Cuando bajé del autobús, Andrea, su novio, Miguel, y un par de amigos que conocí el otro día en la playa me estaban esperando. Fran, uno de ellos, se me quedó mirando de arriba a abajo a lo que yo respondí con una mirada desafiante y rápidamente apartó la vista de mí sonrojándose.

Eran las 4 a.m. y aún seguíamos bailando en la disco-movil. Me dirigí a la barra a pedir un cubata y me lo bebí entero. Me moría de sed. Pronto empecé a ver todo nublado y sentía que se me iba la cabeza, así que busqué un sitio donde sentarme, pero antes de llegar a sentarme, Fran me cortó el paso.
-Hey, ¿te encuentras bien? Te veo bastante borracha, ¿qué te has tomado?- me preguntó
-Pu-puesss un cubata- respondí a duras penas
-¡Joder! Si que tienes poco aguante- se rió- ven anda, vamos con los demás y volvamos al bar.
Me sujetó por la cintura y pasó un brazo por encima de mi hombro y salimos de ahí como pudimos.
Cuando llegamos al bar, me fui a tumbar en un sofá de cuero granate que había cuando me empecé a sentir muy mareada y de pronto, todo se veía negro.

POV Fran

-¡Eh, chicos! Creo que Lisi se ha desmayado- dije preocupado
-Mierda, tenemos que subirla a una de las camas de arriba- dijo Andrea
-Va chicos, a la de tres la cogemos, Fran, tu cógela de debajo de las axilas, Andrea, tu y yo la cogeremos de las piernas. Esta chica es tan alta que dudo que lleguemos muy lejos con ella- se quejó Miguel

Cuando conseguimos acostarla en la cama Andrea nos mandó salir de la habitación para que ella la pudiese poner el pijama y que durmiese más cómoda. Yo me quedé mirando desde fuera de la habitación.
Lisi se veía tan guapa en la dm (disco-movil) que si hubiese estado menos borracha la habría besado, pero no quería hacerlo estando ella borracha porque al día siguiente no se acordaría de nada y no estaría bien aprovecharme de su situación- pensé.
Cuando Andrea terminó de cambiarla, le pedí que me dejará un momento a solas con ella. Me la quedé observando un buen rato, era preciosa, con esos rizos, y sus ojos bien oscuros que parecían un agujero sin fondo y esos labios delgados y rosados. Me moría por probarlos algún día. Le di un beso en la mejilla y salí de la habitación.

POV Andrea

Entré en la habitación después de que Miguel y Fran me hubiesen ayudado a subir a Lisi a la cama y le puse el pijama. No había nada extraño en hacerlo puesto que nuestra amistad rebosaba confianza y ya nos habíamos visto mutuamente en bikini  así que, era prácticamente igual y así dormiría más cómoda.
Noté que fuera de la habitación, Fran observaba todo y durante la dm también había notado que estaba muy pendiente de ella. Varias veces me preguntó por ella y sobre cosas suyas personales.
Le besé la mejilla a Lisi y me fui de la habitación para dejarla dormir tranquila. "Esta chica... ¿qué haría yo sin ella?" Me pregunté.
Bajé al comedor del bar y me senté en las rodillas de Miguel, me acurruqué en su cuello y me quedé dormida allí.

Me desperté con un dolor de cabeza horrible, yo había bebido un poco más que Lisi pero yo tenía más tolerancia al alcohol que ella, pero la resaca pasa factura a todos. Me dirigí al "botiquín" que mi tía tiene en el baño y me tomé un ibuprofeno.
Me encaminé a despertar a Lisi para desayunar todos unos churros. En cuánto entré, me di cuenta de ella no estaba. Bajé corriendo la escalera y le pregunté a Miguel y a Fran
-¡Chicos! ¿Habéis visto a Lisi? Fui a despertarla y no estaba.
-Que va, por aquí no ha venido- dijo Miguel
-¡Mierda! Tenemos que encontrarla- exclamamos al unísono Fran y yo alarmados.
Me pusé mis Vans negras y nos dirigimos a la calle.

Mi vecino de enfrenteWhere stories live. Discover now