Mi vecino de enfrente

Capítulo 5

POV Lisi

Me desperté temprano por la mañana con un dolor de cabeza horrible. Busqué en el botiquín que había en el baño y me tomé un ibuprofeno para la resaca, me vestí y decidí salir a tomar un poco el aire. Me puse mis auriculares y le di a reproducción aleatoria de mi carpeta de música. Estaba sonando Quan Caminàvem de Aspencat, una canción que desde que Andrea me la había mandado no me podía sacar de la cabeza.
Eché a andar por la calle principal donde estaba situado el bar de la tía de Andrea y pronto llegué a la playa. Me descalcé y me acerqué a la orilla a remojarme los pies. De pronto noté que alguien me observaba, me giré a la derecha y no había nadie, me giré a la izquierda y no había nadie tampoco. "Que extraño" pensé. Seguí andando y de repente alguien tocó mi hombro, me giré bruscamente y me encontré con un Christian sonriente.
-Me has asustado, tonto- le dije
-Perdona Lisi, te veías adorable y no pude evitar acercarme- se rió
-Idiota- mascullé- ¿Qué haces tú en este pueblo?
-Vine a las fiestas y me quedé en casa de un viejo conocido, ¿y tú?
-Vine a las fiestas y me quedé en el bar de Andrea- respondí
-Mmm pues no te vi- dijo pensativo
-Yo a ti tampoco- reí
-¿Puedo pasear contigo?
-Supongo, nadie te lo prohíbe
-¿Te puedo preguntar algo?
-Bueno, lo acabas de hacer- me reí- sí, si puedes
-¿Por qué te caigo mal?
-Oh pobrecito, seguro que estás acostumbrado a caerle bien a todo el mundo, ¿verdad?
-Bu-bueno, si, es que no entiendo que he hecho para que me odies
-Bueno, lo primero, fuiste un idiota cuando nos conocimos por primera vez en el portal, un egocéntrico, y luego decidiste que sería buena idea molestarme colándote en mi habitación y para colmo, creiste que podías besarme así sin más, ¿no?
-¿Qué puedo hacer para que dejes de odiarme?
-Contestame una cosa, ¿de dónde sacaste mi número de teléfono?
-Jajajaja- se rió- cuando dormías, cogí tu iPhone, puse tu dedo para desbloquearlo y apunté tu número, sencillo, ¿verdad?
-Dios, ¡¿Cuál es tu problema?!
-Me pareció más sencillo que pedírtelo puesto que no me lo darías, Elisabeth- dijo guiñándome un ojo
-¿Quién te ha dicho mi nombre?
-Nadie, guapa, lo adiviné yo solito, así que ahora harás lo que yo quiera- contestó divertido
-Bien, ¿y qué es lo que quieres?
-Ya lo sabrás
-Tonto- en ese momento me empezó a vibrar el móvil. Era Andrea la que me llamaba. "Mierda"- recordé- "no les dije que me iba".
Llamada entrante de Miiamoor
-Andreaa perdonameee, se me olvidó deciros que me iba de paseo- dije alarmada
-Uff menos mal que estás bien, no me lo habría perdonado si te hubiese pasado algo, ¿dónde estás?
-En la playa, al lado de un bar llamado Tango
-Vale, ahora vamos, no te muevas por favor- me pidió preocupada
-¿Vamos?- pregunté sorprendida
-Sí, Miguel, Fran y yo
-Vale, aquí os espero
-Chao
-Chao

-Tienes que irte- le dije a Christian
-¿Por qué?
-Porque no me apetece tener que dar explicaciones de quien eres y porque te conozco
-Bueno, vale, nos vemos luego.
-Adiós
-Chao, guapa
"Imbécil"- pensé

Al rato llegaron Andrea, Miguel y Fran. Estuvieron preguntándome muchas cosas y finalmente me despedí de ellos y me monté en el autobús de camino a mi pueblo.

Cuando llegué a mi piso, salí del ascensor y antes de que pudiera encender la luz del pasillo, alguien me dio un rápido beso en los labios y se fue corriendo.
"¡¿Pero que coño acaba de pasar?!"- me pregunté sorprendida por el acto de aquel chaval.