Love Under Moon [Derek Hale y tú] {En edición}

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Al ver que era de noche, y ya no podíamos salir a México, papá y Stiles regresaron a casa, y quedamos en salir a México mañana.

Por lo mientras me senté en la cama y recargué mis codos en mis muslos, pensativa.

¿Qué demonios voy a hacer? ¿Cómo le diré a Derek? ¿Se enojará? ¿Lo aceptará? ¿Nos dejará?

—Hey...—dijo él, por poco provocándome un ataque al corazón.—¿Pasa algo?

—No, nada, es solo que estoy preocupada por Scott, solo eso.—le dije.

—Mañana, lo salvaremos, lo prometo.—me dijo él, jalándome hacia atrás para que me acostara a dormir.- Así que acuéstate, duérmete y descansa, por que mañana será un día muy largo.

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—Aún no me gusta confiar en estas cosas.—me dijo Derek, en cuanto vio todas las armas que puse en la mesa.

Unas que Parrish me dio, con la condición que no dijera que él me las dio, y otras que Breaden me prestó....

Por cierto eso me recuerda, tengo que hablarle para esto, nos vendría bien su ayuda en esto, y puedo prometerle que es la última vez que le pediré ayuda.

—Sí entiendo Derek, extrañas tu poder, y te daría el mío si pudiera.—le dije y me miró.

—No es por el poder, quiero sentirme capaz de ayudar. No me gusta sentirme indefenso.—me dijo él, recargándose en la mesa.

—No tengo ni dos meses sabiendo disparar, aún me falta una semana para terminar la escuela, y tengo problemas de conducta.—le dije y tomé un arma.—¿Te parezco inútil?

—No pero a pesar de todo eso, a los que llamas defectos, y que casi no tienes tiempo tirando... eres mejor que yo.—me dijo con media sonrisa.

Bajó la mirada, y entendí por qué es todo este drama.

—¿De verdad crees que no regresarás?—le pregunté, dejando el arma en la mesa y caminando a él, para estar más cerca.

—Vivo no.—me dijo y suspiré.

—¿Por qué eres así Derek Hale?—le pregunté tomando su cara entre mis manos.—Un día eres un justiciero y otro día eres un pesimista depresivo. Y para que te conste, no estoy de acuerdo con tu opinión sobre tus capacidades.

Él no dijo nada, solo acortó la distancia y me besó, era un beso tierno... como si fuera de los últimos.

—Yo sí.—dijo pegando su frente con la mía.—Si sirve para salvar a Scott y Kira.

—No te dejaré morir, por tercera vez, idiota.—le dije sintiendo mis ojos arder, ya que contengo lágrimas.

Él asintió no muy convencido de esto.

—Para ser sincero, ni siquiera sé si estas son armas suficientes para derribar a un Berserker.—me dijo viendo la mesa llena de armas.

—Ni lo sueñes.—dijo Peter, bajando por las escaleras.—Matar a un Berserker es casi imposible...

Ambos suspiramos y rodamos los ojos.

—No solo por la potencia, es romper con el espíritu animal del humano.—

—¿Quién te pidió tu opinión?—le pregunté y él me miró sorprendido.

—Nadie.—

Estuvimos mirándonos unos segundos, hasta que Derek interrumpió.

—La única persona que conocemos con experiencia en esto, es Argent.—dijo Derek.—Y no vendrá por mí.

—Entonces vamos a necesitar ayuda.—dijo Peter.—Como Malia, puede ser Liam también. O yo, sin duda.