EL LADRÓN DE ALMAS

5: libros

Logan me puso el libro en el regazo y se levantó de la fuente para tenderme la mano y llevarme a la enorme biblioteca de la casa de su padre.

- este será el primer de muchos libros que leamos- dijo mientras caminaba a mi lado.

- ¿leamos?- pregunté.

Él se paró.

- ya tenemos una promesa... Ahora me gustaría hacer un trato.- comentó- podrás venir a mi casa siempre que tú desees, pero quiero que leas conmigo, que seas mi amiga. No sé por qué pero, te conozco solo de un día y aún así siento una extraña relación contigo, que eres de las pocas personas en las que puedo confíar. No había sentido esto antes... ¿tú confías en mí?

Yo estuve a punto de decir: "siento lo mismo que tú". Logan era un tipo extraño para los demás, pero para mí, era un gran amigo.

- sí. Confío MUCHO en tí.- confesé.

Seguimos andando, y cuando estábamos ya en la puerta de su casa... Sentí que me faltaba algo por decir.

- no hace falta hacer el trato.- dije.

Él me miró, dispuesto a escuchar.

- no hace falta que te comprometas a nada para que yo sea tu amiga. Lo puedo ser sin ningún tipo de tratos. Solo si tu quieres.

Él sacó las llaves y las dió un par de vueltas hasta acertar con la que entraba en la cerradura. Yo ni siquiera me había fijado en lo grande que era la casa, hasta ese momento en el que levanté la cabeza y pude comprobar que el padre de Logan era dueño de una MANSIÓN.

- no lo entiendes. Solo te he pedido que actúes como amiga.- explicó.

Yo aparté la mirada de la hermosa y gigantesca casa para mirarle a él, atónita por sus palabras.

- ¿no quieres una auténtica amiga?- pregunté con asombro.

- no te voy a obligar a eso, ni siquiera creo que te convenga hacerlo.

¿que me convenga? Logan había sido por ahora un "amigo falso" maravilloso. ¿era posible que no quisiera comprometerse demasiado? No entendía para nada la propuesta de el chico. ¿quería que actuase como compañera pero que no lo fuera? En ese instante empecé a creer a Maggie Sellers. Pero, a pesar de todo, Logan me seguía llamando la atención, no sé si era por su misterio o por el propio físico, y, quería averiguar más, e intentar que la amistad no fuera solo una actuación.
Cuando ya estábamos en el porche de la casa, y él volvió a sacar las llaves, acepté mi propia decisión, pero aún así le hice saber que esa falsa amistad llegaría algún día a su final para convertirse en verdadera.

- acepto.

- ¿el qué?- preguntó.

- acepto fingir. Pero, conseguiré que te lo creas tú más que yo.

Él sonrió.

- suerte con eso.

Entramos en la casa y Logan me cubrió los ojos con las manos. No veía nada de nada, solo oí una puerta abrirse. Cuando sentí la cara despejada abrí los ojos. ¡INCRÉIBLE! Más de 5 estanterías que llagaban al alto techo de la habitación, me recordó mucho a la biblioteca de "La bella y la bestia". Yo entré y me senté en una mesa lo más rápido que mis pies me dejaron. Él vino y se sentó a mi lado, y me dijo que pusiera el libro de Los pilares de la tierra sobre la mesa, para poder leerlo.
Logan abrió el libro por el primer capítulo y lo puso entre medias de los dos.
Cuando los dos acabamos la página, se remangó las mangas de la tejana negra que llevaba en ese momento y pasó de hoja. Una vez que su brazo remangado se quedó al alcance de mi vista, pude divisar que tenía una frase tatuada junto a una pequeña estrella.

- vaya... Tienes un tatuaje...- dije cortada.

Él se miró el escrito.

- ya... Oye, no me tomes por un macarra, es una frase de un libro que me encantó. «Amurallar el propio sufrimiento, es arriesgarse a que te devore desde el interior».

Yo asentí.

- es una frase de la biografía de Frida Kahlo.- completé yo.

Él me miró y sonrió.

- parece que no soy el único fan de Frida.

Yo ya me había leído la biografía de Kahlo, y, la verdad, me enamoró. Fue un gran ejemplo de mujer.

- ¿cuándo es tu cumpleaños?- me preguntó.

- ¿para qué quieres saberlo?

- porque creo que ya sé que regalarte. Ahora venden cosas con frases de Frida.

Yo solté un jadeo.

- es el 27 de febrero. Pero, no hace falta que me regales nada...

- es el mes que viene.

Yo asentí.

- ¿soy más mayor que tú?

- no. Yo cumplo los 18 dentro de dos semanas.- dijo.

- ¡guay! ¿me invitarás a tu fiesta?

Él se rió irónicamente.

- nunca celebro mis cumpleaños. Mi padre no es muy de fiestas.

Yo resoplé.

- no tienes por qué celebrarlo en casa y con mucha gente. Podemos quedar tu y yo e ir a algún lado.

Él asintió y apoyó los codos en el respaldo de la silla.

- vale.- aceptó.

Pasaron dos horas, y tan solo íbamos por el capítulo 2.

- ¡son las 20:30! - dije levantándome de la silla a toda prisa y dirijiéndome hacia la salida de la casa.

- ¿y?- preguntó mientras me seguía.

- mis padres estarán...

- preocupados. Ya.- completó.- está lloviendo, te llevaré en coche.

- gracias.

Logan cojió una chaqueta de cuero del perchero de al lado de la puerta y se acercó a una mesilla para cojer las llaves de su coche. Acto seguido, me cojió de la mano y me llevó al coche, sin soltarme. Cuando entramos en el auto, no pude evitar mirar perpleja su bello rostro húmedo y los mechones mojados de su pelo negro que le caían sobre la frente. En ese momento en el que me soltó la mano para agarrar el volante, me dí cuenta de lo helada que me había dejado la mano. Maggie tenía razón en eso, la relación de Logan con el clima y la temperatura era un poco rara.

Durante el camino, yo le fuí indicando hacia donde tenía que girar, hasta que llegamos a casa. Yo me bajé del coche, pero oí su voz y me obligué a quedarme bajo la lluvia.

- nos hemos quedado por el capítulo 2. Mañana a por el 4.

- ¿mañana?- pregunté desde la puerta de mi casa.

- ¡sí! Por cierto, eres una gran actriz.

No me dió tiempo a replicar nada cuando ví las luces traseras de su coche alejarse.

Anotación: a partir de ahora, de vez en cuando incorporaré videos musicales al principio del capítulo, cuya letra yo crea que cuadra con la situación. Dicho esto:

¡gracias por leer!