Ha pasado exactamente un mes desde que la nueva generación del equipo de voleibol femenino comenzó con los partidos oficiales, y se encontraban a tan solo dos días de disputar las preliminares al torneo de primavera que los llevaría a las nacionales.
El equipo había crecido mucho en técnica y estrategia dejando más que sorprendido y satisfecho al entrenador.
— Bien, suficiente por hoy. — habló el nombrado interrumpiendo la práctica— Vayan a casa y descansen bien. Mañana será un largo día, así que ahorren energías.
Akane miró el reloj de la pared marcando las cinco de la tarde. Era muy temprano para su gusto terminar el entrenamiento sabiendo que los partidos mas importantes de la temporada estaban a la vuelta de la esquina, pero no dijo nada al respecto y se dedicó a desarmar la cancha con sus compañeras. El couch era la única persona que la peligris respetaba, ya que gracias a él había obtenido el puesto de capitana. Ella se sentía en deuda y que mejor manera que pagarla regalandole el campeonato ganado. No pensaba decepcionarlo.
Todos se fueron a casa y ahí estaba ella de nuevo, siendo la última en abandonar la zona. Nadie la esperaba esa vez y se sintió un poco pequeña por eso. Ella había logrado divisar a Hayama un par de veces pero nunca dio la oportunidad siquiera de dar o recibir un "Hola". Inoue aún se sentía dolida por las actitudes de abandono que había tenido quien se suponía era su amigo, cuando mas lo necesitaba. Y el hecho de que el tan solo la viera irse sin decir nada, no iba a arreglar aquella rota amistad.
Fuera del club no se hablaba con nadie, ya que de por si nadie se le acercaba. ¿Sentía soledad? Mucha, pero tampoco era algo que necesitaba aniquilar para sentirse mejor. Alguna que otra vez se cruzaba a Mayuzumi Chihiro por los pasillos e intercambiaba alguna que otra palabra, pero no mas de tres minutos de conversación. Ella había aprendido a ser auto-suficiente.
Al día siguiente la práctica concluyó a las siete de la tarde. El atardecer ya había caído en el instituto dejándolo totalmente desolado. Mientras la capitana caminaba a la par que guardaba las llaves del gimnasio en su mochila, escuchó rebotes de un balón hacer eco cerca de su posición. Levantó su cabeza y miró a ambos lados tratando de atrapar el sonido con sus ojos, consiguiendo así percibir que tal acción provenía del pabellón a unos metros.
Se acercó y asomó su cabeza sigilosamente por la puerta para descubrir quien podía estar entrenando hasta esas horas. Y quedó sorprendida al encontrarse con Chihiro y Akashi teniendo un 1 vs 1.
Le resultaba extraño asique se quedó observando.
— ¿Cuales son tus intenciones con Inoue Akane?
Escupió el pelirrojo mientras rebotaba el balón con calma frente a su compañero. Inoue se quedó estupefacta ante aquel interrogatorio. Mayuzumisolo pestañeo con confusión.
— Ninguna en especial. Solo quiero que sepa que si necesita un oído el mío está disponible.
Un pequeño rubor se tiñó en las mejillas de ella mordiendo su labio inferior mezclando enojo y vergüenza. La serenidad y dulzura con la que el fantasma del equipo de basquet hablaba la desesperaba de una tierna manera. Ella no quería darle lastima a nadie. Ella no necesitaba a nadie.
Seijuro rebotó por última vez el balón aumentando su fuerza y envolvió a Chihiro de tal manera que lo dejó en el suelo quedando en total libertad para encestar. Inoue pudo divisar como los ojos del capotan brillaban dejando que su heterocromia se lo coma crudo.
— Ella no te necesita, a ti ni a nadie. Yo soy la única persona a la que puede acceder si desea algo.
¿¡Qué demonios!?
DU LIEST GERADE
Amo odiarte | Akashi Seijuro
FanfictionSer transferido de preparatoria ingresando al segundo año no es nada divertido. Uno ya tiene sus amigos hechos, sus actividades organizadas, se gana su puesto en algún club, entre otras cosas. Inoue Akane empezaba a pasar por eso. ✔ La mayoría de l...