Capítulo XIV

5.9K 400 91
                                    

╔════════════════╗
Jade
╚════════════════╝

Nos fuimos a clase y yo seguía pensando todo lo que estaba pasando, la cosa es que tengo que hacer lo imposible para lograr saber el cómo es posible que le suceda.. Esto va a ser muy complicado.

Estamos en la estúpida clase de ciencias y estaba con Beck y Tori, que cuando nos sentamos, él me besa de nuevo, últimamente odio que lo haga.

Justo cuando me besa veo que las luces están parpadeando, tal vez sean celos de Vega.

—Pero qué pasa -dice Beck.

—Nada -respondo intentando aguantarme la risa.

Intento aguantarme la risa porque sé por qué pasa esto, ver a Tori celosa me da cien años de vida.

—Vega, ¿te pasa algo? -pregunto intentando molestarla.

—Qué va, estoy genial.

—Ya veo..

—¿Aquí pasa algo o qué? -pregunta Beck, molesto.

—Nada, chico -respondo rodando los ojos.

Seguidamente, nos quedamos callados y esperamos a que acabe la clase, sin duda fue la más aburrida.

Toca el timbre de finalizar la clase y salimos todos pitando de allí. Pero cuando veo que Beck se aleja, cojo a Vega para hablar con ella.

—A ver, necesito que vengas hoy a mi casa.

—Ah, pues qué bien me lo pides, ¿no? -dice haciendo una mueca.

—Te odio por esto -paro unos segundos- por favor.

—Ahora sí.

—Serás hija de...

—Fea.

—Oye, si pensaras eso de mí no te habrías puesto celosa cuando Beck me besó, ¿no crees, Vega? -digo con una mirada de seguridad.

—¿Y tú crees que me puse celosa? Egocéntrica.

—A ver, las luces empezaron a parpadear justo cuando pasó, no creo que sea culpa del mantenimiento.

—Cállate, tener esto me agobia mucho -se cruza de brazos.

—Esto se arreglará. Por eso quiero que vengas esta tarde a mi casa.

—Vale, iré. ¿A qué hora?

—A las seis, sé puntual.

—Estaré allí. Pero, ¿para qué me necesitas a mí?

—Eres muy molesta chispitas -digo arrugando las cejas.

—¿Chispitas? -me pregunta confusa.

—Claro, como das chispas pues te llamo así -respondo con una risa nasal.

—No hace gracia, West.

—A lo que íbamos. Te necesito porque sin ti no podemos llegar a saber qué coño te pasa, ¿lo entiendes o eres idiota?

—Vale vale, lo entiendo -nos quedamos en un silencio incómodo- pues bueno, estaré allí.

Justo fue a tocarme pero la cogí de las manos, que obviamente tenían los guantes, para que no me diera un calambre.

—No, Vega, no puedes. Si tanto quieres besarme o tocarme... Te aguantas -digo aún con mis manos en las suyas.

—¿Besarte? Para qué querría hacer eso.

» No lo quiero reconocer;; JoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora