[Capítulo 22]- Despedida.

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No todo era color de rosa. No siempre todo tenía que salir bien, no siempre el destino tomaba buenas decisiones, pero se que en algún momento volveré a ver esa sonrisa que tanto amo.

























Ámame como te amo.















Hombres vestidos de negro, irrumpiendo en la entrada.
Agarrando a los seis chicos que trataron de safarse.
Aquellos hombres romperían
lo que era llamado amor.
Cada uno fue metido en diferentes autos.
Los hermanos sabían perfectamente lo que
estaba por pasar.





El camino fue largo, demasiado a decir verdad, cuando llegaron al destino no se esperaban ver a un castaño con una sonrisa saliendo del auto para después caminar al lado del gran Jefferson.

Ese castaño seguía allí.

-¡Maldito enfermo!- gritó Jungkook desesperado, lo sabía, sabía que aquel amigo de taehyung no era nada más que un espíritu metido en su cuerpo.
Los hombres lo agarraron y lo obligaron a arrodillarse en el suelo, mientras esté tenía la mirada clavada en aquella bestia.
El mencionado solo sonrió, más rabia le dio al pelinegro.

-No quiero peleas, ¿Está bien? Bueno, como saben, les tengo que informar algo- Jefferson se acercó a los tres chicos humanos que estaban inquietos por los hombres que lo sostenían de sus muñecas.
-Ustedes me prometieron algo.
¿Se acuerdan?
Así que por lo visto ya lo hicieron, por eso ahora mismo, se van a ir de aquí.

Yoongi río sarcásticamente.


-¿Es una joda, verdad?- hablo yoongi mostrando una sonrisa para nada agradable, y Jefferson se acercó a él, furioso.

-No, no lo es, si ellos no se lo dijeron no es mi maldita culpa, prometieron que se iban a largar de aquí si llegaban a enamorarse, y veo que así paso, ahora cumplieron su parte del trato .

-De aquí nadie se va a ir, déjanos ser felices una vez en tu vida, que tu no hayas podido estar con Harley, no significa que nosotros tengamos que pasar lo mismo que tú, no lo voy a tolerar Jefferson, no seré infiel por tu culpa, no volveré de nuevo a salir con personas que nisiquiera me llaman la atención-reprocho Namjoom con cólera.

-¿Ustedes no se acuerdan de años atrás? ¿De lo que pasó? Por esta misma insolencia que están haciendo, se va a volver a repetir, la guerra comenzará de nuevo, muerte tras muerte, nadie pudo ser feliz en ese tiempo, y menos ahora lo serán, no hasta que yo no esté, no hasta que me muera-afirmó.

-¿Acaso les está prohibiendo enamorarse? En el amor siempre se lucha, se enfrenta lo malo.
Si usted no está de acuerdo con eso no tiene porque negarles la felicidad, si ellos nos aman tanto como a nosotros no hay nada más que decir, se que cumplí ese estúpido trato, pero ahora el que se enamoró fui yo, y no quiero perder a la persona que amo, nuestro amor es tan prohibido que me duele, él es la única persona que me hace feliz, que me hizo feliz, al principio nos odiábamos, lo odiaba a más no poder, pero con el tiempo lo conocí mucho mejor, en aquel reformatorio pude encontrar, pude entender de qué me había enamorado, aunque fuera un vampiro, lo vi en sus ojos, mis emociones despertaron cuando sentí sus cálidos labios en los míos, había encontrado a mi otra mitad. Y le pido por favor que no rompa esta conexión que tenemos nosotros. Por favor.
-Habló taehyung casi quebrándose. Jungkook al mirarlo así tenía ganas de abrazarlo tan fuerte.
Le partía el alma, su amor inesperado estaba allí, el chico de sus sueños estaba llorando, estaba claro que los humanos y los vampiros en un tiempo se odiaron, pero él y el castaño aún odiándose llegaron a enamorarse, pudieron sellarlo en un beso, en caricias, y hasta entregándo sus cuerpos, su amor estaba más que confirmado.
Jin y namjoom se miraron, clavaron sus miradas una con la otra, no querían perder ese contacto visual, no querían despegar sus ojos, querían quedarse así por siempre.
Ellos también tuvieron la oportunidad de unir sus bocas, sus cuerpos. Su amor.
Jimin al ver a su yoongi tratando de safarse del agarre le dolió.
Saber que nunca más va a poder volver a ver a el chico que hizo experimentar lo que era el amor. Algo que desconocían los dos, algo que jamás pensaron que pasaría.
Jimin lloró, su cabeza permanecía agachada mirando al suelo, si miraba un minuto más a yoongi probablemente se partiría ahí mismo.

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