repeat | kookv [RESUBIENDO]

『00』

La música resonaba demasiado fuerte en los oídos del pelinegro, y su camiseta blanca se pegaba a su abdomen por el sudor. Se encontraba bailando con su novio en medio de muchísima gente, las fiestas de su amigo Hoseok siempre rebosaban de personas.

—Jungkook, amor, voy por algo de tomar — gritó Jimin, su novio, en su oído para que lo escuchase en medio de todo el ruido. El pelinegro simplemente asintió mientras seguía bailando con sus amigos Jin y Namjoon.

Luego de unos minutos, Jungkook comenzó a sentirse un poco mareado, no había tomado lo suficiente como para decir que estaba borracho, ya que todavía era consciente de lo que hacía.

No fue hasta que Jimin llegó junto a su amigo Bambam que todo se descontroló, y se encontró a si mismo tomando shots de tequila uno tras otro. Luego de beber más de la cuenta, volvió hacia la pista de baile dejando a Jimin hablando muy animado con Bambam y Hoseok.

Comenzó a moverse al ritmo de la música y antes de poder darse cuenta de lo que pasaba, un chico castaño estaba moviendo sus caderas contra las suyas. Desconcertado, pero sin dejar de bailar, observó al chico desconocido todo lo que su borrosa vista le permitió, y definitivamente no lo conocía. De repente, el castaño que tenía en frente soltó una risotada mientras se tambaleaba, y Jungkook pudo darse cuenta que estaba igual o más borracho que él.

—Cuidado, te vas a caer —se dirigió al desconocido mientras lo agarraba del brazo, ya que este no paraba de tambalearse. Pero el pelinegro también estaba borracho, por lo que no fue de mucha ayuda y terminó por irse hacia atrás.

Milagrosamente, el chico logró estabilizarlos a ambos con sus delgados brazos y los salvó de una espantosa caída. Sin embargo, quedaron demasiado cerca.

—¿C-como te llamas? — la voz del chico desconocido salió algo distorsionada por el alcohol en su sistema, pero Jungkook logró escuchar su grave voz aún por encima de la música.

—Jungkook — el chico volvió a tambalearse y el azabache tuvo que pasar su brazo por la cintura del castaño para que no caiga, quedando aún más cerca, tanto que sus respiraciones se mezclaban —, ¿el tuyo?

El chico lo miró confundido, sus ojos cristalizados mirándolo de cerca. —¿Hm?

Jungkook reforzó el agarre en la cintura del chico —Tu nombre.

—Oh, me llamo Taehyung —contestó, arrastrando las palabras al momento de pronunciar su nombre. Curiosamente, el azabache se descubrió a si mismo admirando las lindas facciones del castaño.

Ojos avellanos brillantes por las luces y el alcohol, nariz que encajaba perfectamente con su rostro, pestañas largas que rozaban sus pómulos, piel tersa color canela que se veía demasiado suave, y unos labios rosados que humedeció con su lengua en el momento en que Jungkook posó sus ojos en estos. Aún en su estado, tenía que admitirlo; el chico era precioso.