『04』

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Era lunes por la mañana y Jungkook sentía que necesitaba dormir por al menos dos semanas seguidas para dejar de sentirse tan cansado, tanto física como mentalmente

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Era lunes por la mañana y Jungkook sentía que necesitaba dormir por al menos dos semanas seguidas para dejar de sentirse tan cansado, tanto física como mentalmente.

Se había pasado todo el fin de semana en la casa de Jimin, y entre satisfacer a su novio y fingir que todo estaba bien, estaba exhausto. Él sabía que tener relaciones sexuales repetidas veces con su novio solo para crear una falsa sensación de bienestar en la pareja estaba muy mal, más aún cuando el fin de esto también era callar a su ruidosa mente que no le daba un respiro. Ni siquiera podía estar tranquilo en sueños, ya que estos eran protagonizados por cierto castaño con ojos color avellana.

Era la culpa que estaba comiéndolo por dentro, se convenció.

E intentó no enloquecer cuando llegó al punto de tener un sueño húmedo, reviviendo en su mente la noche en la que él y Taehyung se acostaron. Casi entra en pánico cuando despertó con una enorme erección, la culpa retorciéndose desagradablemente por sobre la excitación.

Definitivamente sería mejor si no recordara absolutamente nada de esa noche, se convenció otra vez.

Pero, lastimosamente, Taehyung no salía de su cabeza. Por lo que trataba de estar pegado a Jimin el mayor tiempo posible, para repetirse que lo amaba, que Jimin era el mejor novio que pudiese pedir, y que definitivamente no quería perderlo. Pero hiciera lo que hiciera, la imagen del castaño se colaba en sus pensamientos sin siquiera poder evitarlo.

Se estaba volviendo loco, y ya no sabía qué hacer para terminar con esto.

—¡Jeon Jungkook! ¿Qué haces todavía acostado? Te traje el desayuno — Jin apareció por la puerta con una bolsa de papel. Jungkook le había dado una copia de la llave de su apartamento el año pasado, luego de que tanto él como Jimin perdieran las otras copias.

—No tengo ganas de nada justo ahora, hyung — el pelinegro tapó su cabeza con las sábanas, sus ojos ardiendo y rogando por cerrarse por muchas horas más —, solo quiero dormir, puedes dejar el desayuno en la mesa — escuchó el sonoro bufido de parte de Jin, pero decidió ignorarlo.

—Jungkook, en serio, tienes que levantarte — este siguió ignorando sus palabras —, tienes que ir a la univers– ugh, espera — el celular del mayor había comenzado a sonar.

Jungkook trató de volver a dormir, y casi lo consiguió, sin embargo, la mención de cierta persona que no lo dejaba en paz llamó su atención.

—... Puedes llevar a Taehyung luego de que salga del trabajo, ¿su turno termina a las siete, cierto?... Está bien... No, no te preocupes por eso, ya le dije a Nam que se encargara... Bueno, a las ocho entonces, nos vemos esta noche — cuando Jin finalizó la llamada, el azabache ya se encontraba sentado en la cama, mirándolo atentamente como si no hubiese estado muriendo de sueño hace solo unos minutos.

—¿Con quién hablabas? — preguntó el menor, aunque ya podía imaginarse la respuesta.

—Ah, con Yoongi, quedamos de cenar en un nuevo restaurante que abrieron hace poco — respondió Jin desinteresadamente mientras le pasaba la bolsa de papel que sostenía en su mano a Jungkook. Este la abrió y comenzó a comer las medialunas que estaban dentro de esta.

repeat | kookv [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora