Capítulo 43; Sentir.

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Nunca me he considerado fan del color negro, quiero decir, me gusta y es cierto que te hace lucir elegante, pero me hace pensar en...

Funerales.

Y ese es un tema del que quiero escapar hoy.
Sólo hoy.

Sin decir una palabra me salgo del vestido negro que Kendall eligió para mi y en su lugar me coloco uno azul pastel.

Siguiendo mis pensamientos anteriores sobre los colores, los pasteles deberían ser alegres, pero no me siento mucho mejor a cuando tenía el negro.

El problema no son los colores, el problema eres tú.

Suspiro y me giro al espejo.
Kendall dijo que debería maquillarme un poco, y sé a lo que se refiere, tengo unas ojeras monumentales y luzco pálida.

Marco con un dedo el contorno de mi mejilla.
Jamás he sido una persona pálida, y ahora solo parece que he visto un fantasma.

Esa debería ser la razón por la cual luzco como uno.

Abro el cajón a mi lado y de entre mi maquillaje tomo mi rímel y un labial.

No hay un gran cambio, pero me encojo de hombros y suelto mi cabello. Ha crecido considerablemente y gracias al peso se acomoda mejor.

Observo mi resultado y casi veo a la antigua Hailey. Luciendo similar, arreglada y sonriendo. Pero cuando mis ojos se encuentran con su reflejo en el espejo, no puedo reconocerme por completo.

Es como si estuviera viendo la cáscara de lo que alguna vez fui.

Y como me he acostumbrado a hacer pongo una sonrisa en mi rostro para hacerlo todo más real.

Tomo mi celular y bolso de la comoda para después salir de la habitación.

-Luces preciosa.-escucho decir a mamá mientras llego a lo ultimo de las escaleras. Esta sentada en el sofá viendo algún programa.

-Gracias.-le doy mi intento de sonrisa.

Aún cuando sé que no funcionará. Ella es la única que lo ha notado.

Dejando de lado la cobija que la cubría se pone de pie y camina frente a mi.

-Sé que ha pasado un tiempo, pero intenta pasártelo bien esta tarde. No olvides los buenos momentos.-abre sus brazos para mi.

Me escondo en ellos y cerrando fuertemente mis ojos le digo—: Lo intentaré.

Dejo sus brazos unos segundos después y me dirijo a salir por la puerta principal.

Tardo varios minutos en llegar al coche y más aún decidiendo el ir o no ir.

Finalmente lo enciendo y no tardo más de quince en llegar.

Con los nervios comiéndome el estómago me toma unos cuantos más decidirme por entrar al lugar donde acordamos.
Desde afuera luce igual a como solía cuando veníamos. Pero claro, nada cambio para los demás.

Con la mano en la puerta evalúo lo que podría pasar.

1.-Podría terminar en un desastre.

Pero

2.-Podría salir mejor de lo que espero, también.

Con un largo respiro me doy valor a mi misma y abro las puertas para entrar al tan familiar recinto.

El olor a chocolate inunda mis fosas nasales y no puedo evitar recordar lo mucho que solíamos venir cuando tenía unos antojos horribles de chocolate caliente.

ɢᴇᴛ ᴜꜱᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇ ↠ ᴊᴀɪʟᴇʏWhere stories live. Discover now