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CAPITULO 36

Entré y caminé hacia donde estaba parada una de las mucamas del hotel.

- Buenas tardes señorita. - Le dije tímidamente.

- Buenas tardes señor ¿en que lo puedo ayudar? - Me respondió amablemente.

- ¿Sería mucha molestia si lleva esta bolsa a mi habitación? - Le pregunte un poco sonrojado.

- Para nada ¿cual es su habitación? - Me pregunto tirando una pequeña sonrisa.

- Es la 2A, agradecería que la pusiera sobre la mesa de cristal, si se encuentra con un tipo ahí dentro y le pregunta sobre quien la mando a colocar la bolsa ahí, usted no le responda nada ¿Ok? - Le explique mientras le daba la bolsa con cajas de zapatos.

- Esta bien señor, con su permiso. - Me dijo amablemente y paso a retirarse.

Cuando ella se perdió entre los pasillos, decidí caminar hacia la habitación de Sasha para contarle lo sucedido con Zach durante la tarde.
Estaba pasando cerca de un balcón con vista a las otras habitaciones del hotel cuando de repente me lleve una gran escena que me dejo muy sorprendido y sin dar crédito a lo que estaba viendo en ese momento; Adán se estaba besando apasionadamente con Esteban en el otro extremo del balcón donde ellos no me podían ver.
El destello rojizo y anaranjado de la puesta del sol molestaba mi visión, así que me escondí detrás de un macetero donde podía visualizarlos con mayor facilidad.
Cuando ellos se separaron alcancé a oír que Esteban le dijo a Adán: "Iré por una limonada al restaurante."
Éste camino hasta las escaleras que llegaban cerca del restaurante, me hice aun lado y proseguí a hacer lo mismo, baje del balcón y caminé hasta esas escaleras para intentar interrogarlo. Él venía por el pasillo de los baños del hotel, cuando de repente lo tome de los brazos, abrí la puerta y lo lance con todas mis fuerzas adentro de éste.

- Ví lo que estabas haciendo con Adán, ¿Es en serio? ¿En serio te prestas a ser su amante? ¿Tienes mierda en el cerebro o que? Y no te vengas hacer conmigo la Anastacia Steele que conmigo no te queda en lo absoluto. - Le dije muy exaltado y nervioso tras lo que acababa de ver.

- De que estas hablando. Yo no estaba haciendo nada con el licenciado Losory... Nada que no sea de trabajo. -Me respondió Esteban hecho un manojo de nervios.

- ¡No mientas con un demonio! Claramente ví que te estabas besando con el Señor Losory, eres una cualquiera. - Le dije muy alterado mientras lo sujetaba fuerte de las manos

- ¡¿Una cualquiera?! ¿quién te crees que eres para hablarme de esa forma? Podrás ser muy cliente de mi jefe, muy heredero de un parque o de las joyas de la corona, pero eso no te da ningún derecho a hablarme así. Y, con tu permiso, me voy de aquí. No me gustan los lugares cerrados. - Me dijo haciéndose el indignado, se soltó de mi y caminó hacia la puerta.

- A donde, a donde... Tú te quedas aquí hasta que me expliques que fue eso que paso ahí afuera, o acaso ¿quieres que le diga a la Señora Losory lo que ví? Por cierto tendré todo lo que tú dices pero también tengo dignidad cosa que por lo visto tú no tienes. - Le dije mientras lo devolvía a dentro del baño y cerraba la puerta con seguro.

- Tú no viste nada, porque no está pasando nada. El Licenciado Losory es solamente mi jefe... Y en todo caso, si hablamos de dignidad, la tuya no es muy grande que digamos. No creas que no me di cuenta de la manera tan descarada en la que le has estado coqueteando a Adán... al Licenciado desde que llegamos aquí. - Me respondió con cierta molestia.
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Esteban respondió molesto. Su cuerpo comenzaba a resentir los efectos de su claustrofobia. Él hacía un gran esfuerzo por controlarse.
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- ¡Sí los ví maldita sea! - Le grite en la cara. - Ahhh ahora entiendo el por que de tus comportamientos extraños cuando yo estaba junto al Señor Losory hace rato, tú sólo te estas delatando y te repito; de aquí no sales hasta que me des una explicación. - Le dije mientras me paraba enfrente de la puerta.