Capitulo 1. Dolor (Presente)

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-¿Gaara?-repitió Temari por tercera vez en voz alta el nombre del chico, a pesar de que se encontrará enfrente de él, la mirada del chico no se despegaba del escritorio, chasqueo los dientes para después pegarle al escritorio. Esa acción provocó la reacción del chico.

-No era necesario pegarle al escritorio-comentó el chico con voz calmada y fría, levantó la mirada para conectarla con la de Temari.

-Ya me canse de esta actitud tuya-lo tomó de la camisa para atraerlo hacia su persona, antes de que la chica lo soltara, Kankuro entró.

-¿Qué pasó ahora?, Temari, suéltalo ya-colocó su mano en el hombro de la rubia. La chica lo soltó de golpe para después salir de la oficina del kazekage sin antes azotar la puerta con una gran fuerza.

-Te has vuelto a ir en tus pensamientos-tomó el porta retrato de color café oscuro colocado en la esquina inferior derecha del escritorio de gaara, pero antes de que kankuro pudiera ver la foto, la mano del pelirrojo la tomo rápidamente para después guardarla en un cajón, colocándole un candado de arena.

-Te ordenó que salgas-se levantó el pelirrojo de su silla; su voz había vuelto a ser completamente gélida, un ceño fruncido se formaba perfectamente en su rostro.

-Tienes que olvidarla, ella ya no está más aquí, ya han pasado dos años-la mirada de Kankuro era sería pero se podía mostrar la preocupación en su mirada.

-Dije que fuera-al decir esto, una ola de arena saco a su hermano de la oficina. Un silencio total inundaba la oficina del Kazekage. Gaara tuvo que colocar ambas manos en el escritorio para poder mantenerse en pie, lágrimas salían de sus ojos; El sentimiento de dolor era diferente, y el miedo de no querer volver a sentir la soledad incrementaba pero como podía controlar aquel sentimiento de desesperación y dolor al saber que aquella chica, ya no estaba a su lado para abrazarlo durante las noches y para consolarlo después de cada pesadilla pero sobre todo para hacerle sentir más que querido, para hacerle sentir amado.

Afuera de la oficina se podían escuchar los gritos de enojo y tristeza del kazekage. Todos los que se encontraban detrás de la puerta permanecían en silencio, las miradas de Kankuro y Temari estaban llenas de tristeza al saber que una chica había provocado tal magnitud de dolor en él; pero más aún doloroso era la boda de Temari que se acercaba y ella no pudiera expresar con alegría su noticia. Kankuro abrazo a su hermana.

-Tendremos que esperar para comunicarle la noticia de tu boda, es mejor que vayas a tu habitación, shikamaru no tardará en llegar-ante estás palabras la rubia se separó para después irse a su habitación. Los guardias que se encontraban aún lado de la puerta permanecieron serios ante todo momento pero Kankuro les dio la indicación que se retiraran por unas horas de la oficina.

-Hay que darle su privacidad al Kazekage-todos le siguieron.

Gaara se dejó caer en el suelo, lágrimas aún no paraban, comenzó a sentir que le faltaba el aire, colocó su mano derecha en su pecho, apretó la camisa, trataba de respirar un poco más lento, sudor comenzó a resbalar de su cabeza; su vista se volvía borrosa y un dolor punzante incrementaba en su pecho para después caer desmayado.

El estrés del gran kazekage de la aldea sunagakure incrementaba cada vez más; Su gran amigo Uzumaki Naruto ya había contraído matrimonio al igual que Uchiha Sasuke y muchos más amigos habían contraído matrimonio o mantenían relaciones amorosas sin olvidar a su hermana. Los viejos de la aldea comenzaban a presionar al chico por contraer matrimonio ya que esperaban con ansias el sucesor del kazekage.

Al despertar Gaara, pudo sentir la suavidad de las sabanas, miro el techo, todo se encontraba a oscuras aunque no en completa oscuridad, la luz de la luna entraba por las ventanas de la habitación del chico.
-Parece que estoy en mi habitación-se reincorporó, sentándose en la orilla de la cama, cerró los ojos un momento para poder aclarar sus pensamientos pero el sonido de la puerta abrirse hizo que sus ojos se abrieran, dirigió su mirada hacia la puerta y pudo ver aquella chica, su sonrisa era igual de dulce, sus ojos mostraban tranquilidad; Al verla su cuerpo se tensó pero la voz que provenía de aquella chica no coincidía, parpadeo varias veces y la ilusión se desvaneció, mostrando a Temari con una charola que contenía la cena del chico.

-Gaara, lo siento, ¿te he despertado?-entró lentamente dejando la charola en el escritorio del chico.

-No lo has hecho-comentó, miro a la chica-he oído que te vas a casar.

Aquellas palabras hicieron que Temari se relajara un poco, ya que no sabía cómo debía abordar aquel tema sin querer dañar a su hermano.
-Si, así es-se acercó al chico-quería decírtelo personalmente.

-Muchas felicidades, lamento causarte molestias-su mirada mostraba disculpas, aunque no sonriera, Temari sabía que aquellas disculpas eran sinceras.

-No te preocupes, no es ninguna molestia, aunque eres el kazekage sigues siendo mi hermanito menor-se arrodillo y acaricio el cabello del chico, mostrando una gran sonrisa.

Gaara solo pudo sonrojarse, se sentía por un momento reconfortado.

-Bien, te dejaré cenar y descansar, hablaremos de eso mañana-se levantó y camino hacia la puerta.
-Temari-comentó el chico, haciendo que la rubia se detuviera un momento-Gracias-después de aquella palabra, la chica salió de la habitación.
Al salir de la habitación de Gaara, Temari se recargó en la pared, respiró profundo y camino hacia su cuarto donde shikamaru la esperaba.
Dentro de la habitación del Kazekage; Gaara se colocaba su calabaza para después salir por una puerta de emergencia que se encontraba en su habitación, este comenzó a correr más rápido, el viento golpeaba su rostro, logrando alejarse de su aldea y del desierto para adentrarse al bosque.
Los recuerdos de la chica le llegaban como bombas, tuvo que parar en una de las ramas de los árboles, ya que al mirar un río, le recordó la primera vez que conoció a la chica.

Así comienza esta historia..

MENTIRAS. (Gaara y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora