MENTIRAS. (Gaara y tú)

Capitulo 7. Vinculos (Pasado)

-¡BASTA!-soltó un grito desgarrador lleno de angustia y dolor, el chico había despertado de golpe de su pesadilla. Como era costumbre, decidió salir a tomar aire fresco, subiendo al techo de la torre más alta de la aldea donde el frío de la noche te daba la bienvenida a disfrutar del cielo estrellado.

El silencio era absoluto, la aldea se encontraba descansando y la luz de la luna iluminaba levemente las calles, la noche era la mejor amiga del aquel chico de bellos ojos esmeralda.
Sudor corría por la frente del mismo, decidió cerrar los ojos un momento.

-Aquí estás..-tu respiración era agitada, apoyaste las palmas de tus manos en tus rodillas, llevabas al revés tu blusa, ya que al sentir la alteración profunda y brusca del chico hizo que despertaras e inevitablemente invitándote a seguirlo.

El chico al escuchar tu voz provocó que se levantara para irse.

-¿A que viniste?-frunció el ceño.

Al conectar miradas, no pudiste sentir una ligera compasión y ternura, aquella mirada de ojos esmeralda solo provocaba el sentimiento de cariño. Era verdad. No estabas ahí para enamorarte o estabas ahí para sacar información y ayudar a matar al chico que tenías frente a tus ojos.

Lo observaste con detenimiento, una ligera sonrisa surgió de tus labios.

-¿Has tenido una pesadilla?-sonreíste.

-No has respondido a mi pregunta-aquel chico pelirrojo siempre se mantenía alejado, creando una distancia, siempre con respuestas cortas.

-Me he preocupado, escucha puedo sentir el chakra de todos los que están aquí, soy sensorial, tú chakra hizo que me despertara, al sentir la angustia y el dolor, solo quise buscarte-miraste el cielo, no podías verle, sentías vergüenza.

-¿No entendiste que te alejaras?, no te quiero cerca de mi-aquella respuesta, rompió tu paciencia, te acercaste con una sonrisa para después, darle un buen golpe en la cabeza.

-¡Eso me pasa por preocuparme!-molesta, molestia en ambos crecía, Gaara te tomó de ambas muñecas.

-¡No vuelvas hacer eso!-espeto furioso, sentimientos de confusión surgían.
"¿Preocuparse?, acaso es una broma, solo me está provocando" pensó el pelirrojo, ambos rostros estaban cerca, ambas miradas eran penetrantes.

-¿Hay alguien ahí?-se escucho la voz de un guardia.

El pelirrojo tomó la mano de la chica para bajar del techo y esconderse detrás de las escaleras.

-¡SUEL..-la mano del chico era delgada pero ancha, lo bastante para cubrir completamente tu boca, mientras lo hacía, su mirada estaba puesta en cuidar que el guardia no se acercara, al no escuchar ya nada, este te soltó.

Ambos soltaron un gran suspiro de alivio, si el guardia los hubiera visto era bastante predecible que a ambos los llenarán de preguntas hasta no poder más.

-Bien, ahora vuelve a tu habitación-escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-¿En que soñaste?-te recargaste en la pared, con solo la mirada penetrante y gélida del chico hizo que guardaras silencio para después dejarte sola.

-Maldición-golpeaste la pared.

Habían pasado ya dos semanas y cada noche sin excepciones tenías que despertar debido a las alteraciones de chakra del kazekage, siempre pesadillas.