Mío

9K 1K 325
                                    

Charles pasó todo el día deambulando por los stands, ofreciéndole ayuda a sus alumnos  y tratando de convencer a Erik de que su ahijado estaba bien y que él lo cuidaría. Al parecer luego de una hora se había resignado y había optado por irse a trabajar, prometiendo volver a buscarlos a él y a Pietro cuando la jornada terminase.

Por su parte, Charles no había despegado la vista del joven. Y aunque se le veía notablemente apagado, había presentado su stand con soltura y buen ánimo junto con su amigo Kurt. Muy diferente de Logan, que había estado de pésimo humor y lo había evitado en las dos ocasiones que había intentado hablarle. Cuando se ponía en modo huraño su amigo era imposible de tratar, así que optó por rendirse. Ya lo intentaría cuando las aguas se hubiesen calmado o cuando lo encontrase desprevenido.

- Charles, te he dicho que no quiero hablar. - Logan repuso por cuarta vez en el día. Su amigo lo había seguido hasta la entrada de la universidad donde él se prendía un cigarrillo.

- Quiero saber qué es lo que ocurrió! Soy tu amigo, estoy cansado de decirte que puedes confiar en mi. - Charles lo miró dolido y Logan bufó molesto.

- Se que así es, pero simplemente no quiero hablar de ésto. Cometí un error, lo aclaré, fin del asunto. - Aspiró con anhelo de su cigarro, y cerró los ojos disfrutando la sensación. Para bien o mal, más mal que bien, ese condenado elemento lo relajaba cuando estaba alterado como en ese momento.

- Los sentimientos de una persona no son algo que se trate a la ligera, no es como equivocarse en una cuenta, borrar, y hacerla de nuevo. Estamos hablando de una persona, Logan! Y también estamos hablando de tí. ¿Por qué no puedes darte la oportunidad de ser feliz? - Charles sabía que tocaba una fibra sensible pero no se daría por vencido, a pesar de que era un sujeto complicado Logan era bueno y se merecía dejar que las cosas buenas entrasen a su vida también.

Sin embargo Logan reaccionó al comentario como si le hubiese propinado un golpe. Encolerizado se acercó a Charles y se le plantó enfrente amenazadoramente.

- Deja de meterte en mi vida. Cuando necesite un consejo te lo pediré, pero por ahora dedicate a resolver tu maldita vida amorosa que deja bastante que desear. Entendido? -

Sus palabras le dolieron y sentía deseos de replicar pero lo cierto era que tenía razón. Él no era quien para darle lecciones de vida. 

 - ¿Charles? - La voz de Erik lo hizo voltear. Su semblante era serio y sus ojos observaban a Logan de manera asesina. El otro alfa le sostuvo la mirada con la misma intención.

- Erik... Pietro está dentro, vayamos por él y nos vamos. - Intentó con todas fuerzas distraer la atención de su esposo, pero seguía inmerso en el duelo de miradas con Logan.

- ¿Qué estaba sucediendo aquí? - La voz de Erik estaba teñida de latente furia.

Charles estaba a punto de responder cuando su amigo lo interrumpió.

- Estábamos hablando de asuntos que no te importan. -

- Todo lo que tiene que ver con Charles me incluye, te recuerdo que es mi esposo. - Erik replicó con ira acercándose aún más a Logan.

- Un esposo de mentira. O te olvidas que se casaron por interés? - El ambiente entre ambos alfas se volvió extremadamente agresivo y Charles decidió intervenir antes de que terminasen a los golpes sólo porque sí.

- Ya basta. Dejen este duelo verbal para otro momento, están en la puerta de una institución llena de adolescentes que no necesitan ver un espectáculo de dos alfas inmaduros que necesitan demostrar quien es más fuerte. - Charles tomó del brazo a Erik y tiró de él hacia dentro, sin darle tiempo a replicar. 

- Suerte con tus problemas, Logan. - Charles alcanzó a decir en un tono dolido, antes de desaparecer con Erik, dejando a su amigo furioso y arrepentido por haber sido tan patán con él.

                                                                          ° ° °

- ¿Qué quieres cenar? Tendremos que pensar en algo para nosotros ya que Pietro no vendrá. - Charles inquirió distraídamente mientras colgaba su abrigo en el perchero. Acababan de dejar al joven en su casa, ambos habían insistido para que se quedara con ellos, pero se había negado con firmeza.

- No tengo apetito. - Erik respondió con dureza y desapareció camino a la habitación. 

Charles se quedó de pie observando perplejo. ¿Qué demonios le sucedía? Desde que venían en el auto lo notaba distante. Decidió seguirlo. Era obvio que estaba molesto pero no entendía porque y no soportaba la idea de tener que continuar lo que restaba del día con los monosílabos de su irritable esposo.

Entró a la habitación sin previo aviso, y se encontró con Erik desabotonándose la camisa. Si bien la imágen era perturbadora, decidió ignorar su torso al descubierto y enfocarse en aclarar el tema.

- ¿Se puede saber por qué estas molesto? - Dio un paso más dentro, y sostuvo la mirada fría que Erik clavó en él con firmeza.

- No lo sé, Charles. Dime tú. Te encuentro con un alfa que te levanta la voz, en lo que me pareció una situación bastante amenazadora y cuando trato de defenderte me tratas de inmaduro? - Continuó con su labor de quitarse la camisa, importándole poco si eso incomodaba a su esposo.

- No necesitaba que me defiendas. Es mi mejor amigo, tenía la situación controlada! - Charles repuso con furia. Odiaba que lo consideraran débil y más odiaba la perspectiva de que dos alfas pelearan por su causa.

- Es tu amigo realmente? Reconozco su aroma, lo sentí la primera vez que entré a éste departamento, y en nuestra boda se lo veía bastante molesto. Admítelo, Charles. Es tu amante? - El tono de Erik era acusatorio y se acercó lentamente eliminando el espacio que quedaba entre ambos.

- No, Erik. Confundes las cosas, realmente es mi amigo...- Charles no sabía porque estaba dándole explicaciones, pero su tono de voz, su cercanía, su porte desafiante lo confundían. Intentó retroceder hasta que sintió que su espalda chocaba contra la puerta.

- Apestas a él, veo como lo miras... pero estás casado conmigo. Y por los próximos 18 meses eres mío. No quiero verte cerca de él y no quiero volver a sentir su aroma cerca tuyo... - Erik quedó de pie a escasos centímetros de Charles y fundió su gélida mirada en la de su esposo. 

- Erik... - Su tono salió más ronco de lo que hubiera querido y el alfa dibujó una extraña sonrisa en sus labios.

- Como música para mis oídos. - Tomó a Charles por el rostro y unió sus labios a los de él en un posesivo beso. Al principio el omega se resistió pero al cabo de unos segundos sintió como se ablandaba debajo de sus exigentes labios.

Lo deseaba, y hervía por dentro de sólo pensar que alguien más podía tocarlo. No entendía porqué demonios se sentía tan posesivo hacia Charles, pero no podía negarlo. Profundizó el beso con ansías, quería demostrarle que él era su mejor y única opción. Lo rodeó por la cintura, atrayendolo más hacia si mismo, y sintió un leve estremecimiento cuando las manos tibias de su esposo se posaron en su desnudo pecho. 

Se besaron y saborearon con ansías, dejándose llevar por el deseo. Lo único seguro que hasta el momento los unía. Se soltaron sólo cuando tuvieron necesidad de respirar.

- Erik... ésto no es...- Su esposo lo silenció apoyando un dedo en sus labios.

- No digas nada. Te perdonaré por esta vez, pero no vuelvas a hacerme enojar mi amor. - Erik sonrió socarronamente y posando un rápido beso en los labios de un confundido Charles se alejó, encerrándose en el baño. Sin darle tiempo de rebatir.



Propiedad Privada (CHERIK - AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora