Epílogo

458 67 62
                                    

Nueve años después

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nueve años después

KWON JIAHN

Pedaleaba a lo largo del lateral de la calle, como todos los días después de salir del colegio. Mis padres me recogían de vez en cuando, pero de todos modos prefería volver sólo a casa para presumir mi bonita y brillante bicicleta roja a quién se me apareciera en la vereda.

Nunca calculé realmente el tiempo que me tomaba llegar a casa, pero a mi ese tiempo se me pasaba volando. Casi siempre me apuraba en llegar, pero hace unas semanas más que nunca, desde que encontré mi pequeño tesoro en uno de los baúles de la bonita casa de Guri.

— ¡Estoy en casa!

— ¡Bienvenido!-

Escuché unos pasos en las escaleras. En el vestíbulo, papá me rodeó en un abrazo. A veces papi MinSeok era demasiado infantil.

— También estoy en casa.— Papá Ji Yong entró por la puerta simultáneamente.— ¿Dónde está mi abrazo?-

Miré a papá, se acercó a papi para besarle en la mejilla. Yo estaba allí, esperando mi turno, papá Ji Yong siempre ponía a papi en primer lugar, yo comprendía que lo amaba, y me gustaba verlos juntos.

—Hola pequeño Ji.— Me sonrió y me hizo dar unas vueltas en el aire.— ¿Cómo estuvo tu día?

Papá tenía una sonrisa bonita, me hacía sentirme necesario cada vez que me sonreía. Me gustaría parecerme a alguno de ellos. Mis padres son muy guapos.

— Me fue bien, pero estoy cansado, ¿Puedo subir a mi habitación, porfiiii?

— ¡Sólo nueve años y ya estás cansado!- Agregó papi. Yo reí, seguramente me iba a dejar subir después de almorzar.

—Por favooor— Dije haciendo las mismas muecas que papi hacia a cuando intentaba salirse con la suya, al mismo tiempo que me movía hacia las escaleras.

— ¿Acaso ya te mandas solo?— Preguntó papi MinSeok cruzándose de brazos. Era de todo menos amenazante.

Continúe alargando mi súplica sin dejar de moverme hasta que mi cuerpo llegó a los escalones. Pensé que sería difícil subir si papi me obligaba a seguir manteniendo el contacto visual.

Papá sonrió y abrazo a papi.— Déjalo subir, cielo. JiAhn almorzara solo más tarde, y lavará los trastes— amenazó.

— ¡Gracias!— respondí, sin preocuparme demasiado por el castigo inminente. Corrí a mi habitación. Lo último que vi fue a mis padres sonreír con complicidad y caminar hacia la cocina entre preguntas cotidianas. «¿Cómo estuvo tu día?»

Make Daddy Proud || XiuDragon °Where stories live. Discover now