T'aimer Fait Mal [Camus x Milo x Saga]

16- Te equivocaste

Narradora.

Los segundos que duraron ese beso hicieron que los sentimientos del doncel peliazul llegaran mas alto que las nubes y también las esperanzas del aquamarina  pero no lo tendría nada fácil éste último pues cuando se separaron y Camus se acerca con la intención de un segundo beso, la mano de Milo lo detiene.

——¿Milo? —se confunde el mayor, mira al peliazul quien baja su cabeza.

—— No me lo hagas más difícil por favor, no vuelvas a hacer eso —habla con voz entrecortada por ese amargo sentimiento de dolor al negarse a probar de sus labios, los cuales con mucho trabajo había eliminado el deseo de que los suyos tocasen los contrarios

——Milo eso no puedo cumplirlo, sabes bien por qué. Se que lo he dicho muchas veces pero esta vez es sincero, Milo te amo.

—— Yo...no Camus, no caeré otra vez, te equivocaste si pensaste que con solo un beso y un simple te amo lo arreglarias  todo.

—— Esa no es mi intención, jamas la ha sido. Perdoname de verdad estoy arrepentido.

——Siempre me dices eso... Yo no ...deseo volver a lastimarme  estando a tu lado, no deseo volver a tener esas discusiones hirientes, esas amargas decepciones, estar en una relación donde solo soy yo y nada más.

Esas palabras fueron como un balde de agua fría cayendo a ser, todo eso era cierto.  Por su mente vuelven los recuerdos de cuantas veces él y su Milo discutían de como el menor pedía que le dejase trabajar pero no se lo permitía, su rey no lo tenia por que hacer  si para eso estaba él, varias veces hubo peleas por ese asunto, también por su falta de presencia y atención, de como Milo sabía las intenciones de sus amantes y no le creía hasta que él mismo cayó en las redes de ellos y las miles de advertencias de que lo dejaría. Jamás le puso mano encima hasta ese día de su separación definitiva, cuando Milo cumplió lo dicho ese mismo día, cuando se metió con Surt y los vio Milo, en momentos después corrió detrás de él y al llegar a casa de nuevo otea discusión pero distinta a las otras, mucho más intensa, de nuevo las advertencias y esta vez estaba decido a irse pero en su ira y desesperación no lo permitió, restregándole, asegurándole con crueles palabras que sin él no era nada, que solo a su lado seria feliz y que dejaran de lado esa típica e insignificante pelea pues sabia que después lo dejaría hacerlo suyo como siempre, eso y aquello que jamás se imaginó hacerle.

Por parte del peliazul que también esos dolorosos recuerdos le llegaban como otra advertencia de lo que le esperaba si aceptaba de nuevo en su vida amorosa a su príncipe dorado, no dejaba que ni una sola lágrima cayera  de las miles que en cualquier momento escaparían de sus ojos. Pensaba que había sido un grave error darle tanta confianza a la persona frente a él, sus palabras dirían lo contrario a lo que siente para proteger a su aún roto corazón. En ese momento un sentimiento algo conocido le llenó, el hecho de que permitiese que Camus lo abrazara momentos antes y ahora el beso, hizo surgir el sentimiento de culpa pero ¿por qué? Justamente la imagen de Saga en su cabeza le hace sentir mas culpa, de decepcionarle por haber tenido esos dos roces con Camus le hacia sentir un traidor y sin darse cuenta, el nombre de ese peliazul sale de su boca.

——Saga