|AU| Sebastian Michaelis

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Personaje x Lectora.

Anime: Kuroshitsuji.

La lectora será identificada como (1) que será su nombre completo (ejemplo, Camila) y (2) como apodo o recorte del nombre (ejemplo, Cami) el apellido será denominado por la escritora.

Este onehot está basado en la canción de vocaloid "Una intrépida gata que se enamoró" de GUMI.

(...)

Aquella linda gatita de nombre (1), se limpiaba sus patitas tras salir a jugar un poco por el techo del edificio. Esperaba a su dueño que debía de estar regresando de la universidad.

La puerta se abrió cuando ella justo estaba tomando un poco de agua, vio desde abajo la sonrisa de su dueño, maullando, gateó hasta él que la agarró en brazos.

—Hola preciosa, ya estoy en casa.

Ella le maullaba y él le acaricia la cabeza con dulzura.

—¿Tienes hambre?

La bajó delicadamente y juntos fueron en busca de la comida de (1), que Sebastian, su dueño, sirvió en su platito.

—Aquí tienes (2)-chan. 

Acarició su lomo mientras ella comía para luego dirigirse hacia su habitación para poder cambiarse de ropas.

—Estoy agotado—susurró para sí Sebastian mientras se saca su camiseta.

La gatita apareció en la puerta, se sentó y observó a su dueño mientras se desvestía. Movía su cola de un lado a otro.

Sebastian terminó de vestirse en ropas cómodas, sonrió a su linda gatita y se recostó en la cama, tomó su celular y programó una alarma para dentro de dos horas, se acomodó y cerró sus ojos; pudo sentir que su amiga se subía a la cama por el ruido del cascabel de su collar, escuchó un maullido de su parte y como se iba acercando para estar a su lado.

—¿Quieres dormir conmigo (2)-chan?

Acarició su pelo marrón con algunas manchas blancas, sus orejas, su cuello. Podía escuchar como ronroneaba al disfrutar de los mimos que le brindaba.

—Eres tan tierna.

Cerró sus ojos y pronto se durmió. Aquella gatita miraba a su dueño y deseaba poder ser como él, para así estar siempre juntos, pero era demasiado inteligente como para saber que eso no sucederá nunca.

(...)

(1) se despertó, su dueño seguía durmiendo, se estiró y bostezó, bajó de la cama y caminó hacia la ventana de la cocina que siempre estaba abierta para que ella saliera; estaba oscureciendo, aparecían las primeras estrellas, ella observa la luna que está en una esquina, los ruidos de afuera llegan a sus sensibles oídos, pero le resta importancia cuando un recuerdo invade su mente, el recuerdo del día que Sebastian la recogió de un callejón. Estaba lloviendo, ella maullaba en una caja de cartón que se estaba mojando debido a la fuerte lluvia, su pelo estaba mojado y no le agradaba la sensación; maullaba pidiendo ayuda, muchas personas pasaban con paraguas pero ninguna se detenía, seguía maullando, comenzó a temblar, no le gusta la sensación.

Se acurrucó tratando de que así, al menos, se le pasara un poco el frío, y entonces escuchó que las gotas de la lluvia impactaban con algo, levantó su cabeza y se encontró con un chico de cabellos negros y unos lindos ojos rojos que la miraba sonriente.

—Hola. ¿Tienes frío?

Como respuesta recibió un maullido. Sonrió, abrió su sudadera y tomó a la gatita con una mano.

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