Δωρεάν αγκαλιές

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Namjoon debe aprender a cocinar. Listo.

[...]

Hoseok había amanecido de mal humor. Uno lo podía notar en la forma en que tecleaba los botones de la caja o gruñía de vez en vez. Y eso era raro en el Señor Rayito de Sol.

Namjoon, quien le observaba a la distancia mientras atendía a una niña en busca de comida para hámster, dedujo —con base en los años que llevaban conociéndose— que al mayor le había pasado una de dos; o la GirlBand de la cuál era stan no había ganado uno de esos programas de música o alguien lo había molestado.

El teñido de púrpura acompañó a su pequeña clienta hasta la caja, y aprovechó el momento para informarse sobre el desagrado de su amigo.

— Hose-...

— ¿Sabes? No soy tu secretario ni nada —habló el mayor, haciendo a la vez el cobro de la mercancía—. Así que si vas a conocer tipos odiosos diles que no se acerquen a mí —farfulló al mayor—. Aquí tienes, bonita, vuelve pronto —se despidió de la niña azabache en un tono totalmente diferente.

La personalidad límite. Namjoon siempre sospechó que Hoseok la padecía.

El moreno suspiró decaído. Por lo que el mayor le había dicho en aquel agresivo comentario, el motivo de su enojo lo involucraba a él, lo cual era lo peor que podría pasar. Namjoon prefería evitar a toda costa los dramas de Jung Hoseok, para ser sinceros, pero era algo que casi nunca lograba.

— ¿Quién...-?

— Ayer —le interrumpió una vez más— un sujeto amargado vino aquí con su cara de sociópata y color muerto a buscarte. Amablemente le respondí que no estabas y él dijo que no me metiera en sus asuntos —relató indignado el rubio.

Namjoon no conocía a muchos sujetos con aquella descripción, por lo que podía visualizar claramente a Yoongi teniendo un enfrentamiento con Hoseok —y secretamente, la escena le causaba gracia—. Era como intentar juntar el agua y el aceite; a Namjoon le bastó hablar dos veces con Yoongi para saber que sería el perfecto archienemigo de Hoseok.

— Es un amigo de Seokjin, su nombre es Yoongi. No te sientas atacado, no fue nada personal. Así es él con todos.

Hoseok achicó los ojos e infló infantilmente las mejillas.

— Pues yo no soy todos, y podrá ser guapo pero no estoy dispuesto a aguantar malhumores. Si lo veo una vez más por aquí, patearé su trasero.

¡Tú!

El par de amigos dio un saltito cuando escucharon una voz ajena gritando. Vislumbraron por la entrada al empleado pálido de la tienda de discos quien con el ceño fruncido y los puños cerrados se acercó hasta la caja donde ellos se encontraban.

— Lo dije bromeando —susurró Hoseok, con los ojos bien abiertos.

Yoongi encaró al moreno de cabellera tinturada, plantándose bien cerca de él—pero retrocedió dos pasos cuando notó que aquella posición dejaba en evidencia una considerable diferencia de alturas—. Tal y como Hoseok había descrito, el azabache poseía una cara de sociópata que intimidaría a cualquiera, al menos tenía aquel efecto en Namjoon —quien gracias a su expresión natural de seriedad disimulaba muy bien—.

— Namjoon, dijiste que te alejarías de Jin.

El más alto intentó hablar, pero el contrario gruñó apenas abrió la boca. Nam estaba seguro que aquel chico se le iría a los golpes en cualquier momento.

Abrazos gratis. [NamJin]Where stories live. Discover now