Jesús.
Más que una cruz.
Más que un sacrificio.
Dios.
Cordero y León.
Muerte y Resurrección.
Todo solo por amor.
Amor a ti y a mi.
Pecadores rescatados.
Perdonados.
Amados.
Salvados.
Resucitados.
Bendecidos.
Espíritu Santo.
Ayudador.
Consolador...
Dios demanda de nosotros, tanto de ti como de mi, la ORACIÓN. (Entre otras muchas cosas, ej.: seguir sus mandamientos, etc)
La oración debe ser nuestro alimento. En Mateo 4:4 encontramos algo así:
Jesús le respondió: ―Escrito está: "No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Mateo 4:4 NVI
La oración debe ser la razón por la que tenemos que leer la Biblia. A mí algo que me han enseñado en mi vida en la iglesia es que la Palabra nos la tenemos que saber de memoria. Para recordarle a Dios sus bendiciones, sus promesas y siempre en nuestras oraciones usar: —porque en tu palabra dice... (ej.: ...clama a mí y yo te responderé...)
La oración y la sabiduría en la palabra van de la mano. La oración debe provocar latidos en nuestro corazón. La oración rompe cadenas. La oración abre puertas. La oración revive la esperanza. La oración sana. La oración salva. La oración une. La oración nos acerca a Dios. La oración quebranta. La oración alienta. La oración bombea nuestro corazón. La oración debe ser privada. La oración debe ser verdadera. La verdadera oración llega al trono de la gracia De Dios.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. S. Mateo 6:6 RVR1960
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