×tres×

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Marco apretó sus manos a las correas de su mochila al pasar en frente del grupito dónde Jackie estaba. Justin, Blake y todas las porristas hablaban de manera animada.

El moreno escuchó unos susurros antes de que la de cabello blanco lo señalara entre risas. El muchacho suspiró, tratando de guardar calma.

- No entiendo de qué ríen. –Marco paró al escuchar la voz de __ detrás de su espalda, volteando para ver a la chica mirando al grupito. – Métanse en sus asuntos, idiotas. –gruñó para luego caminar hacia mí.

Marco estaba a punto de decirle que no necesitaba que lo defendiera, pero ___ lo calló antes de que dijera alguna palabra para luego darle un beso en la mejilla.

- No vengas a hacerte el "yo puedo con todos", porque no tenías ninguna intención de defenderte, Marco. –dijo la chica, caminando a su lado. El muchacho rodó los ojos. – A mí no me ruedes los ojos, señorito. –le dijo, y el moreno trató de reprimir la sonrisa que tiraba de sus labios.

___ sonrió al ver a Star, la rubia se acercó para saludar a la peli-azul. Marco tenía su vista fija en sus zapatillas, pero sintió una sacudida, volteó para ver a ___ a muy poco centímetros de su cara.

La de orbes grises se sonrojó y le dio un golpe a la rubia en el hombro, provocando carcajadas por parte de la chica. Star se despidió y corrió hasta la siguiente clase.

El timbre sonó y todos se dirigieron al salón. ___ iba por delante de Marco, Justin lo golpeó con su hombro, provocando que el cuaderno –repleto de apuntes–que el chico llevaba se cayera al suelo.

___ se percató de aquello, volteó y cuándo el rubio pasó por su lado le puso la zancadilla. – Deberías fijarte por dónde caminas, idiota. –dijo en tono burlón la peliazul, ayudando a Marco a recoger sus papeles.

La profesora Calavera entró en el momento que ___ le sonrió a Marco, tendiéndole su último apunte. El moreno se aguantó una sonrisa. El chico se sentó junto a la oji-gris, en medio de Star y Jackie, la de cabello blanco estaba a la derecha de Marco.

- Mira, tu nueva amiga está hablando con Ferguson. –le murmuró Jackie al oído. – Te cambiará por él, es mejor que tú.

El moreno apretó el lápiz contra su hoja cuadriculada. Volteó hacia la chica, justo en el momento que rompía su lápiz por la presión que estaba ejerciendo en el elemento.

- Marco. –el moreno volteó ante la llamada de ___. - ¿Estás bien?

El chico asintió con la cabeza, levantándose y, sin importarle lo que la profesora dijera, salió del salón sin permiso.

Se metió a un cubículo y apretó sus manos en puños. Suspiró, tratando de calmarse. Estaba harto de los comentarios de su exnovia.

Pero no podía negar que eran verdad, ¿por qué otra razón lo hubiera dejado? Él era tonto, inocente y poca cosa. Justin, era todo lo contrario.

Sintió sus ojos arder, sus mejillas estaban mojadas y sus lágrimas caían. El moreno suspiró, se suponía que "los hombres no lloraban". Apretó los puños, tratando de retener las lágrimas.

- ¡BASTA! –gritó, antes de estrellar su puño contra la pared repleta de azulejos.


Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora