×doce×

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Estaba decidido. Le contaría todo a ___, completamente.

Se levantó de un salto de la cama y corrió hasta su clóset, tomando lo que normalmente usaba para luego cepillar sus dientes rápidamente.

- ¿por qué estás tan emocionado? –preguntó Star, cuándo vio al chico cepillar sus dientes a una velocidad inhumana.

- Hoy haré algo que hace mucho tiempo debí haber hecho. –le respondió él, enjuagando su boca y lanzando agua a su rostro.

La rubia rió cuándo Marco dio un grito antes de mirarse en el espejo y salir cómo todo un "macho". Desayunó sus cereales favoritos y luego tomó su mochila, corriendo hacia la escuela con Star gritándole desde unas cuadras atrás. Pero la princesa lo pasó unos segundos después, sobre la nube rosada.

Marco llegó a la escuela agitado, puso sus manos sobre sus rodillas para estabilizar su respiración. Jackie pasó por al lado del moreno y le dio un golpe en la espalda a lo que el chico soltó un ligero quejido.

Miró mal a la de cabello blanco y agradeció el hecho de que ___ no estuviera con él, o esta vez, Jackie se quedaría calva y serían expulsados de esa escuela.

Caminó por los pasillos, buscando con la mirada a la peli-azul. La encontró hablando con el director Skeeves frente a su despacho, ¿por qué ___ hablaría con el director?

Se escondió tras una pared para escuchar la conversación, tratando de ser lo más sigiloso que se le permitiera. Frunció el ceño ante el ruido que había a los alrededores.

- Ya no tienes que juntarte con él. –dijo el director. –Simplemente queríamos que fueras una amiga temporal para que volviera a ser cómo antes. –pudo ver cómo el señor Skeeves se acomodó las gafas. – No es necesario que sigas con Marco.

- Lo entiendo. –respondió ella, esas simples palabras bastaron para que la nariz de Marco comenzara a picar. Esto dolía mucho más que lo que hizo Jackie, ella sólo se había acercado a él porque el director se lo dijo, no porque quisiera ser su amiga. – Pero yo...

Un sollozo trepó por la garganta de Marco y tanto el director cómo la peli-azul se voltearon hacia su escondite. ___ lo observó preocupada, él de inmediato se limpió bruscamente las lágrimas de las mejillas.

- No te acerques. –le dijo Marco. – Me dijiste que eras mi amiga.

- ¡Lo soy, Marco! ¡Déjame explicarte! –pidió ella, tratando de tomar al chico de los hombros. El moreno se alejó rápidamente.

- Haz de cuenta que no existo. –dijo, sintiendo cómo sus mejillas volvían a humedecerse, antes de correr lejos de ella.

___ suspiró, volteándose hacia el director y comenzando a chillar. El director Skeeves había metido la pata.

Porque ___ nunca se tomó aquello cómo algo "temporal".Pero Marco no quería escucharla.7Ը<

Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|Onde histórias criam vida. Descubra agora