×seis×

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- Marco. –habló la chica, riendo nerviosamente mientras se acercaban a la mesa dónde comerían su almuerzo.

- Ya. –dijo el chico, sentándose al lado de ___. – ¿Qué le dijiste?

Ella suspiró.

- No me mates. –el moreno rodó los ojos, ella a veces era muy dramática. – Le dije que habías cambiado porque querías pasar de ser un "chico seguridad" a un "chico malo", y eso solamente lo conseguirías si dejabas de ayudar a los demás y te comportabas "malo". O sea, bajando tus notas e ignorando a tus compañeros de curso. –dijo la chica a velocidad inhumana.

Marco abrió los ojos como platos. Le importaba un bledo su reputación pero hacer tal estupidez para parecerse a un estereotipo. Seguro pensaban que estaba loco o algo parecido. Pero ___ había tenido una buena imaginación.

- No voy a matarte. –dijo él, mirando a la chica con sus marrones ojos. Ella le sonrió con entusiasmo, todavía su vida no acabaría. – Pero no vuelvas a hacer eso.

- ¿Hubieras preferido que le contara que habías "cambiado" porque tu novia te dejó, diciéndole que no valías nada y ahora ella y sus compañeros homínidos te burlan por eso? –el moreno le cubrió la boca rápidamente, pero Jackie ya había escuchado.

La de cabello blanco se acercó lentamente y con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Levantó el mentón de Marco y acarició éste cómo si fuera un perro. ___ abofeteó la mano de la Thomas, provocando que ella soltara un quejido.

- Así que no podías guardártelo. –sonrió, cruzando sus brazos. – Sabía que no eras tan fuerte como para pelear por ti mismo. –miró al chico con falsa lástima. – Lo sabía, nunca debí salir contigo.

Jackie se alejó de ellos con una sonrisa en el rostro y caminando lentamente hacia su grupo.

- Marco, lo siento yo no... -el moreno la interrumpió al hablar.

- No vuelvas a hablarme. –dijo el muchacho. – Se suponía que debías ayudarme, no empeorarlo más. –rodó los ojos. – Creí que eras mi amiga, ___.

- Lo soy... sólo... -Marco tomó sus cosas y se levantó de la mesa.

___ suspiró, caminando hacia el pasillo y por lo tanto chocándose con Jackie.

- Si, mientras los espiaba escuché aquello y no dude en burlarme de él. –dijo la del mechón pintado. – Marco Díaz es un idiota.

La oji-gris apretó los puños, tratando de calmarse. Pero su paciencia se colmó cuándo Jackie comenzó a decir más cosas sobre Marco, diciendo que era débil y nunca conseguiría a alguien que lo amara a causa de eso. Para luego soltar unas amargas risas.

A ___ no le importó que fueran a darle un castigo, simplemente se lanzó hacia Jackie, dejándola en el suelo y subiéndose sobre ella para comenzar a jalarle el cabello. La otra trataba de defenderse, pero la peli-azul era lo suficientemente fuerte como para inmovilizarla.

Las miradas estaban puestas sobre ellas y había varias personas grabando la pelea. __ no soportaba que dijeran esas cosas de Marco, y menos si por su culpa ahora podría llegar a perder su amistad.

Marco trataba de ignorar los gritos, pero cuándo Star pasó por su lado, gritando el nombre de la oji-gris él de inmediato se acercó al círculo que habían hecho alrededor de las chicas.

Vio a ___ y trató de no sonreír. La chica no podía ser capaz de hacer algo por él, una basura cómo él ni siquiera merece la compañía de ella. Porque __ era una buena persona y Marco era... nada. Suspiró, a punto de voltearse cuándo escuchó que gritaban su nombre.

- ¡Marco! –gritó la peli-azul. El moreno alzó una ceja en su dirección. - ¡POR TI! –gritó, antes de tomar el mechón de Jackie y sacarlo.

Era una extensión, han vivido engañados toda su vida.

El moreno trató de no comenzar a reír allí mismo.

- ¡¿Qué está pasando aquí?! –los gritos cesaron al escuchar la voz del director. __ pasó saliva y Jackie comenzó a lloriquear.

- Deme mi castigo. –habló la peli-azul, extendiendo su mano para recibir la hoja que el director estaba a punto de anotar.

El director pasó su vista por todos los estudiantes y se detuvo en el Díaz. Simplemente estaba con sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera.

- Deme un castigo también. –dijo el moreno, acercándose.

- No. No has hecho nada malo. –el chico miró a __ con una sonrisa traviesa antes de poner su mano en el trasero de ella, dando un apretoncito.

- ¡Ey! –chilló ella ligeramente, aún con sus cabellos alborotados y la manga de su sudadera azul rasgada.

- Sabes muy bien que eso no está permitido aquí. –dijo el profesor. – Toma. –le extendió un papel al moreno.

- Yo tomaré el castigo de Jackie Lynn Thomas. –habló ___, alzando la mano. El director alzó una ceja. – No me mire así, viejo gordo. –el director Skeeves fingió indignación, sabía la razón por la cuál ___ estaba haciendo eso, no exactamente por qué involucraba a Jackie, pero sabía que era porque quería pasar más tiempo con el Díaz.

El director le guiñó un ojo a ella con complicidad, ___ rió bajo. Marco la observó extrañada.

- ¿Volvemos a ser amigos? –preguntó ella y él asintió antes de sentir los labios de ella en su mejilla.


Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora