Capítulo 8

1.7K 114 4
                                    

LOS SIGUIENTES días fueron los peores de toda su vida. La mañana siguiente a

la fiesta de cumpleaños, Ward no había puesto buena cara cuando Jeanie había

insistido en llamar a un taxi, rechazando su oferta de acercarla al trabajo e ir los dos

juntos. De modo que le había dado un abrazo a Bobbie, había agarrado la maleta y la

mochila y se había tragado las lágrimas al montar en el taxi y marcharse a la oficina.

Durante los siguientes dos días no había tenido noticias de Ward, aunque

tampoco había esperado tenerlas. Sin embargo, el miércoles por la mañana se había

presentado con sendas tazas de café en su despacho, como solía hacer cuando le

apetecía charlar un rato, y, tras serenar el ritmo del corazón, Jeanie había conseguido

preguntarle:

-¿Qué tal está Monica?, ¿ha vuelto ya a casa?

-Anoche -Ward sonrió y a Jeanie, de forma un tanto irracional, le entraron ganas

de abofetearlo. Parecía desquiciantemente tranquilo. Y no podía entender cómo podía

estar tranquilo después de lo que habían estado a punto de hacer el fin de semana.

-Genial -contestó por fin.

-Sí, y hemos tenido bastante suerte -comentó con alegría Ward-. La sobrina de

Monica estaba en el hospital cuando fui a visitarla el lunes y resulta que es niñera y la

familia con la que estaba acaba de marcharse al extranjero. Lo hemos hablado y está

encantada con ayudar a Monica hasta que se recupere. Si trabaja bien, quizá la

contrate indefinidamente. A Monica le vendría bien la ayuda y esta chica tiene coche

propio.

-Suena perfecto -convino Jeanie.

-A ver qué tal. Al menos todo volverá a la normalidad en casa.

Una normalidad que Jeanie había roto. Ward no necesitaba a nadie a su lado.

Seguía enamorado de Patricia y esta se había llevado la llave de su corazón a la tumba.

Siguió hablando un rato, apoyado contra una de las paredes del despacho,

totalmente relajado en apariencia. Jeanie, en cambio, estaba hecha un manojo de

nervios por dentro. Ward se quedó más tiempo del habitual ese día. Y el jueves un

poco más, hasta que a Jeanie le entró pánico a traicionarse de alguna manera y le dejó

claro que tenía unos papeles que atender con urgencia.

La estrategia de los papeles urgentes no funcionó tan bien el viernes, pero saber

que horas después se iría de Londres para pasar el fin de semana con sus padres, que

habían preparado una cena familiar con todas sus hermanas, le dio fuerzas suficientes

para mantener la compostura hasta que Ward se marchó. Pensaba que no volvería a

verlo ese día, de modo que se sorprendió cuando lo vio entrar de nuevo en el despacho

por la tarde.

-Te vas el fin de semana a casa de tus padres, ¿no? -preguntó y ella asintió con

Enamorada del Jefe +++ TERMINADA+++Where stories live. Discover now