Capítulo 14

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Narra Peter.

Las cosas se estaban poniendo complicadas, mis escenas con Lali no estaban saliendo nada bien y justo ahora, que Benicio y Lucía se habían decidido a jugarse por amor, necesitábamos más que nunca la química entre nosotros. Hoy era el estreno de la novela, después de grabar unas escenas más, volveríamos a la noche al canal, para ver todos juntos el primer capítulo.

—¡CORTEN! —Dijo el director —Chicos, no veo amor ¡No veo deseo! No sé que pasa entre ustedes, pero los problemas los dejan fuera de las grabaciones —. Nos advirtió mirándonos a los dos. —¡Vamos otra vez!

Grabamos unas escenas más y no paraba de mirar a Lali, estaba triste y llevaba unos días con mala cara.

—¿Qué tenés ahí? —. Le pregunté cuando pasé por su camerino y vi la puerta entre abierta.
—¡No me mires! —Me dijo molesta e intentó echarme.
—Estaba medio abierto, la próxima cerrá bien —. Le contesté cuando entré y cerré la puerta detrás de mi —. Eso es un moretón —. Dije mirando su brazo.
—Me dí un golpe Peter ¿No puedo darme un golpe? —. Estaba molesta.
—¿Te volvió a pegar? ¡Lo mato! ¡Te juro que lo rompo todo si te tocó un pelo!
—¡Estas loco! ¿Cómo decís eso? ¡Benjamín está enfermo, no seas tan basura de meterte con él! —Dijo defendiéndolo como podía.
—¿Dónde están los estudios? Seguimos esperando a que nos traigas esos resultados —. Le recordé.
—No tengo que darte explicaciones, ni a vos ni a nadie —. Dijo evitando mi mirada.
—Sigue sin ir al médico ¿Verdad? Sigue poniendo excusas.
—¡Te fuiste! —Exclamó enojada y me echó.

Empezaba a creer que Benjamín estaba mintiendo. La China, lo decía ya con seguridad, pero si Lali no quería ponerle los puntos, nosotros no podíamos hacer nada.

—Creo que Benjamín le pegó a Lali —le dije a la China cuando me metí en su camerino.
—¿¡Que!? —preguntó Nico, que estaba ahí y no lo había visto —¿Qué está pasando acá?
—Esto es complicado —le dijo ella —Creemos que Benjamín está mintiendo, le dijo a Lali que tenía cáncer.
—¿Cómo va a mentir en algo así? — preguntó sorprendido — ¡Por eso Lali está tan rara con todos! – nos dijo algo alterado — ¡No armen quilombo, ninguno de los dos! – nos pidió.
— ¡No podemos dejar las cosas así!
—China, no rompas las pelotas. Dejen a Lali y a Benjamín en paz, dejen de pensar mal de la gente – dijo molesto y se fue.
— ¿¡Que le pasa a este boludo!? —me preguntó.
— No sé Euge, parece que estamos viendo cosas en dónde no las hay.
— Yo pienso seguir averiguando, si miente, pienso sacarle la careta.
— Yo también —afirmé —Me voy, porque tengo que pasar a buscar a Natalie por El Trece.
— Andá con tu nueva novia.
— No es mi novia, pero me hace bien.
— Sé feliz Peter. Pero, por favor, tenés que estar ahí cuando Lali nos necesite, no olvides tu amor por este calentón.
— Ella no es un calentón.
— ¿Te estas enamorado?
— Nos vemos más tarde Chinita —le dije con una sonrisa y le dí un beso en la frente.
No era algo tan grande como “amar” pero si estaba bien, ella era una amiga como ninguna. Me hacia feliz y necesitaba poder desconectar del mundo, cosa que sólo pasaba con ella.

Narra Lali.

Todo se complicaba cada vez más, Benjamín me daba mil vueltas para no ir al médico. Nuestras discusiones eran cada vez más fuertes, con la gran diferencia de que ahora, yo le devolvía los golpes. Ayer, nos gritamos demasiado, durante mucho tiempo, me empujó y me agarró con fuerza el brazo, para luego tirarme contra la pared y ahí, fue cuando empecé a gritar y tirarle todo lo que encontraba en mi camino.
— Ya terminé mis escenas —me dijo Cande cuando entró en mi camarin—¿Vamos a merendar?
— Dale, decílo. Sé que lo estas deseando.
— No sé de que me hablás.
— Te morís por decirme que vaya a hablar con la China, que arregle las cosas. Te morís por decirme que vaya y le ponga los puntos a Benjamín.
— Vos sola te diste cuenta Lali. No tengo que decir nada, pero quiero añadir una cosa más, hablá con Peter.
— Me voy a casa, voy a hablar con Benjamín —dije agarrando mis cosas y me fui
Me subí al coche y cuando estaba por arrancar, Peter me golpeó la ventana.
— ¿Dónde vas? —me preguntó.
— A mi casa.
— ¿Vas ver a ese hijo de puta?
— Basta Peter ¿vos no estás haciendo tu vida? Andá con tu novia.
— ¿De verdad me decís eso?
— Si —le dije con seguridad y mirándolo a los ojos.
— Decime que me aleje de vos y que haga mi vida, decímelo y lo hago, pero te aviso una cosa Lali, si me doy la vuelta y sigo con mi vida, vos fuiste. —me dijo seriamente.
— Móvete. —le dije mirándolo a los ojos y arranqué a toda velocidad.
No podía ser egoísta con él, pero lo estaba siendo. Lo evitaba, pero no lo soltaba nunca, no le decía que haga su vida porque pensaba en nosotros, en nuestro futuro juntos.
Llegué a casa y vi las llaves de Benjamín encima de la mesa de la entrada, me acerqué a la habitación y lo escuché hablando por teléfono.
— ¡Necesito que me consigas a ese tipo!— dijo alterado — ¡Lali está harta de que no le dé pruebas de que estoy enfermo!— hizo un pequeño silencio— LA PUTA MADRE, NO PUEDO ESPERAR DOS SEMANAS. SE ME CAE TODA ESTA MENTIRA —gritó y tiró el celular contra la pared.
— ¿Qué mentira? – pregunté cuando abrí la puerta —¿¡QUE MENTIRA!? – grité con rabia y empecé a llorar —¡SOS UN HIJO DE PUTA!— le grité y me dí la vuelta para irme, pero enseguida vino detrás de mi y me tiró del pelo, con tanta fuerza que caí al suelo y él se puso encima de mi, sujetando mis brazos con fuerza. —¡SOLTAME BASURA!
— ¡CÁLLATE, CÁLLATE PENDEJA! – me ordenó y me tapó la boca— ¡Déjame que te explique amor!— me dijo sacando su mano de mi boca.
— ¡Que me vas a explicar sos una mierda!
— Cuando te dije que tenía cáncer, era así. Eso me habían dicho Lali, te lo juro, lo creí durante meses y resulta que después todo había sido un error. Pero no podía decirte eso, porque me ibas a dejar, ibas a irte con Peter. Vos no podés dejarme – me besó— Vos sos mía Lali.
— ¡ESTAS ENFERMO! —le grité.
— ¡CÁLLATE! – me gritó él más fuerte y me dio una bofetada— Ahora vamos a ir juntos al estreno de tu novela, vamos a poner una sonrisa y a fingir que todo está bien.
— No quiero hacer eso.
— Lo vas a hacer porque sino lo hacés me voy a encargar de joderles la vida a todos los que querés.
— ¡No te tengo miedo!
— Me vas a tener miedo— dijo agarrado su celular y me volvió a tapar la boca con fuerza. —Hola negro. Hacé una vista a la China —dijo con una sonrisa.
Intenté gritar, intenté soltarme, pero no pude. Me dio otra bofetada, tan fuerte que perdí el conocimiento.

Narra Peter.

Natalie estaba hermosa, me hablaba animada, con una sonrisa increíble y con toda la felicidad del mundo, estaba feliz por el nuevo programa en el que estaba.
— Estas perdido —me dijo borrando la sonrisa de su rostro.
— Perdóname, perdóname —le dije agarrando su mano —Estaba pensando…
— Si, ya sé. En Lali. —me dijo soltándose de mi —No me gusta verte mal por ella, basta Peter, esto es cualquiera. No puede ser que la mina te viva boludeando.
— Ya lo sé, pero la amo. Necesito estar con ella y necesito que abra los ojos, que deje a ese imbécil.
— Ella quiere estar con él y vos, deberías seguir adelante —dijo levantándose – Me voy con unas amigas.
— Pensé que te ibas a quedar conmigo y que venías al estreno.
— Voy a estar ahí, pero creo que ahora necesitas estar sólo —me contestó, me dio un ligero beso en los labios y se fue.
Me subí al auto y enseguida empezó a sonar subí mi celular, era Nico.
— ¿Qué pasó? —le pregunté cuando atendí.
— Estoy en el hospital con Eugenia —me dijo llorando.
— ¿Qué le pasó? —pregunté preocupado.
— Le pegaron, iba con Rufina por la calle y le pegaron para robarle —me contestó llorando.
— Voy para allá —le contesté y colgué.
Cuando llegué a la puerta del hospital, estaba lleno de periodistas y justo en ese momento estaba entrado Cabré.
— ¿Sabés algo? —le pregunté cuando esquivamos a los periodistas y pudimos entrar.
— Sólo sé que Rufina está perfecta. —me contestó y llegamos hacia dónde estaba Nico, con Rufina en brazos que no paraba de llorar.
— Ya está acá papá —le dijo Cabré a su hija y la agarró.
— ¿Cómo está la China? —le pregunté a Nico.
— Asustada y un poco golpeada. ¡No puedo creer que haya gente tan hija de puta!
— Estoy bien —dijo la China cuando salió de la habitación —Unos golpes, ya hablé con los policías y puse denuncia, pero no vi nada. Iban tapados. Lo importante es que no le hicieron nada a mi hija —dijo dejando escapar una lágrima —Me conocían, sabían quién era y quién era Rufina, porque lo primero que escuché cuando me sacaron a la nena de los brazos, fue “A Rufina no le toquen un pelo”
— Te voy a poner seguridad —dijo Nico —A vos y a la nena.
— Yo les voy a poner seguridad —dijo Cabré —Es mi hija y la mamá de mi hija.
— Bueno, bueno. Eso es lo de menos, basta. ¿Vamos? —le pregunté a la China.
— Si, quiero salir de acá. Quiero ir a mi casa y estar con mi hija. Veré la novela desde ahí.


“ROBAN Y PEGAN A LA CHINA SUÁREZ EN MEDIO DE LA CALLE”

“A penas a unas horas del estreno de Amor Eterno a Eugenia le robaron y le pegaron. Le quitaron a Rufina de los brazos y le robaron todo lo que llevaba encima, luego, una vez estaba en el suelo, gritando que no hagan nada a su hija, le dieron patadas y hasta algún puñetazo, a pesar de que no se opuso en ningún momento al robo. Fue al hospital y salió enseguida, acompañada de el padre de su hija, Nicolás Cabré, su actual pareja, Nico Riera y de su amigo y compañero de elenco Peter Lanzani”


Narra Lali.

Primero Peter y ahora la China, dos adelantos de lo que pasaría si lo dejo.
Me vestí y me maquillé, intentando tapar un golpe de mi ojo y otras marcas que tenía en el cuerpo, pero mi cara de tristeza, mi rabia, mi broca… Eso es algo que no puede tapar el maquillaje.
— ¿Estas lista? —me preguntó Benjamín con una sonrisa, como si no hubiera pasado nada.
— Si, vamos. —le contesté y salimos para el canal.
Cuando subí al auto, llamé a la China.
— Me acabo de enterar —mentí cuando me atendió el celular. —¿Cómo estas Chinita?
— Estoy bien, estaría mejor si me hubieras contestado el celular cuando te llamé, porque para tu información, estaba yendo para tu casa cuando me robaron.
— Perdóname, yo…
— No, perdóname no —dijo interrumpiéndome —Me hubiera gustado que no me ignores, sólo estuviste evitándome durante días.
— Sos mi amiga y lo siento —le dije llorando – Las cosas van a cambiar, te lo prometo. Te quiero amiga.
— Y yo a vos amiga —me dijo y colgó.
— Mentís bien Lali, espero que lo hagas tan bien delante de todo el mundo —me dijo en forma de advertencia.
Llegamos al canal y me senté lo más lejos posible de Peter y su novia, sentía su mirada fija en mi, pero había decidido ignorarlo. Bajaron las luces y todos empezaron a aplaudir, cuando la cortina de Amor Eterno apareció en la pantalla.

Amor Eterno ||Laliter||Where stories live. Discover now