Capitulo 23

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Varios días después...

Narra Lali.

Resultaba raro ver a Peter todos los días y grabar escenas de amor con él, sabiendo que al final de la jornada, no se iría conmigo a casa.
A pesar de su rechazo, yo me negaba a bajar los brazos, él no lo había hecho cuando yo le rechacé millones de veces.
- Estas en la luna patitas -me dijo la China y me alcanzó un café.
- Últimamente siempre lo está -dijo Candela con una sonrisa y se sentó con nosotras en la cafetería.
- No sé que hacer chicas -dije y dí un sorbo al café -Peter sigue con Natalie.
- ¡Tenés a Andrés en tu casa, boluda! -me dijo la China
- Pasaste momentos muy malos amiga, deberías pasarlo bien y Andrés te quiere -añadió Cande.
- Pero yo quiero estar con Peter -contesté con tristeza.
- Pero mientras tanto, disfruta -dijo la China y miró hacia atrás, cuando me dí la vuelta vi a Andrés con una rosa roja.
- ¿Que hacés acá? -pregunté cuando me levanté y me acerqué a él.
- Me contó un pajarito que terminabas de grabar ahora, así que quería venir a buscarte -me dijo con una sonrisa cuando me dio la rosa y miró a Eugenia.
- Me declaro culpable -dijo ella con picardía.
Saludé a las chicas y me fui con él hasta su coche.
En el aparcamiento estaba Peter, apoyado en su auto y hablando por el celular.
- En medía hora estoy ahí -dijo y colgó -Chau chicos -nos saludó con medía sonrisa cuando nos vio y subió a su auto.
- Hasta mañana Peter -le dijo Andrés y me abrió la puerta de su coche.
Casi no pude ni mirarlo a la cara, me mataba saber que estaba con otra.
- Estuviste callada todo el camino -me dijo cuando llegamos al departamento -¿Pasa algo?
- No, está todo bien -mentí -Me voy a dar un baño.
- Dale, que después tengo una reserva en un restaurante.
Sonreí y entré en el baño.
Me metí en la ducha y apoyé mi cabeza contra la pared, mientras el agua tibia caía sobre mi cuerpo.
Peter apareció en mis pensamientos, su sonrisa, su mirada, sus besos y sus manos suaves que tanto recorrieron mi cuerpo.

Narra Peter.

Llegué a casa y Natalie ya estaba lista.
- Estas hermosa -le dije con una sonrisa -Me voy a dar una ducha y nos vamos -le comuniqué después de darle un ligero beso en la frente.
- Te espero -dijo ella con una sonrisa -Va a salir todo bien, tranquilo.
Me metí en la ducha y apoyé la cabeza contra la pared, dejando que el agua fría cayera sobre mi y quitara a Lali de mi cabeza.
- ¿Vamos? -pregunté a Natalie cuando terminé de vestirme.
- Si, claro.
Nos subimos al coche y puse rumbo a un pequeño restaurante en el que había reservado mesa.
- ¡Que lindo lugar! -dijo ella cuando entramos y nos llevaron hasta nuestra mesa.
Me senté enfrente de Natalie y justo vi entrar a Lali, con una sonrisa radiante y acompañada de Andrés.
- ¡Pero mirá quienes están acá! -dijo Andrés, fingiendo sorpresa, cuando se acercó a nuestra mesa de la mano de La.
- ¡Hola! -dijo Natalie animada y saludó a los dos -Vengan a comer con nosotros -les ofreció.
- ¡Si claro, nos encantaría! -dijo él y enseguida llamó al camarero para que nos ponga la mesa juntos.
Lali y yo nos miramos y no dijimos nada, pero al final ella suspiró y se sentó al lado de Natalie.
- La comida Italia de acá es deliciosa -dije para intentar romper el hielo.
- Si, lo es -dijo Lali.
Era una situación incómoda, llegó la comida y tanto Andrés como Natalie, no paraban de hablar animadamente, mientras Lali y yo, nos mirábamos sin decir palabra.
- ¿Vos que decís amor? -preguntó Natalie y me agarró la mano.
- ¿Que? -sacudí la cabeza -Perdón, no estaba escuchando.
- Andrés nos invita un fin de semana a su casa en Perú ¿no estaría genial? -preguntó con una sonrisa.
- Si claro -dije y tomé un poco de agua -Voy al baño -me levanté y fui al final del pasillo.

Narra Lali.

No entendía que estaba pasando, Andrés y Natalie nos estaban haciendo pasar un momento de mierda y no entendía con que fin.
Peter se fue al baño, justo cuando Andrés hablaba con Natalie de la vida en Perú.
- Permiso, voy a tomar aire -dije rápidamente y me levanté.
Fui directa al baño a buscar a Peter, quería buscar la forma de salir de aquella situación horrible.
- ¿Peter? -pregunté al ver la puerta entre abierta.
- ¿Que pasa? -preguntó él y abrió.
Sonreí y lo empuje dentro, cerré la puerta y lo besé. No pude evitarlo, quería besarlo toda la vida, sin parar.
Sus manos agarraron mi cintura y me acercaron a él con fuerza. Me levantó y me sentó en el lavabo, sin dejar de besarme.
- Me vas a volver loco Lali -dijo con la respiración entre cortada y se alejó de mi, llevándose las manos a la cabeza.
- Vos también te morís por estar conmigo Peter y pienso volverte más loco todavía, todo lo que pueda hasta que vuelvas conmigo -dije con una sonrisa y salí del baño.
Cuando llegué a la mesa, vi que Andrés y Natalie no estaban.
- ¿Dónde están? -preguntó Peter detrás de mi.
- Ni idea -contesté y agarré una servilleta, que estaba en el centro de la mesa -Mirá esto.
- "Tienen demasiado de qué hablar chicos. Ya pagamos, disfruten el postre.
Natalie y Andrés" -leyó Peter sorprendido.
Nos miramos y nos sentamos en la mesa, justo cuando llegó el helado.
- ¿Que hacemos? -pregunté confusa.
- Termina de comer eso y te llevo a tu casa -dijo él molesto y sin soltar el celular.
- No te va a atender -dije, porque me había dado cuenta de que no paraba de llamar a Natalie y empecé a comer el helado de dulce de leche.
- Lali, vos no estas saliendo con Andrés, pero yo si estoy con Natalie, la quiero y quiero estar con ella. -dijo mirándome, fijamente, a los ojos.
- Vos te metiste en la cabeza que querés estar con ella porque no la querés lastimar, pero la realidad es que desde el momento que te diste cuenta de que yo estaba con Benjamín por obligación, deseabas dejar todo por mi -dije con lágrimas en los ojos.
Peter me miró, abrió la boca un segundo y luego volvió a cerrarla, sin pronunciar palabra.
- Vamos -dijo después de un minuto -Te llevo a casa.
Nos subimos a su coche y empezó a conducir, yo no dejaba de mirarlo, sabía que él se sentía incómodo con mi mirada fija.
- Una vez más para llorar lo que perdimos, una vez más para entender porqué lo hicimos, una vez más para los besos que no dimos, una vez más... vuelve conmigo. -canté y vi como él, dejaba escapar una lágrima.
Detuvo el coche de repente, en una esquina de la carretera.
-¿Que pasa? -le pregunté.
- Me duele que no hayas confiado en mi, que no me hayas contado que estaba pasando para que yo pudiera ayudarte -dijo y al fin, me miró.
- Tenía miedo Peter -dije apoyando la cabeza en el asiento y mirándolo.
- Yo te habría cuidado. -acarició mi mejilla.
- Yo te estaba cuidado a vos mi amor. Me amenazaba con hacerte daño.
- El sólo pensar que te puso una mano encima... que te lastimó. -empezó a llorar -Me dan ganas de matarlo.
Lo abracé con fuerza y empezamos a llorar los dos, durante un largo rato y después volvió a arrancar.
- Pasá la noche conmigo -le pedí.
- No Lali, no puedo. Estoy con Natalie y quiero hacer las cosas bien -dijo y arrancó el coche.
- ¿Estas enamorado de ella?
- Si, llegó en el momento en el que más la necesitaba. -me confesó.- ¿Y de mi seguís enamorado?
- Toda la vida voy a estar enamorado de vos -dijo cuando detuvo el coche en mi edificio.
- Vos me esperaste, yo voy a hacer lo miro.
- Déjame ser feliz Lali, por favor.
- ¿Me querés fuera de tu vida?
- Te quiero fuera de mi corazón.
Lo miré con rabia, salí del coche y pegué un portazo.
Subí y Andrés estaba sentado en el sofá, no lo dejé pronunciar palabra, me lancé encima de él y lo besé.

Narra Peter.

Con toda la bronca del mundo arranqué el auto y fui hacia mi casa.
- Ya lo hice -dije cuando dejé el coche en el garaje y atendí el celular -Le dije que no podíamos estar juntos, así que basta Benjamín, basta de mandarme fotos de ella todos los días, para que sepa que estas cerca y que podés hacerle daño cuando quieras. -dije con rabia.
- Ya sólo me falta sacar de en medio al peruano -contestó él.
- ¿Te pensás que va a volver con vos después de todo lo que le hiciste? ¡Sos una basura!
- Ella me ama, aunque no te guste, y el verdadero amor lo perdona todo -dijo y colgó.
Me metí en casa y fui directo al baño, abrí el grifo de la ducha y llamé por teléfono.
- Decime que lo tienen localizado -supliqué al detective Lorenzo, a quién pagaba para que encuentre a Benjamín.
- Lo tenemos Peter, lo tenemos localizado -dijo él -Lo están yendo a buscar, se terminó la pesadilla.
Me sentí aliviado, Natalie entró en el baño y se sentó al lado de la bañera.
- Lo tienen -le dije emocionado.
Natalie había visto las cartas que me enviaba Benjamín, con fotos de Lali y un punto rojo que siempre apuntaba a su cabeza, así que ella se había encargado de hablar con Andrés, para encontramos en ese restaurante de "casualidad" y así, Benjamín podía ser localizado más fácilmente por la policía, porque sabíamos que seguía a Lali a todos lados.
- Ahora si, una vez que esté tras las rejas, busca a Lali y sé feliz -me dijo ella con una sonrisa.
- ¿A que hora sale tu avión?
- Mañana a la noche.
- ¿Estas segura de que querés irte a Perú?
- Andrés y yo tenemos que dejar tranquila a la parejita -dijo con una sonrisa y salió del baño.

Amor Eterno ||Laliter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora