- ¡ No lo entiendo, Elijah ! - gritó, saliendo de la residencia Mikaelson claramente molesta- ¡ Deberías estar de acuerdo conmigo, no intentar hacerme cambiar de idea !Mia le había enseñado las fotos y el vídeo ante la insistencia de Rebekah, y ambos se habían mirado de forma alarmante cuando les había dicho lo que pretendía hacer.
Ya lo había retrasado mucho, dejándolo pasar debido a que estaba ocupada con Liam, Elijah, y el instituto, pero había llegado el momento de retomar lo que hacía una semana se había propuesto hacer.
Elijah suspiró, siguiéndola hacia la calle.
- Es que no creo que sea buena idea, Mia. Mira, eso pasó hace mucho, habeis conseguido seguir adelante... ¿ por qué no lo dejas estar ? Hay mucho riesgo en lo que piensas hacer, solo me preocupo por ti.
- Sabes que no es el primer vampiro al que me enfrento - dijo aún con furia, aunque más suave - sabes que puedo con él.
El vampiro contestó casi enseguida con seguridad.
- No, no puedes.
- ¿ Por qué ? ¿ Qué tiene éste de diferente ?
- ¿ Cómo crees que se sentiría Liam si te perdiera ? - contraatacó en el mismo tono, cambiando de tema.
- Ni se te ocurra, Elijah - siseó con la voz fría y cortante - ni se te ocurra utilizar a mi hermano para convencerme.
Elijah se rindió y la miró con los ojos llenos de preocupación.
- Por favor - le suplicó suavizando el tono de voz, algo que jamás en su vida había hecho - Si de verdad sientes algo por mi, déjalo.
Mia lo miró dolida, con los ojos llorosos.
- Te quiero, 'Lijah - contestó con sinceridad - Pero voy a matar al cabrón que provocó la muerte de mis padres - y antes de alejarse le advirtió - No te interpongas en mi camino.
Se marchó hecha una furia, pisando tan fuerte que incluso alguien con una leve sordera podría haberla oído retirarse. De alguna forma, caminar andando de aquella manera hacía que se desahogara un poquito más, y que las ganas de darse la vuelta y decirle tres o cuatro cosas a Elijah disminuyeran un poquito menos.
No entendía cómo podía no ponerse de su parte.
Sabía que era un vampiro, que el que ella cazara a otro no debía ser fácil para él, pero ¿ de verdad que le ponía pegas ? Después de todo lo que le había explicado sobre sus padres, sobre cómo se sintieron ella y su hermano, ¿ por qué no la apoyaba en esto ? ¿ Por qué no le decía que lo que iba a hacer era lo correcto, que era comprensible ? Y sobre todo, ¿ por qué trataba de persuadirla para que no lo hiciera ? Eso era lo que más le molestaba. La idea podía gustarle más o menos, pero intentar convencerla para que no fuera en busca del desconocido... simplemente le irritaba. El Original sostenía que era por su propio bien, que era peligroso, que solo se preocupaba por ella... pero todas aquellas excusas no tenían sentido.
De igual forma iba a averiguar quién era el hombre del vídeo, y después, vengaría a sus padres.
Y para eso, tenía que volver a encontrar a Rita Heinker.
Tenía localizado a un par de sus esbirros en Nueva Orleans, así que se adentró en el barrio francés y se encaminó al establecimiento donde residían.
Supo que la habían oído nada más abrir la puerta, así que no se molestó en preguntar si estaban ahí. Agudizó el oído, siguió su instinto, y se desplazó hacia la derecha. En cuestión de segundos ya tenía uno de ellos entre sus manos.