Episodio 19: The Hug.

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Desperté al escuchar gritos en el primer piso. Me talle un poco los párpados y solté un bostezo. Miré hacia a un lado y Lars no estaba. Me quede quieto tratando de escuchar todo.

— ¡Kirk! — se escuchó de repente.

Me asuste pero no me levanté.

— ¡¿En dónde está, James?! — reconocí la voz. No sabía si levantarme o esperar a que se fuera.

— Tranquilo, Dave, no es momento — se escuchaban voces revueltas.

Me senté en la cama. Las lágrimas comenzaron a salir sin permiso. No quería bajar y mirarlo.

— ¡Kirk! — escuché nuevamente.

Me frustré al no saber que hacer. Las voces parecían hablar de millones de cosas al mismo tiempo. James, Cliff, Rebecca y hasta el imbécil de Lars, hablaban de una sola vez. El pelirrojo no paraba de gritar mi nombre. Tenía miedo de que en cualquier momento subiera a buscarme.

— ¡Kirk! — se escuchó más fuerte.— ¡Con una mierda, si no bajas subiré por ti, hijo de puta!

Mi miedo creció.

“Mierda, mierda, mierda. Viene por mí. Ay, Dios, recibeme... Jesús Dios, amén...” pensé.

Me levanté rápidamente y me puse los pantalones. Sería mejor que yo bajará a que él me encontrara aquí, en la habitación de Lars Ulrich. Me puse la camisa y las zapatillas, lo más rápido que pude. Tomé mi mochila y mi chaqueta, y fui hacia el pasillo. Mi miedo creció de sobre manera. Yo no quería seguir caminando.

Llegué a las escaleras y bajé tranquilamente. Dave estaba en la puerta, hablando con James y Cliff, tardó unos segundos en mirarme.

Busqué a Rebecca. Estaba sentada en el sofá.

— Vámonos — le dije tratando de ignorar las miradas de todos; al menos Lars no me miraba.

— Kirk, no tienen que irse — dijo Cliff.

— Muchas gracias... Pero debo ir con mi madre — expresé mientras miraba a Rebecca levantarse y caminar hacia a mí.— Además Rebecca tiene que hacer cosas.

— Pero, ¿y la banda?

— Ya tienen a un guitarrista — miré a Dave rápidamente.— No creo que yo sea de ayuda.

Tomé a Rebecca de la muñeca y avancé hacia la salida.

— Gracias por lo de hoy — esboce una sonrisa.

— Muchas gracias — la delgada voz de Rebecca apareció. Miró a James y sonrió.

Deje que ella pasará primero. Pase frente a Dave sin mirarlo. Me sentía en una de esas películas de suspenso en donde la víctima trata de escapar del asesino con tranquilidad y simplemente ignorándolo. Todo iba perfecto, pero siempre tengo mala suerte.

Sentí una fuerte presión en el antebrazo.

“Mierda, no puede ser”

— Dave, hermano, no es necesario, deja que se marche — James se puso entre los dos.

Observé a Lars acercándose. No podía permitir que se acercara más, eso empeoraría las cosas. Dave era muy agresivo para alguien tan frágil como él.

— Tenemos que hablar — la mirada fulminante del pelirrojo me intimidó pero yo quería irme ya.

— No hay nada de que hablar, zorra — debía golpear a Rebecca por eso.

— Sueltame — traté de quitarle mi extremidad.

— Sólo hablemos.

— Veté al carajo — tiré con más fuerza, liberándome.

Avanzamos por el camino rocoso que atravesaba el jardín. Rebecca abrió el auto y subió para abrir la puerta de mi lado.

Lars salió corriendo, lo cual me asustó muchísimo pues venía hacia a mí. Traía una sonrisa burlona. Sabía que estaba buscando problemas y de esa manera los encontraría. Se acercó lo suficiente y me dio un abrazo.

El abrazo.

Sentí algo inexplicable. No sé si era horror por la expresión en el rostro de Dave. No sé si era fastidio porque el enano me estaba abrazando. No sé si era porque nadie me había abrazado de esa forma antes... O si era por todo lo anterior.

— Mira su cara — susurró entre su inconfundible risa pegajosa.

Trate de sonreír.

— Adiós, Lars — susurré también.

La respuesta a eso fue un abrazo aún más apretado pero sin lastimarme.

Ya no entendía que estaba pasando.

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:C
No lloren :CCC

in the hell; klarsWhere stories live. Discover now