Episodio 26: Promises.

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Habían pasado dos semanas desde que Dave y yo nos vimos por ultima vez. Era un domingo por la mañana. La lluvia caía torrencialmente y hacía frío. Me desperté para bajar por un vaso de agua y regresar a dormir con Lars, pues ya era mi habitación también. Me levante cuidadosamente para no despertar al danés quien estaba dormido boca abajo, respirando tranquilamente Y enredado en las cobijas.

Salí de habitación y caminé por el pasillo tallando mis párpados. Escuché voces; era muy temprano para eso, pero me dio curiosidad. Me detuve en seco cuando escuché la voz de Dave, al llegar al filo de las escaleras.

— No puedo seguir si él esta aquí — decía Dave mientras yo me acomodaba un poco para que no me vieran.— No quiero mirarlo cada día...

Supuse que estaba a punto de llorar. Algo en el pecho me hacía sentir la respiración atrofiada. Se le escuchaba muy mal.

— Dave — escuché la voz de James.— Nos encantaría que te quedaras, como también nos encantaría que se quedara él... Kirk esta buscando una banda para que tú puedas estar aquí, él...

— No, no dejes que haga eso — dijo interrumpiendo con la voz quebrada.— Es un excelente guitarrista, por favor, no dejes que se vaya a otra banda — un pequeño chillido salió de él.— Me iré yo, pero por favor, deja que se quede aquí, no tiene a donde ir...

Sentí mis mejillas mojadas. Las lágrimas salían de mis ojos violentamente. No podía dejar que se fuera. Había estado faltando a los ensayos durante 2 semanas seguidas; esta era la primera vez en dos semanas, que le escuchaba desde la última vez que hablamos.

— Esta bien — James suspiró, algo decaído también.— No te preocupes por eso, además, puedes regresar cuando quieras.

Dave contestó algo que no alcance a escuchar muy bien.

— ¿Amor? — salté de repente, asustado. Lars estaba detrás de mí. No había escuchado cuando despertó.

Apenas un par de días antes comenzamos a salir. Me agradaba mucho estar con él, pero algunas veces olvidaba que eramos 'novios'. Hasta la palabra se me hacía difícil, pues no la había usado antes.— ¿Qué haces aquí?

Lo miré rápidamente; seguramente me miraba mal.

— ¿Estas bien? — asentí pero mis lágrimas no lo hacían creíble.— ¿Qué sucede? — se acercó a mí y me abrazó. Algunas veces era demasiado paranoico, era graciosa la manera tan exagerada en la que se preocupaba por mí.

Muy pronto, las voces de James y Dave se escucharon. Solté una maldición pues no quería que se enterara de qué estaba llorando por eso, pero ya era tarde.

— ¿Qué carajo? — dijo apartándose de mi por el barullo que había abajo.

— Regresemos a dormir — lo empujé un poco, pero eso no fue buena idea.

— ¿Esta él aquí? — me miró. Hasta ahora, no puedo deducir si aquella mirada me cuestionaba, si era de enfado o si era de tristeza.— ¿Por eso estás llorando?

Bajé la mirada, no pude negar; esa era la verdad.

— Joder — se alejó de mí regresando a la habitación.

— Lars, amor — pronuncié difícilmente, siguiéndolo.

— Lad mig være alene, idiot (Déjame en paz, idiota) — dijo aventando la puerta tratando de cerrarla, pero sólo se impactó con mi cuerpo y mi cara.

— ¿Qué? — le pregunté, no tenía ni puta idea de lo que había dicho.

— ¡Vete! — se dejó caer en la cama boca abajo, tapando su cara con la almohada.

Cerré la puerta y me acerque a él mirando su cuerpo semi desnudo y su cabellera castaña esparcida por todos lados. Su cintura no era muy pequeña pero en esa posición, parecía que si, incluso su trasero se notaba más definido. Parecía una chica. Lo miré unos segundos; no pude evitar morderme el labio suavemente y sentir un extraño cosquilleo en la entrepierna.

Lars dijo algo, pero no entendí nada. Sólo se escuchó como un sonido extraño y ya.

— No puedo entenderte — le dije mientras desviaba la mirada hacia otro lado, pues no lo soportaba.

— Deja de mirar mi culo — dijo más audible. Ladeando la cabeza.

— No lo estoy mirando — dije.

— Vete.

— No — decliné.

— No quiero verte, pienso en el pelirrojo cuando lo hago — su tono era apagado.

Volví a mirarlo, su espalda parecía muy suave. Pensé en algo que me hizo gracia, comencé a gatear en la cama, colocándome sobre él y cubriendo su cuerpo con el mío tratando de no lastimarlo.

— ¿Q...qué haces? — preguntó nervioso al sentirme sobre él.

— No lo sé — le susurré.— Lo siento — seguí.— Lo de Dave es algo que no puedo evitar... Simplemente me causa nostalgia porque pienso en todo el tiempo que perdí mientras estaba con él — le besé los hombros cuidadosamente.

Su esencia natural era exquisita.

— Eres un idiota — cerró los ojos.— Por favor, vete.

— No — negué. Seguí besando sus hombros, acariciando su cintura con una mano. Aparté su cabello un poco pues me obstruía algunas áreas. Besé más abiertamente su nuca y parte de su mandíbula; recorrí su oído y mordí suavemente el lóbulo de su oreja.

Soltó un pequeño gemido.

— No, no, deja de hacer eso — se volteó con fuerza, haciéndome caer sobre la cama.

Eso no se sintió bien.

Me quede en silencio, no quise hacer más. Por un momento permanecí inmóvil pero me levanté, sentándome y poniéndome de pie. No podía hacer nada de eso ahora. Me sentía idiota pues por un momento caí en la cuenta de que Dave me acostumbró a arreglar los problemas con sexo.

Vaya mierda.

— ¿A dónde vas? — dijo mirándome.

— Lejos de ti — di un paso hacia el baño, quería ducharme.

Sentí que halo de mi cintura y me hizo regresar a la cama, posicionándose sobre mí y abrazandome.

— No irás con esa perra — expresó.

— Lars... — dije fastidiado. No sabía porque motivo lo estaba pero quería alejarme de él al menos unos minutos. Lo empuje un poco pero no pude moverlo.

Comencé a sentir sus húmedos besos en mi cuello, los cuales me erizaron la piel. Su entrepierna estaba sobre la mía intencionalmente. Los dos teníamos una erección.

— No quiero que Dave afecte nuestra relación — dije tratando de disipar la excitación.

— No creo que lo esté haciendo ya — soltó una risa, la típica risa de Lars Ulrich.— Quiero decir, te estoy sintiendo, justamente debajo de mí.

Solté una risa nerviosa.

Me besó tranquilamente y se quedó inmóvil. Lo tape con la cobija y acaricie sus muslos suavemente. Dormimos toda la mañana después de eso.

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Iba a hacer esto más jarcor pero, aún no es el momento uwu como pueden notar, ya surgió el Klars

in the hell; klarsWhere stories live. Discover now