하나.

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Hyungwon sabía que sus vacaciones no podían ir de maravilla. Nunca habían sido así. Estaba esperando lo que sea, estaba preparado para tener que verse metido en un problema que luego tendría que arreglar. Podría haberse quejado, pero prefería no gastar voz en ello.

Es por eso que no se sintió sorprendido cuando se encontró con un chico siguiéndole durante horas. Cuando se hartó de no poder mirar hacia atrás sin verle, decidió encararlo.

—¿Qué mierda haces persiguiéndome? —preguntó el azabache, prácticamente echando humo. No solía perder la calma, pero cosas así lo sacaban de quicio.
—Lo lamento... pero es que eres la única persona que aparenta tener más o menos mi edad... por favor, ayúdame.
Chae subió las cejas debido a la impresión. ¿Realmente se atrevía a pedirle ayuda cuando siquiera lo conocía? No sabía cómo aquél chico tenía el descaro para hacer aquello, pero decidió no negarse antes de tiempo. Después de todo, ya estaba aburriéndose de unas vacaciones sin problemas.
—No soy el mejor ofreciendo ayuda —respondió sin vergüenza alguna. —Pero puedo hacer el intento. ¿Qué necesitas? ¿Que te dé limosna?
El rubio quería que la tierra lo tragase. Sus mejillas parecían hervir de tan rojas que estaban. Se sentía sumamente avergonzado por tener que andarle pidiendo ayuda a desconocidos.
—No, en realidad... perdí a mi familia. No literalmente, o quizás sí... eh, es decir, no los encuentro, y hace horas que los estoy buscando.
El azabache intentó contener una carcajada, pero fue en vano. Rió hasta quedarse sin aire, y volvió a mirar serio al más bajo.
—¿Cuántos años tienes? —preguntó en tono burlón. Le gustaba dejar a las personas en ridículo.
—Tengo... dieciséis. Sé que soy mayor, pero en serio estoy asustado. Nadie me responde y no sé dónde estoy. No vivo aquí, esta no es mi ciudad —apresuró a decir antes de que el contrario respondiese.
Hyungwon tenía decidido ocultar el hecho de tener menos edad que él. Aún le faltaban meses para llegar a cumplir los 16.
—Eres un niño —respondió—, no puedo tomarte en serio con esa edad. ¿Qué tal si sólo es una broma?
Minhyuk se apresuró para hacer una rápida reverencia, con las mejillas aún más rojas que antes.
—¡Para nada! Por favor, créame. Soy de Gwangju, vinimos a Seúl hace una semana junto a mi familia por temas de mudanza permanente. No vivo en este barrio y realmente estoy asustado.
Las coincidencias no paraban de surgir. ¿Gwangju? Aquella palabra hizo que Hyungwon sintiera un extraño calor en su pecho. Hacía tiempo que no pensaba en su ciudad natal. Si el chico era de Gwangju como decía, lo ayudaría.
—Perdóname por ser tan grosero contigo. También soy de Gwangju, aunque vivo aquí hace ya años. Te ayudaré en lo que necesites. Dime, ¿has intentado llamar a tus padres?
El rubio frunció el ceño. ¿Acaso creía que era estúpido? No era "un niño", como el azabache lo había llamado antes. Era un adolescente responsable... la mayor parte del tiempo.
—¡Claro que sí! Pero ninguno de ellos contesta. Realmente estoy preocupado, necesito llegar a mi casa antes de que oscurezca más de la cuenta.
Hyungwon miró al cielo, y efectivamente, el sol se estaba poniendo. Él también tenía que regresar a casa pronto. Necesitaba sacarse a ese chico de encima cuanto antes.
—¿Dónde vives? Conozco las líneas de metro de memoria, podré decirte cuál tomar para llegar a tu barrio.
Los oscuros ojos del mayor se iluminaron y tuvo que morder su labio para contener su sonrisa. Realmente se sentía agradecido con aquél chico.
—¡Claro! Vivo en la calle... —fue interrumpido por la mano del otro chico sobre su boca, quien fruncía el ceño mientras miraba para todos lados.
—No seas tonto, ¿darle tu dirección a un desconocido? Eso es imprudente. Dime en qué barrio vives, y de ahí me temo que tendrás que conseguir otros medios para volver a tu casa.
ㅡ¡Oh, claro! Vivo en Jamsil-dong, casi al lado del parque de diversiones. No está exactamente junto a él, pero es relativamente cerca. Puedo ubicarme una vez allí.
—Oh, bien. Tienes suerte, suelo ir al parque con mis amigos de vez en cuando. Anda, vamos a la estación, está a la vuelta de la esquina.
El mayor asintió y echó a andar junto al más alto, algo intimidado por la actitud de este.
Hyungwon no se entretuvo hablando con él. Le señaló al rubio qué línea debía tomar, y bajó con él hasta el subterráneo.
—¿Debería darte mi número? Me gustaría devolverte el favor en cuanto pueda —dijo el rubio una vez que llegaron.
Hyungwon asintió, y sacó su móvil. Cuando el mayor terminó de decirle su número, el azabache preguntó:
ㅡ¿Cómo debería agendarte?
ㅡOh, no te he dicho mi nombre. Soy Minhyuk. ¿Y tú eres...?
El más alto dudó, pero accedió a decirle su nombre.
ㅡHyungwon.
ㅡ¡Un placer, Hyungwon-ah! Envíame un mensaje cuando llegues a casa, ¿vale? Oh dios, ¿¡ese es mi metro?! ¡Lo es! Bueno, hasta luego. ¡No olvides de mandarme el mensaje!
Chae quedó en shock ante tanta energía y se quedó helado observando cómo Minhyuk corría hasta el metro y se subía en él, saludándole efusivamente con la mano en señal de despedida. Cuando el tren marchó, se dio la vuelta y encaminó a casa.
ㅡ¿Qué mierda acaba de ocurrir? ㅡse preguntó a sí mismo mientras subía las escaleras.

Amusement Park ➸ Hyunghyuk.Where stories live. Discover now