Prólogo.

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Narrador Omnisciente.

1957.

Ambos niños corrían tras el barquillo de papel, bajo la fría lluvia y el viento que golpeaba sobre sus rostros.

—¿Estás bien Georgie? -preguntó la inocente acompañante del pequeño al ver como se golpeó la frente con un señalamiento vial.
—Sí. -sonrió un poco.
—¡Mira! -señaló la niña con su pequeña mano como el barco de papel se alejaba de ellos rápidamente.
—Vayamos por él. -gritó Georgie pero en ese momento recordó lo que su hermano mayor le había dicho, se les decía «ella.»

Ambos niños reían de felicidad siguiendo el barco hasta que éste se fue por el agujero de la cloaca.

—¡No! -gritaron Georgie y Rosie.
—¿Qué haremos? -preguntó inocente la pequeña Rosie.
—Bill va a matarme. -suspiro nervioso George.
—Tranquilo lo recuperaremos. -sonrió la niña mientras se agachaba para ver el agujero de la cloaca.
—¿Ves algo? -preguntó Georgie.
—No. -respondió ella pero en ese momento vio algo dentro de aquel sitio.
—¿Qué es eso? -preguntó Georgie asustado.
—No lo sé. -contestó Rosie.
—Hola niños. -habló esta silueta al ver que los niños estaban por irse.
—¿Qué haces ahí? -preguntó el niño volviéndose a agachar.
—V-vámonos Georgie. -habló Rosie en un estado de nerviosismo.
—¿Se irán sin esto? -aquella figura se dejó mostrar, los niños pudieron observar que se trataba de un payaso.

Rosie y George se miraron, ambos se preguntaban como es qué él había terminado ahí abajo, los niños tenían sus dudas sobre aquel acontecimiento pero al igual tenían miedo, mucho miedo cosa qué a Pennywise le encantaba.
El payaso tenía un cabello muy extravagante.

—La corriente de agua nos trajo hasta aquí, a mí y al el circo, ¿pueden olerlo? -preguntó sonriente.
—Palomitas. -dijo sonriente Rosie volviéndose a agachar a un lado de Georgie.
—Exacto, ¿sus favoritas? -preguntó Pennywise sonriente al ver que los niños asintieron. -También las mías. -continuó hablando.
—Ya nos tenemos que ir. -dijo Georgie a lo que Rosie accedió.
—¿Se irán sin esto? -el payaso volvió a preguntar lo mismo solo que esta vez mostró el barquillo de papel y ambos niños negaron. -Bill los mataría. -sonrió ampliamente y Georgie miró a Rosie.
—¿Georgie? -preguntó ella.
—¿Quieren un globo?, tengo de muchos colores. -río perverso el payaso. -Rojos, verdes, amarillos, azules. -dijo y miró a ambos niños.
—No podemos aceptar cosas de desconocidos. -dijeron ambos niños mientras negaban con la cabeza.
—Son unos niños muy inteligentes. -río nuevamente Pennywise. -Soy Pennywise, el payaso bailarín. -ambos niños rieron divertidos.
—Pennywise te presentó a Rosie y a Georgie, niños les presentó a Pennywise. -les sonrió mientras en la mano izquierda traía el barquillo de Georgie y en la derecha variados globos. -¿Ya no somos unos desconocidos?, correcto. -les habló nuevamente y los niños negaron divertidos.

Aquel payaso tenía algo planeado, pero los niños no tenían miedo, al contrario se reían de él. Le molestó y mucho pero ¿qué podía hacer ante los pequeños para qué le tuvieran miedo?

—¿Quieres el barquillo, Georgie? -dijo él, en su tono amigable otra vez a lo qué el niño asintió con la cabeza.
—Sí, por favor. -respondió el niño con voz temerosa.
—Tómalo. -sonrió macabro y al momento qué George se acercó a Pennywise éste lo mordió del brazo con su múltiples dientes que más bien parecían colmillos. En cambio Rosie gritó asustada por aquel acto, ella pensaba correr pero el payaso fue más hábil y la tomó de la pierna tirando de ésta y tragándola como el brazo de Georgie.

Ambos niños gritaban asustados y pidiendo ayuda, el punto es que nadie había visto lo que sucedió hacía unos segundos.

—¡Billy! -gritó desgarradoramente Georgie mientras era arrastrado por Pennywise.
—¡____! -gritó la pequeña niña pidiendo ayuda a su hermana mayor, que lógicamente no estaba.

Los dos pequeños habían sufrido en garras de Pennywise, el payaso bailarín. La señora qué vivía frente a aquella cloaca lo único que vio fueron aquellos charcos de agua combinados con la sangre de las víctimas, los cuerpos no fueron hallados.

Después unos días, semanas o incluso meses los niños desaparecían con más frecuencia. El pueblo de Derry era atormentado por un monstruo, uno qué nadie se atrevía a enfrentar; hasta qué aquellos niños con esa gran valentía que tenían se habían decidido ir tras él. Lo qué no sabían era que éste payaso tendría un has bajo la manga cuando se encontrarán con él por primera vez.

~Día actual.~

1958.

"Mí pequeña hermana Rosie era la que daba vida a esta casa, ahora mis padres me ignoraban y se la pasaban trabajando hasta tarde." -escribió Alex antes de irse a su último día de clases.

—Ya me voy. -comentó la niña al salir de su casa.
—¡Espera! -le gritó su padre.
—Nos esperas para comer juntos. -su madre completó la frase del padre a lo que ella los miró con una felicidad inmensa aunque también con una gran confusión.
—Claro. -sonrió Alex prefiriendo restarle importancia a su confusión.
—Te cuidas. -dijeron ambos padres antes de meterse a aquel BUICK CENTURY 1956.
—Nos vemos al rato. -se despidió de ellos con la mano mientras se subía a su bicicleta y emprendió camino a su escuela.

¿Quieres un globo?, todos flotan. ≈Bill Denbrough y tú.≈ ||PAUSADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora